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Críticas de Ramirez13
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Críticas 23
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
11 de agosto de 2022
11 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esperada y temida al mismo tiempo, al fin ha llegado a la pantalla la adaptación de la saga que Neil Gaiman desarrolló hace ya más de 30 años, creando un clásico inolvidable. Los que hemos leído el cómic, disfrutamos, en mi caso por sopresa y ya en varias ocasiones, de una historia llena de detalles y ramificaciones en torno a Sueño y la idea de humanidad misma, recorriendo nuestra historia e imaginario colectivo. La historia de esos cambios, y hasta dónde puede cambiar sueño, es la historia que narra Sandman.

La dificultad es inmensa. No solo a nivel narrativo, donde los hilos de muchas historias se tejen al mismo tiempo sin que nos demos cuentan hasta que se tocan, sino también a nivel estético. Cada hilo, cada parte del mundo del sueño, requiere de un tono que Gaiman conseguía trabajando con diferentes dibujantes, adaptando la estética a las necesidades de una trama en concreto. Llevar esto al ámbito de la serie peligraba caer en el ridículo, como ya tantas veces ha sucedido al transformar lo dibujado o animado en actores y lugares "reales". Sandman sin embargo, aunque a veces pueda flaquear, consigue una estética que deja en nuestras retinas imágenes inolvidables, como esa entrada al infierno, u otras sacadas directamente de las páginas de la obra original. El mundo del sueño, aún pecando de sentirse vacío y demasiado estático, no resulta en absoluto decepcionante, aunque sí mejorable.

Quizá lo que más se echa de menos es esa oscuridad del original. Si bien muchos de los sucesos más terribles se mantienen en la serie, como los actos se John Dee en el restaurante de carretera, lo más oscuro y producto de la locura queda demasiado diluido. Esto es especialmente notable en el papel de Sueño, tremendamente complejo de llevar adecuadamente, tanto estética como interpretativamente hablando. El personaje está salvado, pero no termina de sentirse esa distancia y fascinación, que a veces hace que Morfeo sienta repulsa o admiración por el ser humano y, mirándose a sí mismo, de forma creíble se pregunte qué debe hacer, y quién debe ser. El personaje se siente más infantil, y da menos mied del que debería.

El elenco de actores y actrices, hacen un buen trabajo, mención especial al Corintio. Los cambios que han dado que hablar a algunas personas en torno a género, color, u orientación sexual, no afectan al desarrollo se la historia ni a la interpretación de los personajes, que están bien conseguidos por norma general (menos motivos aún en los eternos, cuya forma física es simplemente una forma más).

Las dos tramas principales que se llevan a término en esta temporada, logran introducirnos en el mundo de Sandman. La primera nos cuenta quién es y las reglas del mundo, y la segunda profundiza en los problemas y personajes que serán muy importantes en el desarrollo de esta aventura. Al igual que en los cómics, la segunda mitad, inaugurada con muerte y Hob, es donde empezamos a ver el potencial que tiene Sandman para hablarnos a través de seres aparentemente muy distintos de nosotros, de nosotros mismos, de nuestros miedos y esperanzas como seres humanos (sin olvidarnos del capítulo del infierno, o el ya mencionado se John Dee).

En definitiva, resulta una serie que vista y comprobada la enorme dificultad a la que se enfrentaba, ha cumplido más allá de lo esperado, e incluso nos deja con la esperanza de terminar de encontrar el tono y desarrollar todo el potencial que espera en las páginas del cómic.

Ojalá mucho más y mejor Sueño.
Ramirez13
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8
5 de septiembre de 2021
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chavalas relata la historia de una fotógrafa que tras perder su trabajo, queriendo encontrar su lugar sin haberse aún encontrado, se ve forzada a volver a su barrio de origen. Lejos de sentirse como su hogar, lo siente como un ambiente estéril y hostil que se erige contra sus ambiciones artísticas. Más aún, se ve forzada a volver a cada de sus padres, enfrentándose al hecho innegable de que aún queriendo ser una adulta, no puede o no le dejan. Lo único que hace que su estancia sea soportable son sus amigas de la juventud, que ofrecen ese lugar donde uno puede acomodarse en los recuerdos, pero sin embargo la tensión con el presente indeseado hace saltar las chispas que avivan el conflicto. Conflicto que además se alimenta de la aparente felicidad de sus amigas, que sin ambiciones especiales llevan una vida buena y feliz lejos de los problemas de la ciudad y de tratar de ascender a lugares alejados del mundo conocido que nos trata con cariño, del que sabemos qué esperar.

La película realiza entonces un recorrido hacia el autococimiento y la aceptación de nuestra protagonista, quizá incluso, el éxito. Este camino está plagado de humor, de barrio y de una sensación de intimidad que consigue que todo nos suene, que resulte coherente y verdadero.

En spoilers, un breve análisis de este recorrido.

Vicky Luengo, Carolina Yuste, Elisabet Casanovas y Àngela Cervantes estupendas, con química y complicidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ramirez13
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9
25 de octubre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La maldición de Hill House se alza como una historia familiar inmensa, que se mueve constantemente entre lo sobrenatural y lo cruelmente común, retándonos a diferenciar entre el trauma, la enfermedad mental y lo puramente fantasmagórico. Ya lo dice Steven (el escritor) en varias ocasiones, que fantasmas hay de muchas clases, no sólo los sobrenaturales. Lo no hablado, lo dado por supuesto, las confusiones y los secretos, componen el tejido de unas relaciones familiares rotas. Una dirección excelente permite aumentar la tensión según avanza cada capítulo, hasta que sin recurrir al susto sorpresa nos encontramos aterrorizados, pero absolutamente enganchados a seguir desvelando cómo los hilos que unen a los personajes construyen la telaraña en la que ellos mismos se ven atrapados, y agitándose conseguimos entender por qué son quiénes son. El terror es el trasfondo, es la excusa para hablar de todo eso otro.

Una casa oscura que atrapa, que se alimenta de las vidas e historias de quiénes allí viven, pero también resguarda a sus ocupantes de un modo tenebroso, de una forma retorcida pero no cruel, ofreciendo un lugar dónde quedarse cuando la vuelta al mundo ya no es posible.

Lo más terrorífico no es la casa, que solo cataliza, sino los problemas que llevamos a ella y nos rodean, que sin ser enfrentados se engrandecen y acaban por definir nuestra vida. La huida hacia un vacío, carentes de dirección y llenos de temor. Como Olivia, la madre, o Nell, la hija (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ramirez13
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8
5 de agosto de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres historias, tres directores, iluminan diferentes perspectivas y momentos del paso a la adultez y los descubrimientos que entraña. Decisiones de la infancia y adolescencia que tejen la red de situaciones en las que nos vemos atrapados cuando maduramos.

Primera historia:

La primera de las historias trata acerca de todas las pequeñas cosas que componen nuestro mundo cuando somos niños, sutiles y pequeñas nos pasan desapercibidas hasta que ya no están. Solo reflexionando se pone de manifiesto su importancia, se levanta el velo y nos percatamos de su naturaleza, que da continuidad a nuestro universo. Sabores, olores, una tienda, tu primer amor de paso mientras haces algo en el lugar de siempre...lo minúsculo se pone en movimiento de tal forma que algo más allá de todas estas partes surge. La nostalgia que brota a borbotones al darnos cuenta de esto una vez ya no está (quién pudiese saber de los buenos tiempos mientras están sucediendo o aprender a saborear las cosas mientras suceden!) precede la cálida sensación de reconocer que el mero hecho de haber existido, vivido y reconocer estas realidades, a veces, sin más remedio, es suficiente.

Segunda historia:

El miedo al fracaso es el corazón de esta historia. Esta parte resonará con todos aquellos que sienten que se esfuerzan y abarcan mucho, sin conseguir agarrar la sensación de satisfacción de hacer todo lo necesario. Haber llegado a la cima y temer perderla, lo que sucede sin remedio siempre, sin ver otro camino más allá de la derrota. Tenerlo todo o no tener nada es la visión del que está atrapado por una claridad excesiva, del que no ve grises ni convivencia entre los éxitos y los fallos como la estructura misma de la vida. La protagonista con ayuda del resto de personajes, recupera el coraje para seguir su camino, el que sea, al tiempo que su claridad se desvanece en favor de una determinación por vivir con y por los que de verdad son importantes para ella.

Tercera historia:

El núcleo de esta tercera historia es la asincronía, como las partes de la maquinaria de nuestro mundo a veces, por detalles, cambian el tempo que las mantiene en sintonía. Cuando esto sucede, en ocasiones por las circunstancias que cambian mientras crecemos, otras veces por lo que no decimos o nos aterra, otras porque simplemente los caminos se separan, una distancia silenciosa empieza a crecer entre nosotros y lo que queremos. Es irónico que se pueda querer la misma cosa que el ser amado, y buscándola, acabemos en lados opuestos por el ángulo que elegimos para abordar un problema. Esto sucede a los protagonistas cuando la comunicación se rompe. Si se deja pasar el tiempo, ya no hay vuelta atrás, pues caminos que se separan tanto solo pueden volver a ser reunidos por una, inocente o no, casualidad.


Tres historias nos enseñan algunas de las lecciones que solo se aprenden realmente al vivirlas, pero que sin falta nos cambian en un sentido o en otro para siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ramirez13
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8
11 de julio de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hereditary llegó a los cines de España la penúltima semana de Junio, tras una cálida recepción por la crítica pero reacciones encontradas entre el público. Esto es debido a que Hereditary no es una película de terror al uso. Recuperando parte de los principios de la Semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) y siguiendo la estela de películas como The Witch (Robert Eggers, 2015), el film se presenta como un paso más hacia el refinamiento del cine de terror, que busca encontrar nuevas fórmulas lejos de los clichés que plagan desde hace años el género.

La película hace navegar al espectador a través del límite que separa la duda acerca de la estabilidad mental de un personaje como origen de la historia, o lo efectivamente sobrenatural. Tenemos todas las pistas, pero no es hasta el final cuando podemos afirmar un sentido u otro definitivamente, como sucedía en The Witch. La puesta en escena está a la altura de Expediente Warren (James Wan 2013) que refrescó el mundo del terror con su gran nivel, consiguiendo también que los puntos álgidos de terror, o giro de guión, o tensión nos golpeen con fuerza. Cuando una película típica que busca provocar miedo comienza de verdad, esto es cuando descubrimos que sucede y como se enfrentan los protagonistas de ello, Hereditary acaba, provocando con seguridad reacciones negativas entre los espectadores que no encuentran lo que esperaban, pero esto es tratar injustamente al film. Esta película nos ofrece un camino, un recorrido para descubrir e ir aumentando sin prisa pero sin pausa el miedo, pasando de lo común, a la tragedia para terminar en el terror por lo desconocido que se nos presenta sin duda hacia el final, desvelando los secretos de la película los cuáles nos dejan, como poco, intranquilos.

El ridículo es el peor enemigo de esta película, como sucede en general con el género de terror. Llegado el punto en que uno escapa del agarre de la historia, señala, y se ríe, se acaba la película. El ridículo solo puede ser abrazado y formar parte de la propia estructura, como hace Sam Raimi en Arrástrame al infierno (2009) o Posesión infernal (1981), o evitado a toda costa a través de las imágenes y devenir de la historia, que no debe decaer en ritmo. Esto son exigencias importantes para una película que sigue la estela de The Witch para intentar dar una vuelta al género, exigencias que cumple justamente.

Una película imprescindible para los adictos al género, que da esperanza a lo que los próximos años pueden depararnos y que creo debe recibir una oportunidad al menos por los más casuales, pues podría sorprender agradablemente a algún despistado.
Ramirez13
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