Película de animación cien por cien familiar sobre conseguir en la vida las cosas que creemos imposibles (que nunca lo son), el mundo de los animales y la fantasía en su máximo esplendor.

De una historia aparentemente singular y previsible, Netflix produce magia, originalidad, ternura, personajes encantadores y un claro mensaje que siempre es necesario.

No está a la altura de el mounstro marino u otras producciones animadas de la plataforma, pero la recomiendo.

Se podría decir que es inevitable compararla, lo entiendo, pero no hay otra como la legendaria cómo conocí a vuestra madre, no se pueden comparar, ni con friends, ni con cualquier otro sitcom, por favor, cómo conocí a vuestra madre es única en su especie, no habrá otro Barney, ni otra Lily, ni otro Marshall, ni otra Robin ni otro Ted.

Sin embargo, Como conocí a vuestro padre puede parecer otra serie más con un buen reparto pero no lo es, tiene humor, los personajes tienen carisma, es fresca, moderna, las historias molan, hay diversidad, el formato es bastante similar, ¿Qué más se puede pedir?

Recomiendo verla sin prejuicios, sin esperar gran cosa, y veréis como se le coge cariño a los personajes, os engancháis a las historias y os echáis unas risas.

Dios, la original tiene 208 capítulos, si la echáis de menos haced como yo y mirad los capítulos repetidos otras mil veces más, pero no veáis esto esperando ver a Ted porque aquí es Lizzie.... digo, Sophie quien busca el amor entre una generación más moderna y con mas dificultades para encontrar una relación seria.

Poco hay que decir de este documental.

Cualquier fan va a disfrutar de la magia y el cariño que hay en este largometraje que rinde homenaje no solo a las películas en sí, si no también a la relación de los actores desde pequeños hasta llegar a la madurez.

Flashbacks emocionantes, escenas desconocidas detrás de la cámara que reflejan lo más bonito de la profesión, el gran trabajo de los directores y mucha magia. Los que hayan visto todas las películas en el cine según su estreno lo disfrutaran el doble.

Merece la pena solamente para ver las escenas tan admirables que ensayaban los protagonistas de pequeños. Su compromiso, ilusión, entusiasmo, inexperiencia... si, unos críos de diez años consiguieron cambiar el mundo.

Una vez más, gracias J.K Rowling.

Cuando salió la noticia de Marta del castillo, muchos de los que vemos ahora el documental ni siquiera habíamos cumplido la mayoría de edad. Puede ser que marcase un antes y un después en la vida de muchos que seguimos con atención los telediarios para saber si esta vez si era posible la aparición del cuerpo.

Paula Cons hace un trabajo excelente en este documental. Se trata de un thriller real, muy bien trabajado, tratando un tema serio y mediático con mucho tacto y verdad.

Podemos ver una familia angustiada y dolorida, exponer sus sentimientos, pasear delante de los asesinos de su hija para declarar, buscar el cuerpo con sus propias manos, observar desde el puente el amplio río Guadalquivir confiando en la diminuta posibilidad de que en un sus aguas tan oscuras y turbias sea posible encontrar el cuerpo de Marta incluso semanas después.

Esto no es oportunismo, no es una ideología, es una forma de contar la historia completa, sin saltarse ningún detalle, es un resumen de las mentiras que cuentan los asesinos a los superiores sin inmutarse, es una prueba de como la ley puede contradecirse a si misma, ¿En serio puede alguien criticarlo? Bueno, pues si, igual que pueden tantas personas de un barrio de Sevilla encubrir un asesinato y reírse de la justicia.

Si te encuentras con un dragón que puede concederte tres deseos, ¿qué le pedirías? Sin ninguna duda, más películas de animación distribuidas por Netflix que sorprende con este largometraje con una historia ya contada y aparentemente repetitiva pero que acaba sorprendiéndote.

La historia trata sobre el joven Din, un joven de clase trabajadora como los tantos que hay que se dedica a estudiar y a repartir comida a domicilio mientras que no para de pensar en la chica que conoció cuando era niño y no deja de preguntarse si algún día la podrá volver. Su vida cambia cuando se encuentra con un dragón que está dispuesto a concederle tres deseos.

Los personajes son todos encantadores, el guion sorprende a pesar de ser predecible hay muchos gags que funcionan, momentos emotivos y escenas de acción muy bien llevadas.

El dragón es la hostia y además es rosa (me ha sido inevitable acordarme de Mushu de Mulan, no se por qué), lo único en lo que piensa es en complacer a Din con el objetivo de que pida sus tres deseos para poder ascender al más allá.

Lo recomiendo para los que echéis en falta ver una animación fresca y que se aleje del resto de clichés.