Muchas gracias por este documental a su directora, por emprender este proyecto reivindicativo y revelador. El filme es un testimonio espontáneo y nada científico de la situación de algunos emigrantes españoles en Edimburgo. Encontramos pocas cifras pero muchos, muchísimos sentimientos. Destacaría especialmente la banda sonora, la cual pone los pelos de punta en las escenas más emotivas. Y, a pesar de que pueden resultar repetitivas las escenas de testimonios y de que a veces parezcan algo inconexos, a los que hayan vivido esta situación les hará emocionarse y reflejarse en las historias de sus protagonistas y a los que no… les abrirá los ojos a una realidad que no ha de pasar desapercibida.