Ya he visto varias películas colombianas donde se muestra el conflicto que vivimos hace más de 50 años, lo cual no es una novedad. Lo novedoso es que en estas películas (ej. La pasión de Gabriel), se puede sentir la angustia que produce el conflicto, sin necesidad de ver escenas escabrosas. Otro mérito que le veo a la película es que no tiene nada de "panfleto", muestra el daño que hacen los unos, los otros y los demás. Aunque me pareció un poco lenta, el final me dejó con el corazón encogido. Y me pregunto si alguna vez veremos estas películas como vemos ahora las de las Guerras Mundiales, como hechos que PASARON y nos solidarizaremos con el dolor de los que se afectaron directamente pero con la tranquilidad de saber que es un capítulo superado.

Hermosa y sensibilizadora película. Acudimos no sólo al drama de los inmigrantes sin papeles (detesto la expresión "ilegales") en USA. Vemos la transformación del profesor a través de su interactuar con la pareja, especialmente con Tarek. La relación con la madre es hermosa, como va naciendo ese sentimiento tan humano y necesario. Definitivamente la soledad, síndrome de nuestros tiempos, no debe ser la opción.