¿Cómo es posible que una historia pueda aburrirte y encantarte a la vez? Eso es lo que ha conseguido el señor Lynch conmigo. Imagino que Lynch y Disney no son buena mezcla pero el resultado es bueno y malo; simple y complejo; tierno y soso...

Brutal, grotesca, siniestra y absurda. Pensaba que sería algo así como no lavarse los dientes durante una semana pero eso es quedarse muy corto. Más bien es como arrancarse los dientes uno a uno sin anestesia y disfrutar de ello. Disfrutar de la angustia, disfrutar del vómito, de la sangre y del dolor. Efectivamente, no es una comedia romántica...

A pesar de ser un poco reacio a ver una película donde el Director era el mismo que el diseñador de mi gafas, tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente. Algo lenta a veces, con una estética perfecta y una historia (o dos) con un final esperado y adecuado a la vez.

Película tranquila, sin demasiadas pretensiones pero desde mi punto de vista, brillante. Entrar en el dolor del amor es algo muy recurrente pero hacerlo desde colores y detalles con un reparto que no conocía me ha gustado mucho, bastante, sorprendente.

Entre película de Antena 3 un Sábado por la tarde, una obra de teatro y una película casi buena. El tono de comedia y drama hace que te enganche (por los toques cómicos), no lo suficiente, sí lo necesario.