Expareja cántabra viaja a Marruecos con la madre de ella tras el fallecimiento de su marido cuyo último deseo es recoger y llevar a Cantabria un barco que estaba amarrado en una localidad de nuestros "adorables" vecinos. Todo "pintaba" bien, y más con gente como Julián López y Michelle Jenner, pero como es constumbre actual, todo es lamentable.

La familia refleja una típicamente pija, rancia y xenófoba (pero en la película se tiene que decir la palabra racista porque si no, no cala el mensaje) así como el resto del pueblo donde viven, tanto que la madre parece una imitación barata de Carmen Lomana. El personaje de Julián López intenta reconquistar a su ex pero acaba casado y enamorado, oh, sorpresa, de la protagonista marroquí que entra como ilegal en España y tiene que luchar contra las críticas y miradas de los españolitos fascistas, pobre, enseñándonos así cuán bonita es la multiculturalidad y qué guais son las costumbres marroquís e islámicas (que se lo digan a los suecos), como lo de que la que se casa tiene que ser virgen (igual de asqueroso que con los gitanos), todo muy respetuoso con las mujeres, pero como son sus costumbres hay que respetarlas mientras hay que luchar contra el heterofacharcado español. Una hipocresía y doble moral típica en el cine zurdo. En definitiva, una película que de no pretender el adoctrinamiento del personal, habría sido entretenida, y eso que nada tiene que ver con sus dos predecesoras.

El objetivo está claro: dinero público (como los 28 millones de euros destinados a comprar a Broncano para TVE) para hacer una película con la intención de dulcificar la inmigración ilegal y la imposición del islam en España/Europa, porque ese machismo y misoginia sí que es bueno, no como el que reina en España por culpa del malvado varón blanco heterosexual.

Qué tiempos chunguísimos estamos viviendo y la que nos espera.

La muñeca Barbie comienza a tener sentimientos anómalos un día de repente en un mundo en el que todo es maravilloso y es controlado por las mujeres (siendo los varones meras comparsas). Le dicen el problema y decide ir al mundo real junto a Ken, donde descubre que las pobres mujeres son seres de tercera categoría, qué digo, de cuarta, y claro, Ken queda maravillado pensando que es un mundo ideal que puede importarlo para el mundo Barbie y transformarlo en el mundo Ken..

Me ha costado ponerme a verla, pero había que verla para ponerla verde. Qué se puede decir de esta película más que es un documental de ideológico (ya sabemos cuál, no se puede decir por la censura). La sarta de estupideces que se dicen en la película y la manera de plasmar el mundo real no trae nada bueno, nunca lo ha traído, y Barbie no es más que otro producto para imponer la agenda feminista y la Agenda 2030. Eso sí, también es un publirreportaje de Mattel para vender su producto, una muñeca que hasta esta película para las de esa ideología totalitaria era un símbolo del capitalismo y del heterofacharcado, curiosamente ahora es lo contrario.

Lo único rescatable de la película son Margot Robbie y Emma Mackey porque están tremendas, y lo mejor, Ryan Gosling, aunque duele ver que un actor así se vende a estas ideologías.

Médica esteticista es despedida por las artimañas de su empresa pero que termina felizmente. Me interesaba por Hugo Silva y Quim Gutiérrez principalmente, y bueno, me ha sorprendido la serie, no me ha encantado pero me ha entretenido al final... La historia parece muy manida: típico escritor (Hugo Silva) en crisis de creatividad y su novia (Elena Anaya) a la que le sale todo mal sin merecerlo y en principio es engañada por su compañero (Quim Gutiérrez), pero siendo además pocos capítulos en una serie fácil de ver, aunque empieza algo lenta y/o aburrida.

Peeero, como siempre y tristemente vemos en estos años tenía que tener su dosis de ideología, sobre todo reflejado en el hijo del personaje de Hugo Silva, el cual tiene como pareja a une novie, como dice esta gente hiperideologizada, porque claro, la familia no podía ser normal, no, y más si parte de los "creadores" de la serie es familia de Pedro Almodóvar y dos directoras mujeres... En fin...

Hijo de familia pija se va a casar con hija de familia pobre. Todos esperamos lo típico, y que en parte ocurre, es decir, que hay choque de ambientes y que se llevarían mal pero al final todos se llevarían estupendamente... Y sí pero no, el objetivo de la película no es ése, sino imponer más ideología femin-azi, es decir, varones españoles machistas (y más si tienen pasta) mientras mujeres y los de fuera son personas maravillosísimas.

Pero bueno qué se puede esperar cuando la directora es mujer feminista (por no decir algo más grosero), no hay más que echarle un vistazo a su currículum dirigiendo, incluida la serie "El Cid", cuyo actor protagonista (últimamente bastante crítico con el gobierno... Ha visto la luz) llegó a decir que había hecho un Cid Campeador muy de izquierdas, cuando el personaje es del siglo XI. Llegados a este punto no podemos esperar nada bueno, y más siendo películas pagadas por todos los españoles.

Lo único que se salva en mi caso son algunas situaciones que me han provocado la risa, sobre todo de alguien de quien no me esperaba y que me hace gracia a veces en la serie "Entrevías", José Coronado. De no haber metido ideología vomitiva en la películá, habría sido una comedia más, pero que te sirve para entretenerte durante una hora y media pues la historia en sí se presta a ello.

Chico malote maltratado por la vida llega a estrella de la NBA tras quejarse y superar impedimentos... Vamos, la historia de siempre. Dicho esto, no hay por donde coger la película. Si nos centrásemos sólo en el guion, dices, "vale, la americanada típica que me entretiene durante una hora y media", pero es que es insoportable y desesperante la imposición de la ideología woke (en EE.UU) o pijoprogre (en España), y es que desgraciadamente en casi todas las películas de hace poquísimos años para acá, no hay una sola pareja heterosexual en condiciones, no hay más que el típico negro con una blanca, o un blanco con una negra... Pues bien, no sé si es cosa de Adam Sandler o se lo han impuesto, pero, por supuesto, su mujer tenía que ser negra, y su hija más negra que el carbón siendo su padre más blanco que la leche. Y pretenden que esto pase como algo normal, dado que se persigue acabar con la "raza" blanca, algo que he denunciado en varias críticas. Qué asco.

Y bueno, ya la repanocha es el entorno. Resulta que el protagonista es un español que vive en Mallorca, cuando Juancho nació y ha vivido en Madrid, y menos mal que habiendo sido jugador del Real Madrid lleva una mochila con el escudo que se ve en varias ocasiones, pero no, han tenido que situarlo en Mallorca que parece más el Bronx, con las situaciones típicas de disputas de partidas de baloncesto en canchas de barrio apostándose dinero. Pero es que aparte de parecer cualquier barrio peligroso de Nueva York, españoles casi no hay, la inmensísima mayoría son iberoamericanos y negros, aparte de que lo curioso es cómo un estadounidense cerrado que no tiene ni idea de castellano es capaz de dialogar con toda tranquilidad con españoles que no saben inglés. Una nota curiosa es el autobús al que se sube el protagonista, es algo que no existe, pero bueno, después de ver los encierros de San Fermín en Sevilla en una de las películas de Tom Cruise, uno se puede esperar cualquier cosa, dado que tienen que hacer creer a los estadounidenses que España está por América y que es un país ultramegapobre, y que el castellano que escuchan en las calles proviene de México.

En defintiiva, lamentable.

PD: me hace gracia que los que han hecho la ficha de la película, ponen a Felipe Reyes y otros jugadores de baloncesto, al selecionador Scariolo, etc., como actores, jajaja.