“Mira la economía idiota”. No recuerdo a que secretario de estado le fue dirigida esa frase, pero fue una de las emblemáticas del gobirno Clinton, y el mundo se ha convertido en eso, “cosa de mercado”, de economía macro y de números estadisticos en azul como indicadores de bienestar, sin importar lo que sucede a niveles micro (de la gente que compra). Las financieras de crédito y el inhumano sistema de cobro es la importante crítica de trasfondo que nos deja en esta nueva cinta de Lioret a quien ya apreciamos con “Welcome” y “Esta todo bien, No pasa nada”. La historia principal trata del desdoblamiento de la vida de Claire, que de la nada descubre que está seriamente enferma y debe resolver su resto. Un drama tratado con eficiencia, muy buena musicalización y fotografía, basado en la novela de Emmanuele Carrére. Excelentes interpretaciones de Vincent Lindon (“Welcome”) y Marie Gillain, nominada al cesar 2012 por este trabajo

Despues del relativo fracazo de “Las Cenizas de la Luz”, Majidi vuelve al personaje común iraní en su entorno marginal. En este caso, su actor fetiche Mohammad Amir Naji, le da tanta vida al atormentado Karim, que lo lleva a ganarse sendos Premios de Mejor actor en Festivales importantes como Berlín y los Asia Pacific de Australia. La musicalización está a cargo de Hossein Alizadeh, quien ha regido importantes títulos iraníes, entre los cuales destamos las bandas de “Gabbeh” de Mohsen Makhmalbaf, “Hora de Emborrachar Caballos” y “Las Tortugas también Vuelan” de Bahman Ghobadi, y “Es Invierno” de Ralfi Pitts.
La película viaja en lomo de una moto por el congestionado tráfico de Teheran, así como por campos agricolas y desérticos. Se muestra una peculiar granja de avestruces, las pilantrices de chipilines y una diversidad de situaciones de la correría diaria de Teheran y alrrededores. También esta presente la habitual corredera de agua del cine de Majid. No será una obra maestra, pero es una película fresca que disfruté mucho viendo.

Que convertidos ni que caramba. Cuando una película es mala, es mala. Este señor Lars me tuvo la primera hora pensando que alguna cosa iba a suceder, y yo me estuve comiendo el cuento de la alta cotación de la crítica.
Lo que más irrita es el gentío que ve genialidad por tras de imagenes depresivas. Por favor, van a ver la trilogía Quatsy y se curan de esa respingación de imágenes.