Excelente, maravillosa, espeluznante. No apta para menores: los gustos terroríficos -y hasta con un toque enfermizo- del director no hacen de ella una película para niños.

Qué estupidez de película. Se les olvidó el guión, vaya por dios, y todo lo que tenemos es una acumulación de escenas desagradables y tontas, filmadas en blanco y negro para dar el pego intelectualoide. Sin tantas pretensiones, es la misma receta de, por ejemplo, un "Alien Covenant": amontono escenas efectistas una tras otra, que da igual; el público de hoy, que no ha sido educado con la visión de lo que es un guión, ni se entera. Tiempos aquellos en que un Billy Wilder se trabajaba los guiones al segundo y cada toma estaba pensada al milímetro. Qué desastre, por favor.

Las películas de los hermanos Cohen son siempre un conjunto de acordes disonantes y, o se las acepta así, o no hay nada que hacer. Por mi parte, me habría quedado con "Muerte entre las flores", o tal vez "Fargo", para un Oscar. En cualquier caso, como por algún lado merecían recibirlo, bienvenido sea. En cuanto a Bardem, no me gustan los personajes lunáticos que Hollywood parece adorar, pero hay un par de miradas impagables (la última que dirige al pobre tendero del principio, aquélla con la que saluda al asesino a sueldo que le busca subiendo la escalera del hotel) que demuestran un oficio y un destello de genio inusuales -por desgracia- entre los actores españoles. Esas dos miradas extraordinarias valen el Oscar sin duda.

Parece difícil, pero esos tíos lo consiguen cada vez: sino superarse (porque el listón está altísimo: se lo han puesto ellos mismos altísimo), al menos emocionar, hacer reír, disfrutar... Una maravilla de película (y un corto previo, "Día y noche", absolutamente genial): con un principio trepidante a lo Indiana Jones, la película es tierna, divertida, ingeniosa, con algún momento de un poco de miedo (nada que ver, sin embargo, con esa otra película genial que es "Los mundos de Coraline", cuyo único defecto es que no es apta para menores: con ésta, un miedo justito), otro de lagrimita sentimental... Sobre todo, al margen de su virtuosismo técnico, la otra característica que hace que en esta liga de los dibujos animados esté, por un lado, Pixar y, por otro, todos los demás, lo que hay es un guión trabajado y cuadrado, que divertirá a los niños y no aburrirá a los padres.

Me ha recordado otra película de "sociología extraterrestre" -a saber, "Alien nación", pero mejor: mucho más irónica, más dura a la vez. Muy conseguido el formato de reportaje de buena parte del film. Encantador el racismo "inocente" del protagonista -que hace más fuerte su traición final-, así como su acento en la versión original, sin doblar.