Es domingo y necesito encontrar una película que se pueda ver comiendo palomitas. Ya el trailer no prometía demasiado, pero eh, es David Fincher, interesante iba a ser seguro. Y después de 150 interminables minutos salgo del cine con la rabia acumulada de quien ha perdido 8€ y dos horas de su vida.

Menudo torro, culebrón de los peores, morbo servido en una trama predecible y tan evidente que no paras de preguntarte... de verdad esto es Fincher?

Es una película que considera al espectador un imbécil, sin capacidad para hilar hechos ni siquiera pensar. Todo bien mascadito por si no te enteras y te lo repito una y otra y otra vez. Ahora te cuento la versión de él, luego desde el punto de vista de ella... Es exasperante.

Intenta ser una crítica a varios niveles hacia las relaciones de pareja, la sociedad americana zombi de lo que le cuenten los medios de comunicación y las tremebundas consecuencias de que el juicio suceda en la calle y no en los tribunales. Pero todo es tan arquetípico, tan tópico y a la vez tan surrealista buscando el morbo fácil, que más bien se parece a un telefilm de las 3'30 que un intento de despertar a sus compatriotas del letargo y la hipocresía en la que se hallan sus vidas. Es una película vacía, con personajes vacíos.

A la plana y simplona construcción de los personajes se une la patética actuación de Ben Affleck que mantiene exactamente la misma cara de idiota toda la película. Ni un atisbo de cambio ni evolución. De persona acorralada y destruida por la presión social y mediática al marido traicionado con ansias de venganza. Siempre la misma cara.

No entiendo cómo la crítica ha podido ser tan benevolente... coge fama y échate a dormir.