Aunque parte de una idea buena y consigue perfilar muy bien ese tipo de personalidad neurótica que sufre el protagonista, el ritmo terriblemente lento al que se desarrolla hace que se te olviden los momentos brillantes mientras miras el reloj pensando ¿cuando terminará esto?. El acelerado final no consiguió borrar la sensación de pesadez que se había ido apoderando de mi. Aunque esta película tenga cosas grandes, están inmersas en una niebla tan densa que es probable que se te quiten las ganas de descubrirlas.