Totalmente eclipsada e infravalorada, tuvo la desgracia de dar a luz un año después de la enorme (pero no tan enorme, jiji) Rey León. Esa fue su mayor desgracia, pienso yo.

Me produce un tremendo dolor ver un triste 5,9 de nota para esta historia real llevada a cuento, dándole vida en forma de animación y de bello sonido. Las canciones tienen un mensaje que ninguna otra bso de Disney ha tenido (y se ha acabado) ("Te crees que es tuyo todo lo que pisas, te adueñas de la tierra que tú ves...") ¡Por favor!

Recuerdo que cuando la vi en el cine con 12 años estuve toda la película pegada al asiento, ausente de todo lo que me rodeaba y con los ojos como platos y las orejas bailando de alegría. En ningún momento la comparé con el Rey León, ni con cualquier otra. Me produjo unas sensaciones tan dulces... tan místicas.
Quizás sea que me dieron en mi talón de Aquíles con este tema de amor y distancia.
Los tambores de los primeros minutos me siguen poniendo la carne de gallina, me adentran en un pueblo que me ha atraído desde pequeña ("... con el ritmo del tamboor") ¡Por favor!

Para qué alargarlo más: ¡desde los 12 años he querido ser Pocahontas, me encanta!, aunque, yo, me hubiera ido con John Smith, pero claro, Disney hizo lo correcto (y lo real) rompiéndome el corazón, para siempre.



PD: el mayor error que cometí y el mayor error que cometieron fue hacer una 2ª parte. Para mí no existe. ¿Cómo? ¿Qué? No existe.

Mi hermano y yo vimos esta película repetidas veces entre los 7 y los 11 años, nos encantaba y solíamos cogerla en el videoclub muy a menudo. Recuerdo que también pudimos ver una especie de "como se hizo" en la televisión que nos alucinó (jeje)
Es una de esas películas que tengo especial cariño porque crecí con ella, está hecha para niños y marcó una etapa en mi vida.

Lo que no se puede pretender es comparar esta película con otro tipo de películas, dirigidas a adultos y criticándolas a los 30 años.
Hay que transportarse en el tiempo y recordar cómo te sentiste tú al verla de niño.

Creo que por los recuerdos que tengo, por la nostalgia y, aún sabiendo que no es una buena película, a veces puede más el corazón.

Se ve muy bien, en un principio parece una película de esas de los sábados por la tarde. Y es para los sábados por la tarde pero la historia no sólo entretiene, sino que interesa. Se sitúa en una época, (vivan los 60), se lucha por un sueño, se persigue un sueño y eso siempre es interesante.

Tiene buenas frases, un personaje principal con personalidad y genio, Drew Barrymore lo hace bien y le sienta bien.La vida de Bev no es ningún camino de rosas, pero es muy cabezota y no va a parar hasta conseguir lo que quiere.
Lo mejor es la relación del niño con la madre y cómo ella desde tan joven, afronta su realidad, se sobrepone y sigue luchando sin pedir ayuda, madurando deprisa.

A veces, la vida te lo pone difícil y te hace ir por el camino largo, dar un rodeo.

Mi mayor sorpresa ha sido ver este documental y descubrir que está narrado por Maribel Verdú y José Coronado en primera persona, es decir, como si ellos fueran el pingüino hembra y el pingüino macho. Parece mentira que sean actores.
La narración hace que esta maravilla de documental que nos descubre el por qué de El Viaje del Emperador y sus grandes dificultades para alcanzar su meta, tome un matiz algo ridículo.
Aún así, recomiendo verlo (quizá mejor en VO) por sus sorprendente y detallada fotografía, por el gran descubrimiento de este viaje, de sus protagonitas y porque te hace valorar mucho más a este curioso y luchador animal (¡de pájaro tonto, nada de nada!)

Un hombre encerrado en su sótano de revelado sueña despierto y hace con su imaginación todo lo que la realidad no le permite. Un amigo al que no conoce en persona le da la posibilidad (errónea) de viajar y darse el valor que merece y necesita.

Una fotografía impresionante, acompañada de buena música, un viaje que despierta las ganas de aventura y una fantasía que supera a la realidad, para los que nos gusta sacar los pies de la tierra. Todo puede ser posible si eres valiente.

Una película llena de valores. Disfruté