Al fin vi la película, tenía ya muchas ganas, tanto oír y oír hablar de ella hizo que me picase la curiosidad. Así que después de escuchar las alabanzas divinas que todos le profesaban no me quedó más remedio que ir a comprobar su magnificencia empíricamente.
Y bien, la cosa no estuvo mal. Las navecitas americanas muy chulis y el mensaje hippie igual de interesante. No voy a menospreciar en ningún momento el trabajo de cientos de profesionales durante quince años en este proyecto. No me quejo de la tecnología, no, eso ha estado muy bien. Pero aquí viene la gran pregunta: ¿por qué si se invierten tantos miles de millones en esta película no se puede destinar una pequeña parte para que el argumento no sea tan sumamente escaso, sencillo y predecible? Me dio la sensación de haber visto esta película antes, los mismos personajes planos, el mismo malo malisimo que no cambia, los americanos-ogros, los indígenas buenos, la misma trama de siempre... es como una mezcla de los Pitufos, Atlantis, Pocahontas y cualquier peli de guerra americana.


Sinceramente, si esperaís ver la anunciadísima película del siglo que va a revolucionar la historia de los medios audiovisuales no vayais a verla. Hacedme caso, dejad a vuestra imaginación que trabaje, es lo mejor que podeís hacer, convertirla en un bonito recuerdo de lo que pudo haber sido. Porque si vais os vais a llevar el mayor chasco de la historia. No me cabe en la cabeza como la película que ha costado una cantidad de dinero que podría sacar a varios países de la miseria me venga con mensajes ecologistas aniticapitalistas y antiimperialistas. No me lo explico, será porque las ansias de dinero y la hipocresía de nuestros queridos amigos ejecutivos de Hollywood ni tiene ni tendrá límites jamás.

Acabo de entrar por la puerta y lo primero que he hecho es buscar en el Spotify su banda sonora, intentar descargarla, encontrarla, conseguirla. Quiero más de esa película. La música en sí ya es maravillosa, los temazos que componen la banda sonora (la mayoría de ellos versionados por la protagonista) hacen que merezca la pena. Desde Björk a Queen, pasando por The Pixies.

Necesitaba escribir sobre ella, desmenuzarla, halagarla, criticarla y cuestionar el porqué me ha impactado tanto. Esperaba una película de acción, con minifaldas y videojuegos, pero no ha sido solo eso. Generalmente suelo aborrecer esta clase de historias. Los tiros y la violencia extrema siempre me vienen de más. Soy más de películas reflexivas, dramáticas o algo más independientes. Aquí una de las pocas excepciones que logran conquistarme. El director se encarga de seleccionar los ingredientes perfectos extraídos del mainstream colectivo a raíz de décadas de realidad virtual y audiovisual. Los agita todo bien y logra un cóctel imposible.

Ambientada en sueños y paranoias creados a partir del subconsciente de la protagonista logramos introducirnos en un mundo de ensueño y fantasía. Para ello se ayuda de los efectos especiales y la fotografía más espectaculares que se han visto en mucho tiempo. Creo que es la primera vez que hubiese estado dispuesta a pagar más por ver una película en 3-D. Incluso más que Origen. El argumento puede ser acusado de inverosímil o absurdo, pero debemos entenderlo dentro de su contexto, que es donde logra toda su credibilidad y grandeza.

Los guiños y los calcos a videojuegos y películas son tan constantes y descarados como sutiles, al estar marcados con detalles propios de la historia. Deducimos que Snyder se ha pasado muchas horas de cara a la pantalla, pero alabado sea por ello. Muchos calificarán esta película como una película para frikis o para hombres, incluso machista. Yo la calificaría incluso de feminista, mujeres que dicen basta y salen a intentar cargarse a todo el que se les ponga por delante. Es la historia de como la mente puede ser la única arma, el último recurso cuando ya sabes que no queda nada. Son metáforas y ensoñaciones sobre como rebelarse en un mundo casi apocalíptico, en una mente perdida e inestable, cuyo único recurso es jugárselo todo a una carta.

Admito que hay escenas que pueden parecer ilógicas o carentes de sentido, pero no nos olvidemos que vemos a través de la mente de una enferma. Además, es de esas secuencias en las que el argumento deja de importar para dejar paso a las emociones. Solo por los efectos y la ambientación ya valen la pena. Así que no pienses en ello y simplemente DISFRUTA.

En conclusión, si te gustan los videojuegos y las mujeres que van más allá de sus límites, esta es la película.

No ponían nada en el cine, a la hora que llegamos esta era la única que parecía minimamente decente. Tal vez fuese porque no había oído hablar nunca de ella, le di una oportunidad, las películas desconocidas siempre sorprenden. Lamentablemente que esta lo hiciera para mal. Aunque sinceramente, no me arrepiento, difícilmente me hubiese reído tanto con otra película. Los detalles de esta obra maestra del cine de sábado-tarde-en-tele-cinco de serie B no tiene precio. Las apreciaciones y matices que se pueden hacer de cada escena son infinitas, al igual que las carcajadas que vais a experimentar si tenéis un mínimo sentido crítico.

El protagonista me deja fría, me hacen gracia sus tatuajes hechos con boli Bic, que quereís que os diga..., las escenas de acción en las que parece que vayan a desmontarse los decorados, los diálogos escritos por un crío de 6 años,...¿ queréis más?

En conclusión: Ni se os pase por la cabeza pagar para ver esto, Solomon Kane = BAZOFIA

No me dice nada, la protagonista me resulta idiota y cargante a partes iguales. No consigo sacar NADA en claro del argumento. Lo único destacable de la película es el tema principal de la banda sonora, para recordar, al igual que algunas situaciones de la patizamba Poppy comparte con su amargado y excluido social profesor de auto-escuela. El resto de escenas, sinceramente, me dejan bastante fría, incluso en algunos momentos la simpleza del personaje me provoca vergüenza ajena y ganas de que termine una escena tan estúpida.

No obstante no todo van a ser cosas malas, que por algo le he puesto un cinco (y gracias). El diálogo que comparte la chica con su hermana menor y la situación de esta son brillantes, al igual que los momentos en que nuestra protagonista se limita a dejar de hacer el idiota para aplicar su filosofía de vida de una forma mínimamente lógica y coherente al mundo que la rodea. Nos sorprendería y agradaría mucho más si apartase durante más tiempo esa faceta de pava-pava-idiota para dejar entrever como es verdaderamente. Se debería mostrar con más detalle al espectador como se puede ser optimista, realista y alegre sin parecer estúpido, soez, ingenuo y simple.