La protagonista se ha negado a salir de casa, a tener más relación que el contacto con su madre y escasamente con su hijo adolescente. Al hijo le sucede lo mismo, es más, incluso detesta esa situación de caída libre de una madre joven a la que parece que nada puede sacarla de ahí. En las críticas que he leído no aparece, o yo no he visto, la que considero razón suficiente de esa agorafobia de la joven madre. En el viaje de regreso de uno de sus conciertos de rock tuvieron un accidente en el que murió Diego, el padre del niño, y tal vez esa sensación de culpabilidad es la causa de su bloqueo emocional a lo largo de todo este tiempo.

Un hombre perdió a su mujer de la que estaba sinceramente enamorado en un accidente de
tráfico. Desde ese momento su vida se refugió en el negocio y todo lo demás fue secundario, hasta
que en el viaje a la boda de su hijo descubre a Ida, una mujer que acaba su tratamiento de quimio.
Pero para él eso no es lo importante, está enamorado de ella y no le importa ni la enfermedad, ni
verla sin pelo, y no saber cuánto tiempo estarán juntos. Le importa ella y eso es lo principal. En esta película el amor es lo importante.