Esta es una de esas películas en las que tienes que apostar. Nadie te va a recomendar nunca que la veas, pero debes verla. Yo mismo he estado a punto de no ponerme con ella porque tenía pocas puntucaciones, una sola crítica... pero la crítica la ponía por las nubes, y me he decidido a verla.

Y qué película, que historia de amor, que actuaciones de los dos protagonistas. Unas pequenya joya, de esas que quizá poca gente más recuerde, pero que quizá por eso mismo merecen la pena.

Una gran película. No se vuelve pastelosa, sabe ser dinámica y da giros relativamente inesperados con la suficiente frecuencia como para disfrutarla, a pesar de un par de incongruencias de guión. Sin presentar todo un despliegue de técnicas de cárama geniales como otras peliculas koreanas, consigue ser emotiva y romántica.

Mi abuelo podría haber sido ese muchacho en 1936. Una película para llorar recordarndo la España que pudo ser y no fue. Que no fue por la ignorancia, por el odio, por el rencor y por la religión, siempre recelosa de la libertad.

Encuentro estas peliculas (la primera de esta trilogia seguia un patron similar) a la vez unas obras maestras del cine, con los juegos de camara sublimes del cine coreano, y un argumento tan loco como impredecible. Para bien o para mal, todo el mundo deberia ver esta pelicula.

Ya no se ve cine asi. Aparte de la historia, de los actores y su carisma, de la demonstración de todo lo que se puede hacer con poco más que actores hablando en una habitación sin necesidad de efectos especiales, lo que hace especial a esta película es ese movimiento de cámara.

La escena en que Mr. Blonde sale del warehouse en un plano secuencia, no tiene precio. Sin cortes. Todo seguido.Sublime.