Lo más difícil en la vida es hablar desde las entrañas, desde la más profunda libertad, sentirse libre de ser coherente, libre de tener que agradar (aunque hablase en sueños con Kubrick), libre... Ser espectador de "Inteligencia Artificial" me llevó inmediatamente al otro gran hito de libertad de su autor, "E.T.". Si en aquel entonces nos daba igual que un alienígena resucitase, que las bicis volasen, o que las plantas floreciesen por telepatía, ahora parece que nos incomodan saltos en el tiempo de miles de años.
Hay ciertas películas que deberían concurrir en los cines sin el nombre del autor, ya que éste pesa como una losa, tal es el caso, ya que si esta película la hubiese firmado cualquier director novel y prometedor, estaríamos ante una película de culto, elevada a los altares de la ciencia ficción junto con "Blade Runner", "2001" o "Metrópolis". Es una pena, ya que Spielberg es posiblemente el mejor talento visual del cine en activo, y vuelve a hacer gala de ello a base de escenas en las que el diálogo sobra, y por eso casi no lo hay, dejando la narración a la acción y planificación. Siempre las películas de Steven han tenido sus grandes secuencias en momentos prácticamente mudos, y eso, no tengo ninguna duda, es talento del bueno. Pero más allá de ésto y, como comencé exponiendo, no hay mayor gustazo para los que nos sentamos en una sala de cine, que pararse a ver un película en la que se respira en todo su metraje que el director ha hecho lo que exactamente ha querido, que ha sido libre, y que ha sido grande como casi siempre, sólo que en esta ocasión ha sido enorme, pues han pasado los años y el regusto de amargura aún me dura cuando, al final, y de manera muy acertada, pronto sólo los robots creerán en los sueños...

Como fan que soy de Woody Allen, si en la anterior película dejé por escrito mi descontento en esta página, esta vez me veo en la obligación de todo lo contrario.
De nuevo tenemos la oportunidad de contemplar un magnífico desfile de aguijonazos a aquello que Woody Allen controla como nadie, la clase burguesa de Manhattan, es más de lo mismo, nos suena a decenas de películas ya vistas de este director, pero bendito sea, qué gustazo sentarse a reirse de uno mismo.
¡¡Gracias y a por otra!!

El por qué del título es que si os gusta "The Spirit" (hablo del comic), es lo más parecido a él que tendréis y un buen referente que Miller, arrogante Miller, se ha pasado por el culo de Eva Mendes.
Sí, Miller, los bocetos y story board son tuyos, nos los pones en los créditos, muy bonitos...
Sí, Miller, es todo blanco y negro (o casi) con notas de color intenso, ya conocemos Sin City (hablo del comic) y es muy buen trabajo, pero gracias por repetir fórmula, ¡dónde va a parar!...
Sí, Miller, todos hemos vibrado con los monólogos de pensamientos en presente del protagonista, de hecho a todos nos encanta "The Dark Knight Returns" (hablo del comic), que es tuyo y muy bueno, además lo tengo en lugar de honor en la estantería, la de los comics...
Sí, Miller, entiendo tu cabreo por "Elektra" (hablo de la peli) y quieras hacer tus propios engendros, bien por tí... mal por Will Eisner (es que "The Spirit" es su engendro, no el tuyo)...
Y para otra vez no te olvides de poner varios pantallazos de televisión que nos cuenten algo de la acción, eso me ha faltado y te suele quedar muy bien (hablo de los comics)...

Cuando volví del cine fui a mi estantería (la de los comics) y cogí un número de tu excepcional Daredévil, y me puse a leer, una vez reconciliado con tu genialidad, lo dejé en su sitio, es decir, en la estantería de los comics de la cual, señor Miller, usted no tendría que haber salido... y mucho menos para hacer ésto a Will, ¡que es tu amigo, hombre de Dios!...

PD: A los que ésto lean, si no concreto nada de la peli o sus personajes es porque no me acuerdo. Estoy intentando olvidarla y el dinero que pagué por verla lo antes posible.

DIEZ PUNTOS SOBRE VICKY CRISTINA BARCELONA (exceptuando el doblaje, que con su existencia nos quitó matices)

1. ¿¿¿Por qué toda la película, sobre todo la primera parte, parecía
un anuncio de promoción turística del ayuntamiento de Barcelona y
del Gobierno del Principado???
2. La guitarra, ese gran instrumento, ¿¿¿por qué acabé odiándolo???,
hay un record de audiciones consecutivas tanto de Granada de
Albéniz como de Entre dos aguas de Paco de Lucía, amén que la
canción principal, es...
3. Una pena, pero sólo se vislumbró la genialidad de nuestro ídolo en
esa magnífica escena entre Scarlett, Bardem y Pe. Uno se cuestiona cómo habría sido la
película con ese rollo cómico paranoico que sólo se muestra al
final.
4. Hubo un momento, antes de que se fueran a Oviedo, cuando las
invita, que de verdad pensé que iban a parar la película e iba a
salir alguien haciendo un spot sobre Oviedo, sacando el nombre de
la ciudad hasta aburrirte... absurdo...
5. Quién me iba a hacer sospechar que la mejor interpretación de la
película fuese Pe, estarás de acuerdo al ver la peli.
6. Entre estas historias, no se aclara el papel de Vicky, que podría haber
sido una sólida secundaria en vez de un personaje principal cuya
historia no llegaba a interesar nunca (y eso que ella estaba
enorme, lo mejor junto a Pe). El caso es que este era el personaje típico de
película de Woody Allen y parece que renunciaba a él... en fin...
7. No hablar de uno de los trabajos más pobres de
Aguirresarobe... qué desperdicio de un grande... ¡¡¡de un enorme!!!,
qué irritante e innecesario filtro tabaco, ¿a qué venía?.
8. De nuevo, ¿esa velada flamenca en medio del Parque de San
Francisco de Oviedo?, admítase en una película que no pretende ser promoción
turística, pero ésta que en principio parece que conce las
ciudades en las que se mueve... ¡por Dios!
9. Gran momento cuando Vicky cuenta que está haciendo un máster en
identidad catalana y le preguntan, ¿y qué quieres hacer con eso?...
10. Con Allen nunca me ha pasado eso de querer que se acabe la peli, que mala mala no es pero... ¡aburrida!.

En resumen, nostalgia del color y la frescura de la Barcelona de Almodóvar en "Todo sobre mi madre", y nostalgia del Woody de Manhattan, o el de Londres, o el de Venecia, o el de siempre, en suma, qué penita.