Después de ver otras emblemáticas obras referidas a este icónico personaje de la gran pantalla, la película del 33, 78 y del 2005, tenía pocas esperanzas. El principio de la película, tengo que admitir que consiguió esbozarme una sonrisa y hacerme sentir un niño de nuevo. Sin embargo conforme avanzaba me hizo darme cuenta que había sido estafado. Lo único bueno de este film fueron las palomitas aunque les pusieron demasiada sal y tuve que salir para comprarme una coca cola. Después de beber los 2 litros, sentí unas ganas irrefrenables de miccionar con lo cual me perdí por lo menos 20 minutos de película pero eso no me importó porque la trama no daba mucho de sí. En el trayecto al baño se me cayó la cartera y me asusté un poco porque llevaba el bonobús recién cargado y si lo perdía no tenía forma de llegar casa. De repente una mujer muy amable me avisó de que se me había caído la susodicha cartera. No podía dar crédito esa mujer me dejó una nota con su número de teléfono y yo me armé de valor y decidí enviarle un mensaje. Le dije que si quería quedar algún otro día para ver una película, ella me ofertó "Kong: La isla calavera".

Acepté y a la semana siguiente fuímos a verla. No obstante después de ver otras emblemáticas obras referidas a este icónico personaje de la gran pantalla, la película del 33, 78 y del 2005, tenía pocas esperanzas. El principio de la película, tengo que admitir que consiguió esbozarme una sonrisa y hacerme sentir un niño de nuevo. Sin embargo conforme avanzaba me hizo darme cuenta que había sido estafado. Lo único bueno de este film fueron las palomitas aunque les pusieron demasiada sal y tuve que salir para comprarme una fanta de naranja. Después de beber los 3 litros, sentí unas ganas irrefrenables de miccionar con lo cual me perdí por lo menos 30 minutos de película pero eso no me importó porque la trama no daba mucho de sí. En el trayecto al baño se me cayó la cartera y me asusté un poco porque llevaba el bonobús recién cargado y si lo perdía no tenía forma de llegar casa. De repente observé que otro hombre estaba en mi misma situación. El muy amable me dejó 1,45€ para poder llegar a casa. Ante tal gesto, le propuse invitarle al cine a ver la película que él quisiera.

Su elección fue "Kong: La isla calavera" y a la semana siguiente quedamos para verla. Tengo que admitir que tras ver otras emblemáticas obras referidas a este icónico personaje de la gran pantalla, la película del 33, 78 y del 2005, tenía pocas esperanzas. El principio de la película, tengo que admitir que consiguió esbozarme una sonrisa y hacerme sentir un niño de nuevo. Sin embargo conforme avanzaba me hizo darme cuenta que había sido estafado. Lo único bueno de este film fueron las palomitas aunque les pusieron demasiada sal y tuve que salir para comprarme una sprite. Después de beber los 4,5 litros, sentí unas ganas irrefrenables de miccionar con lo cual me perdí por lo menos 40 minutos de película pero eso no me importó porque la trama no daba mucho de sí. En el trayecto al baño se me cayó la cartera y me asusté un poco porque llevaba el bonobús recién cargado y si lo perdía no tenía forma de llegar casa. De repente una anciana muy amable me avisó de que se me había caído la susodicha cartera. No podía dar crédito esa anciana era mi madre ya fallecida, recordándome lo despistado que era y la de leches que me iba a llevar por ello.

En ese momento mi cerebro hizo un "clic", no podía seguir llevando esa vida sin rumbo, esos amoríos tan fugaces, esa despreocupación por el mundo que me rodeaba. Todo era por el bonobús, esa maldita tarjeta roída por el paso del tiempo y la coca. Ahora mi mundo tenía sentido y llegué a esta conclusión: "Kong: La isla calavera" es una putísima mierda.