Bajon considerable con la primera temporada. Esta empieza bien, con personajes misteriosos, buena ambientación, tramas sugerentes, idas de olla (por supuesto) y una amalgama de tópicos de terror enjaulados en el típico hospital psiquiátrico católico. Hay de todo; nazis y sus experimentos, pseudo zombies, lesbianas, extraterrestres, ninfas, le diable, católicos, slashers, posesones... A mí personalmente no me importa que metan de todo, si le sacan partido es mérito suyo.

A mitad de temporada más antes que después empieza a decaer la temporada, las tramas se hacen aburridas, personajes destacados desparecen, te dan igual lo que les pase (es que menudas pajas mentales), se empieza a notar la blandenguería y, esto si que no, no hay terror.

Los interpretaciones correctas. Jessica Lange muy bien; Sarah Paulson espectacular; a Zachary Quinto le viene de perlas el papel a su extraña cara; Cromwell bien como siemnpre; y Lily Rabe la mejor para mí. Los demás bajan el nivel. A destacar la aparición de Chloe Sevigny.

EL resto de elementos formales no voy a discutirlos, siguen la tendencia marcada por su predecesora, y está perfectamente ejecutada.

Uno de los mayores éxitos de la llamada “comedia italiana”, a mayor gloria de sus dos máximas estrellas. De Sica nos aporta un film sólido y convincente a lo largo del metraje, pasando del drama a la comedia, separados aquí por una frontera muy tenue; como la vida misma.

Obviamente, el paso del tiempo es inexorable para todos y es cierto que varios aspectos de la película han quedado anticuados (recursos técnicos, la propia tecnología, interpretaciones, visión de la vida) pero es verdad que se logra una representación realista (no podría ser menos siendo esta cinta uno de los exponentes de la adaptación a las décadas posteriores del realismo italiano) del drama de una mujer en su busca por la dignidad y la lucha por conseguir una vida mejor para su descendencia.

Este neo-realismo rosa italiano muestra, muchas veces caricaturizada, la vida de los habitantes de Italia tras la II Guerra Mundial. Un país mediterráneo, machista, católico, conservador, ruidoso, caótico; en fin, parecido a España (y muchas veces ese cine tiene unos puntos de encuentro muy reconocibles con el cine español de la época, conocido como “españolada”, ay la figura del viejo verde, que gran arquetipo). Dejando las divagaciones, hay que destacar las interpretaciones de Marcello Mastroianni interpretando a un vividor con buen corazón; y, en especial, a Sophia Loren en su apogeo, dando vida a Filomena, una prostituta que luchará para conseguir la dignidad y el bien para sus hijos, una mujer con carácter, rotunda en sus formas y… en sus “formas”. Sólo con su actuación la cinta sube muchos enteros, ya que sin ella la película no tendría el alma que ella le pone a su personaje. Menudo personaje ese, el de la “donna” italiana.

De Sica, sin llegar al nivel de trabajos previos, ofrece una labor sólida en conjunto, en un terreno que domina perfectamente. Buena fotografía y ambientación. La música es música italiana por todos los sentidos, empalagosa pero no por ello no adecuada o molesta. Aunque de todos modos la película tiene cosas bastante mejorables: la relación con los hijos y su reacción ante la madre esta cuanto menos poco trabajada; la historia se podría haber trabajado con mayor profundidad; el maquillaje de Loren de 17 años, no pasa por esa edad ni por asomo, de cuerpo estaba difícil ya que era bastante “jamona” y no es fácil esconde esas curvas con ese tipo de vestuario. Pero bueno, pese a ello, a lo que envejeció y más cosas que ya no me acuerdo, es una película entretenida e interesante para el que guste o quiera ver cine italiano, en particular, y cine, en general.

No voy a criticar a la autora ni su ideología panfletaria, ni la integridad de un director que pasa de un lado a otro como quien se mete rayas y copas un sábado de verano cualquiera, ni de la masa y la individualidad, de la poca calidad como escritora, del ego y del absurdo del grupo ese con sus escisiones y salidas por la puerta de atrás, ni del machismo, racismo, superioridad, terrorismo justificado, del hombre hecho a sí mismo, la libertad absoluta, el desprecio por tus"semejantes", la integridad como valor principal ...

Voy a centrarme en la película, ya que hay muchas críticas (positivas y negativas) del objetivismo, también diré que he leído el libro (me acabó aburriendo bastante, sobre todo por lo artificioso de los diálogos, los personajes cuadriculados y antipáticos, la nula evolución de los mismos, el tufo panfletario y la poca calidad de la prosa a mi entender).

La película me parece bastante mala, si bien tiene algunos puntos que me parecen interesantes como la música, la interpretación de Gary Cooper (le viene al dedo el papel, aunque quizá para seguir con la corriente "riefenstahliana" alguien más joven y atlético como Dolph Lundgren podría haber valido también), el uso de edificios modernos de Frank Lloyd y algún detalle técnico más.

Pero todo lo demás, no me gusta. El resto de las actuaciones malas (aunque con los personajes que tienen tan planos que se va a hacer, además del mal del cine de esa época en la que los actores tienen 30 años más que sus personajes), el guión fluye a patadas, en un momento se planta una elipsis en la que pasan años sin darte cuenta (en el libro también pasa, pero es que la película parece que tiene el turbo metido), esa aceleración no tiene sentido (aunque viendo que el guión es de la mismísima pues me lo explico) parece que se lo quieran quitar de encima, y esto ocurre porque no hay una buena calidad en el tratamiento primero del libro, segundo del argumento y tercero del guión, ergo, la película es un panfleto directo, de hecho, con el discursito (que no comentaré porque estoy tranquilo y no quiero exaltarme, mi agente de la condicional me pide siempre que cuente hasta 10) se podría empezar y terminar la película, y ahorrarte aburriemiento, porque, normalmente, siempre hay excepciones como Novecento, los panfletos propagandísticos son muy esquemáticos, y por lo tanto deben ser breves y directos.

Un globo que se desinfló, no creo que hubiera conseguido alzarse otra vez aunque no lo hubieran cancelado.
Eso sí, los primeros capítulos son muy validos y, probablemente, de lo mejor que se haya hecho en televisión sobre la propia televisión.
Muestra lo que es ese mundo que lucha por los anunciantes a muerte (en los Estados Unidos más que en ningún lado, con tanto grupo de presión que tiene por esos lares) y la dificultad de llevar a cabo un show políticamente incorrecto en ese ambiente.

Los capítulos son amenos basados en un sólido guion y ágiles diálogos, mediante una realización muy televisiva y que ya le funciono al creador en “El ala oeste de la Casa Blanca” nos muestra el día a día en un “late night show” y las relaciones entre los miembros del equipo y con los directivos, diferentes grupos, inversores…
El reparto es desigual, destacan Matthew Perry, está muy cómodo en su papel (es como si viéramos a Chandler en el trabajo), Harriet (Sarah Poulson), Jack Rudolph (Steven Weber) y, especialmente, Amanda Peet, uno de los rostros más perfectos que hay y que no ha tenido la suerte en su carrera que se esperaba. David (Whitford) y Simon Stiles (Hughley) no me gustaron, de hecho consiguieron antipatía de mi.

A pesar del buen inicio, pronto comienza el declive (demostrando que la fórmula de 24 episodios por temporada y mucha independencia argumental por capítulo esta desfasada, si alguna vez fue valida). Relaciones absurdas, amiguismo estúpido, discusiones de besugo sobre teología, política, racismo o patriotismo, exageraciones varias, culebrones aburridos o vidas desfasadas; esto son temas que van saliendo en los siguientes capítulos y que estropean el inicio, además ese tufillo moral muy yankee no ayuda.

Como he leído en alguna crítica cuando sientas que va hacia abajo mejor parar y quedarse son el buen inicio.

Está claro que esta película y sus modos son del jurásico. Entiendo la nota que tiene ya que casi toda cinta vieja pasa a ser clásico y pasa a ser vista con buenos ojos por la mayoría de la gente (entre los que me incluyo a menudo). Su comparación con las películas de más modernas es como cuando se compara al último clasificado en una carrera de 400 m de las olimpiadas (sería un manta) con el último de una carrera de 400 m en las paralimpiadas, en cualquiera de sus modalidades, que todo el mundo alabaría su esfuerzo.

Bueno, pues este film posee un buen ritmo, aprovecha el buen hacer de sus interpretes, director… Pero ese cúmulo de situaciones ridículas y pasadas de tiempo no logran más que generarme la mayor de las indiferencias, quizá no este hecho yo para este tipo de cine, ya que tampoco me agradan películas que ahora protagonizarían Sandra Bullock o Julia Roberts en tono de comedia romántica que se hace desde hace años (equvalente a estos enredos de la screwball).

Aun así reconozco el mérito de la película en su tiempo como evasión para según que gente.