Dejé de escribir críticas aquí hace algún tiempo: al leer las de las primeras páginas de cada ficha alguien ya había dicho, en general, lo mismo que pensaba yo.
Pero en este caso no es así, al menos no con mi enfoque.

Aftersun tiene una muy buena premisa: con el pretexto de unas cintas caseras que alguien se propone revisar, tratamos (junto a ese personaje) de hacer una relectura de lo que pasó ese verano.
Una premisa interesante, sobre todo (sigo con spoilers) cuando uno de los implicados en la historia termina suicidándose.

"Era una persona normal", "No sabía que estaba sufriendo tanto", suelen alegar las personas cercanas a alguien que se quita la vida. Porque aunque la película deja un final de libre interpretación, todo apunta a que ha sido así. Si no, no se explica la mirada de rencor de la hija adulta en el "último baile" con su padre. También pudo haber muerto accidentalmente de sobredosis, o haberse fugado a otro país, no importa. Qué más da saber el futuro si ni si quiera entiendes el pasado. Porque aún con esa buena premisa, la película se queda algo coja.
Por un lado me gusta el simbolismo, el misterio, el ir descubriendo el fondo de los personajes como si fuésemos esa persona que revisa las cintas. Pero por otro creo que las historias deben ser valientes, y aportar algo de luz respondiendo si bien no a todas, sí a algunas de las preguntas que van generando.
Ya sabemos que, aunque trate de ocultarlo, el padre se siente fracasado y está deprimido (Paul Mescal, haciendo su rol habitual de ciego emocional). Lo que no se explica bien es el por qué, el corazón de la cebolla. Lo que te imaginas sirve de MacGuffin, pero se queda soso como conflicto. Por mucho que el padre llore, la hija parece darle mil vueltas identificando y expresando la oscuridad.

Aun así me parece una buena película. Además la niña habla bastante natural y hay encuadres originales con la acción fuera de campo. Algunas transiciones entre escenas son un poco toscas, eso sí.

Tenía ciertas esperanzas puestas en esta película: la sinopsis parecía interesante, el título era sugerente y ha estado nominada a cuatro Oscars. A poco que tengas algo de imaginación, te sentirás estafado: lo mejor de la película es la historia que te imaginas antes de verla, no lo que realmente luego sucede. Tres horas de tedio, destellos de lugares comunes y vacío, mucho vacío.

Para expresar la culpa y el vacío existencial de unos protagonistas que están muertos por dentro no hace falta matarnos a nosotros también... de aburrimiento.
Por otro lado, quizás sea algo de la cultura nipona, de su forma de ser tímida y precavida, pero visto desde occidente, no me parece que los personajes estén bien perfilados o interpretados. Por mucho que una persona esté deprimida o decepcionada con la vida, nadie se pasea por la calle y por todos lados como su fuese un florero. Hasta una ameba transmite más que el protagonista de la película.

A pesar de esto, y de lo que pongo en el spoiler, no la suspendo. La fotografía y las intenciones son decentes. También me ha gustado la última escena del teatro. Por el momento, me seguiré manteniendo alejado de los libros y adaptaciones de Murakami... ¡la vida es corta y el mundo es basto!

Demasiada parafernalia y duración para no contar una mierda. He sufrido en todos los planos en que salían animales reales, así que le planto un 1 como una catedral.

Que conste que mi crítica terminaba aquí, pero para poder publicar necesito más desarrollo, así que ahí va: después del prólogo de los esquimales (que no sé a qué viene a cuento), la película empieza con un protagonista en una especie de crisis existencial. Lo que parece que va a ser una trama de autodescubrimiento, con un personaje que encuentra su vocación o el sentido de vivir, deriva en un triángulo amoroso de dos horas, tan divertido como innecesario.

Todo es frívolo, nada es creíble... un 1.

La película merece más nota que el 4'9 que tiene actualmente en esta web. No es fácil inventarse más tramas sobre un personaje ya entrado en la vejez en la primera entrega y que interesen y tengan sentido. Y lo consigue. A Aurora le siguen pasando muchas cosas, buenas y malas. El tono sí que ha cambiado; ahora es más comedia que drama, rozando el humor tipo "sitcom". Aun así me he emocionado en la última media hora. Hay algo en el personaje de Aurora que me llega: inconformista y obstinada, controladora y valiente, deprimida y compasiva, observadora de la vida... Y de la muerte.

Creía que iba a ser más experimental, lo cual agradezco (que no tengo tiempo ni ánimo para ponerme a desentrañar moderneces).

Aun así el corto carece de la creatividad visual que tenía el director en otras épocas, por mucho que digan. Y no es malo que sea así, está grabada como la historia demanda, que es principalmente un monólogo.
El contenido del monólogo y la historia del corto en general es lo que para mí flojea. La prota está hundida, furiosa. De repente, no se sabe muy bien por qué, ve la luz, y decide que deberá pasar un duelo emocional. Fin.
Si el corto hubiese tratado de ese duelo me habría parecido más interesante que esto. En "La flor de mi secreto", por ejemplo, está mejor desarrollado ese tema. Vale que eso es un largo y esto un corto, pero he visto cortos de mucha menos duración que este que han dado para más.