Para ser sincero, acudí al cine con muchos prejuicios acerca de la película y con ganas de ser muy crítico con ella. Me ofrecía muchas dudas el hecho de que la protagonizara Dani Rovira, un monologuista recién reconvertido a chico de moda del panorama español. Así como también el gran despliegue de medios hecho por Mediaset, grupo televisivo que ha hecho imposible poner la tele a cualquier hora del día sin ser acosado por una cantidad indecente de halagos a la película, incluidos tráiler de diez minutos repletos de chistes, en los cuales, pensaba yo, estaría toda la gracia.

Respecto a Dani Rovira, no podía estar más equivocado, el cine español tiene un invitado inesperado y parece que ha venido para quedarse. Sobre Dani Rovira, que debuta en el cine interpretando a Rafa (o Antxon), descansa toda la trama de la película y no tiene problemas para hacerse el dueño absoluto de la película con su desparpajo importado al cine de sus monólogos.

En cuanto al apabullante intento de Mediaset de situar esta comedia (porque es lo que es, una comedia, que a nadie se le olvide) a la altura de obra maestra del cine, pues evidentemente no hay quien se lo crea.
La película hay que juzgarla como lo que es, es decir, como una comedia sin demasiadas pretensiones más allá de hacer reír, pero eso sí, esto último lo cumple a la perfección. La idea, sacar un sujeto de un entorno conocido y colocarlo en un ambiente hostil donde no debería estar cómodo, no es ni mucho menos revolucionaria, al contrario, podríamos decir que está muy vista, pero aun así la película funciona, y lo hace en gran parte por su sencillez, por no creerse más de lo que es, una comedia romántica basada en estereotipos y situaciones inverosímiles.

Por su parte, el reparto no es brillante ni mucho menos, pero es extraordinariamente cumplidor, Dani Rovira es indudablemente la piedra angular del proyecto, alrededor suyo gira toda la trama, y como ya he dicho antes, cumple a la perfección. Mientras tanto, Karra Elejalde esta enorme, dando vida a un vasco de pura cepa, estereotipado a mas no poder, pero todo y con eso, el personaje más real de la película.

Por último, para mi gusto la película peca de poco ambiciosa cuando se acerca al final, ya que yo eché de menos ver una historia real romántica o profundizar un poco más en la historia padre-hija de Clara Lago y Karra Elejalde.

A pesar de esto último, recomiendo que la veáis sabiendo lo que vais a ver, es decir, ni una obra maestra, ni un guion brillante, ni nada por el estilo. Tan solo una película divertidísima de principio a fin, que no es poco.

Eskerrik asko por todo y agur!

Debo reconocer que tenía ganas de ver la película, en parte para poder discutir con toda la gente que me decía que la película era la pera limonera, y en parte para poder discutir con todos aquellos que decían que la película no era más que tres horas de despilfarro, sexo y drogas sin necesidad de estar justificadas.

Tres horas después, puedo discutir mucho más con unos que con otros. Me explico:

Es verdad que la película es excesivamente larga, que quizás haya escenas repetitivas en lo que se refiere a sexo y drogas, como también es verdad que da la sensación de que puede parecer que hace apología del delito como forma de vida, pero nosotros, el público, somos quien debe interpretar y sacar conclusiones correctas, así que no me parece achacable.

En sentido contrario, hay que decir que la película no es solo eso, la película es un reflejo, y por lo tanto, una crítica feroz al sistema bursátil de Wall Street, que refleja a la perfección con un ácido ápice de parodia (solo un ápice).

La película es también extremadamente divertida, está llena de situaciones rocambolescas, casi surrealistas, a menudo con sus protagonistas bajo el efecto de las drogas (especial referencia a la escena de parálisis cerebral de DiCaprio). ¿Es eso malo? Para que engañarnos, a todos nos gustan los excesos en su justa medida, de hecho, los momentos en que vemos al Lobo del sexo y las drogas, se intercalan con los momentos en que vemos al Lobo de las finanzas, logrando que el ritmo no decaiga en ningún momento y haciendo que las tres horas de duración pasen sin que hayas mirado una vez siquiera al reloj.

La película, es por ultimo un drama. Es increíble como después de todo lo que te han enseñado que ha hecho, al final la película sea tan capaz de encogerte el corazón y hacerte sufrir el drama en que se convierte su vida, hasta el punto que celebras sus “heroicidades” y sufres con sus desgracias.

Por otra parte, el reparto es genial, todo el sequito de Jordan sin excepción está interpretado de manera brillante, pero que no haya excepción no quiere decir que no haya quien sobresalga, y evidentemente lo hay: Jonah Hill en el papel del encantador Donnie está por encima del resto, la química entre él y DiCaprio es innegable y tiene momentos increíbles.

Y después, aparte de todo, esta DiCaprio, si no supiéramos que “El Lobo de Wall Street” está basada en hechos reales, tranquilamente podríamos pensar que es una película hecha exclusivamente por y para Leonardo DiCaprio, de hecho, me cuesta horrores siquiera imaginar un Jordan Belfort que no sea él. No es que DiCaprio este totalmente metido en el papel, si no que DiCaprio es el papel. Desde que la película comienza empiezas a vivir con él, a disfrutar con él, a reír con él, y también a sufrir con él.

En definitiva, “El Lobo de Wall Street” es una excelente película que no solo te gustara, si no que querrás volver a ver.