Desde la primera escena, la película presenta a una familia tipo de los suburbios de los Estados Unidos que el espectador puede percibir que está por vivir una tragedia que cambiará sus vidas de manera drástica. Logra internarse en el mundo de sus integrantes de manera detallista y profundo, tanto en cada uno de ellos, sus conflictos y el desarrollo del vínculo a partir de la pérdida del hijo del medio del matrimonio.
Excelente creación de la psicología de todos los personajes, la diferencia de sentimientos y la manera de afrontarlos entre un hombre y una mujer con respecto a su hijo y la culpa y autodestrucción del hermano mayor.
Destacable trabajo de Michelle Pfeiffer quien entrega su cuerpo al personaje de una madre golpeada por el dolor y sostenida por una fuerza que se mantiene gracias a la existencia de sus hijos y la esperanza de encontrar al hijo perdido.