Película rarita y con una definición compleja. Llega a despistar desde mitad hasta el final. La idea originalmente buena pero me parece deficiente en la ejecución y desenlace.
Buena banda sonora y sobre todo la idea de presentar sueños.
La actriz Julia Sarah Stone va muy bien en el papel, su físico y aspecto está muy logrado.

Comienza con interés y en su desarrollo inicial gana muchos enteros. Desgrana los entresijos de un chica que sabiéndose adoptada no había mostrado gran inclinación por conocer a sus padres biológicos. Se cría en Francia y por azares del destino acaba en Seúl, donde nació.

Casi sin querer busca a sus padres y conoce al padre. El encuentro y su desarrollo es donde más crece la película pero de repente da un salto a dos años después y la película empieza a ser desconcertante, luego otros cinco años más y lo que parece arreglarse va a peor y luego un último año más para terminar de perdernos en nada.

La apruebo solo por sus primeros 45-50 minutos, el resto destroza la película

Mezcla de compañerismo, lealtad, honor y sacrifico. Me encanta el sentido absoluto de la justicia que desprende. El protagonista lo borda y el equipo lo complementa de manera perfecta.
Empecé a verla porque escuché una buena crítica y lo cierto es que me ha enganchado.

Para cualquiera que disfruta del cine esta película es una pequeña joya. Interpretaciones fantásticas apoyadas en una historia bonita, triste y tan real como la vida misma.
Es de una gran sensibilidad y acaba enredándote en la trama hasta sentirite parte de ella y comprendiendo el porqué de como ambos protagonistas toman las decisiones que toman.
Llena de silencios y miradas que lo dicen todo.

Quizás no he entendido bien el propósito de la película. Por un lado está la disección de un matrimonio complejo y como se va sacando a la luz su historia pero por otro está el retrato de una mujer difícil, poco empatica, distante y diría incluso egoísta.
Esperas algún golpe de efecto final pero a mi me parece muy plana y excesivamente larga para lo que quiere expresar. Quizás no he sabido entender las intenciones de la dirección.