Este es uno de sus últimos testimonios de este genial y ya desaparecido humorista "galaico-catalán", como se hacía llamar. Ácido y perspicaz, que llenaba con su verborrea y su presencia auditorios enteros. Aunque era poco conocido fuera de Cataluña, merece la pena descubrirlo o, en mi caso, redescubrirlo. Influenció a muchos otros humoristas, quizás el más conocido a Buenafuente. Y no era para menos, Rubianes solamente necesitaba hablar y un fondo negro, para descargar todo su humor y mala leche, con altas dosis de sexo y palabrotas. Siempre rayando y sobrepasando lo que ahora llamaríamos límites del humor. Pero en eso consistía su genialidad y, quizás, este es la obra que mejor lo sintetiza. Porque detrás de todo ello hay una manera de vivir.

En este caso, su afilada lengua repasa su historia familiar, para desgranar y satirizar sobre la historia reciente de España. Lógicamente, la realización cumple con sus parámetros y se digna, después de una breve introducción, a seguir al actor y humorista sobre las tablas. Tampoco necesitamos más. De veras, si pódeis no dejéis de verlo. No es un cómico cualquiera.

Póngase cómodo, relájese y deje que la voz envolvente y melancólica de Leonard vaya sumergiéndole en su mundo. Así parece que lo hizo Tony Palmer. Se desabrochó el cinturón y se enroló a la accidentada gira europea de Leonard Cohen. La posibilidad de meter la cámara donde le diese la gana facilita ver todo lo que rodea al cantante, poeta y escritor. La gente, su historia, pero también su filosofía ante el éxito, la soledad, la canción y la vida en general. Leonard Cohen en estado puro, cuyo documental es imprescindible para quienes somos seguidores suyos.

Accedí a esta serie después de leer "Diario de un joven médico" un compendio de relatos cortos de Mijaíl Bulgákov, basada en su experiencia como médico rural. Aunque los guionistas introducen significativas variaciones del texto original, cabe decir que son con atino y aportan un bello homenaje a la literatura y vida de Bulgákov, uno de los muchos médicos que decidieron (por suerte) a meterse a escritor.

La serie se estructura en capítulos cortos (algo que, personalmente, agradezco un montón), donde vemos desfilar, con una gran dosis de humor negro, pintorescos personajes (enfermeros, matronas y enfermos) que conformaban la Rúsia rural de principio de siglo donde sucede la historia. La serie, como el libro, empieza cuando un joven e inexperto médico (Daniel Radcliffe) llega a un hospital rural que tiene asignado. En él, se encontrará aislado del mundo y deberá gestionar la desazón y los diferentes conflictos de amor-odio que la ejerción médica le enseñará. En estas disertaciones participa su "yo mayor" (Jon Hamm) -aquí está el punto fuerte de la serie- que parece venir del futuro para mantener surrealistas conversaciones plagadas de humor negro con su yo más joven, que por otro lado, parece poner empeño en no escuchar. De este modo, el médico maduro reflexiona sobre su vida y su pasado, en un ejercicio audiovisual muy interesante.

En definitiva, recomendadísima serie con una buena puesta en escena y con dialogos, a la par que surrealistas, logrados y veraces. Cabe destacar las interpretaciones del dueto y el elenco que los acompaña.

"Wildmed" es un documental que relata la fauna y flora que habitan los bosques mediterráneos de Sierra Morena. Aunque cuenta con secuencias preciosas de la vida salvaje muy logradas (especialmente, a mi me han fascinado las de la caza del azor o la caza del lobo), me ha faltado un discurso más compacto, menos errático. Parece que no haya más hilo conductor que el hecho de que los especímenes que vemos viven en Sierra Morena, y que el documental no nos quiere contar nada más. Que estaría bien, sino fuera porque intuimos que sí que nos quiere contar algo más, acerca la preservación del medio. Sólo parece lograrlo cuando vemos el lobo en acción, donde la locución, nos articula un discurso sólido entorno la relación del lobo, la sierra y los humanos. En definitiva, un documental interesante, que ganaría con un discurso más elaborado, gracias a su calidad técnica.

"Charité en guerra" (2019) es una curiosa prolongación de la serie "Charité" (2017). Tan curiosa, que lo único que se mantiene en pie es el hospital. Uno tiene la sensación que recorre los mismos pasillos, las mismas salas que la serie original, pero todo ha cambiado. Han cambiado sus habitantes, su instrumental y, sobretodo sus ideas. Y es que esta especie de “spin off”, nos cambia la bulliciosa medicina de finales del siglo XIX, para sumergirnos en la medicina del régimen. Si allí todo era luz, aquí todo es algo más oscuro. Algo que, por cierto, la fotografía no descuida.

Pero si cabe apreciar algo aquí es la exhaustiva documentación y el trabajo de guion laborioso, para no caer en tópicos. Hubiese sido fácil hacer una serie de buenos y malos médicos. Pero la serie quiere ir más allá. Aquí todos los personajes, de los más empáticos a los más amorales, de algún modo u otro, son tocados por la administración y el pensamiento del régimen. Todos ellos forman parte de la misma maquinaria y son devorados por esa vorágine. Quieran, o no, zafarse de ella. Todos participan y, en cierto modo, todos son culpables. En especial, se centra en la psiquiatría, la pediatría y la cirugía durante el nazismo. Y, poco a poco, veremos como todas ellas, especialmente, las dos primeras, son herramientas fundamentales para el nuevo orden que quiere imponer el nazismo.

En definitiva, un gustazo para los amantes de la historia de la medicina, como ya lo fue “Charité” (2017), que cuenta con muy buenas actuaciones. Especialmente, intrigante y fascinante la de la actriz Frida-Lovisa Hamann. Además cuenta con una muy buena producción, como cabía esperar, si habíamos visto la primera.