Le he puesto un notable por el estupendo enfoque musical. La temàtica country la envuelve de principio a fìn. Es una pelìcula en la que no te exprimes mucho el coco con la historia, y tampoco hace falta!. Eran los jòvenes de principios de los noventa; aquellas estrellas juveniles llenas de talento que estaban por todos lados entre el rock, los clubes y los flashes, en su camino hacia una carrera seria.

Sòlo por ver al malogrado y entrañable River Phoenix en uno de sus ùltimos registros, merece la pena verla. El country te engancha, veràs a estrellas del mismo como la maravillosa Trisha Yearwodd y algunos de sus temas. Los chicos logran bordar con soltura ¡ya lo creo! las canciones que ellos mismos tocan e interpretan, persiguiendo su sueño de ser estrellas country. Y lo tìpico: amorìos, disputas, sentimentalismo, toques de humor... y mùsica, mucha mùsica.

Absolutamente todos los protagonistas estàn ideales en su rol: una joven Sandra Bullock, Dermot Mulroney, Samantha Mathis (la ùltima novia de Phoenix en la realidad) maravillosa y sorprendente entonando con soltura las canciones, y River Phoenix; esa alma herida y perdida en la burbuja brillante de Hollywood, demostrando al pùblico su "primera" gràn pasiòn que era la mùsica. Su interpretaciòn es desangelada y trasnochada..., no eran buenos momentos personales para èl, y se notaba. Pero es imposible ponerle una pega!, imposible que cayera mal hiciera lo que hiciera; su sensibilidad e ingenuidad le delataban. No como su hermano el (genial) actor Joaquìn Phoenix, que me cae fatal debido a la inseguridad que desprende su oscura mirada.
River en principio nos ofrece un James Wright engreìdo, divo, talentoso..., pero tambièn sensible y profundo... Un joven como cualquier otro de su edad al que se le cae la arrogancia a lo largo de la pelìcula por culpa de esa cosa llamada amor.

A mi sì que me ha gustado!. Siempre la recuerdo por la simplicidad en el màs que rallado tema "Vampiros". El toque Western me ha sorprendido gratamente; un alivio no ver tanta vestimenta antigua y tanto lujo gòtico!. El reparto me ha encantado, aunque reconozco que encuentro descafeinado a Woods en este papel. Un atractivo e irreconocibleThomas Ian Griffith, ideal en su papel de sobrio, imponente y temible vampiro (que tan afeminados y cursis los veo yo siempre...). Sangre y estupendas escenas por doquier en un argumento sin muchas pretenciones..., pero con un espectàculo visual muy logrado.

La encuentro bellìsima estèticamente, con una impactante historia en una atmòsfera de terror que ya caracteriza a este director. Bien identificados y desarrollados los personajes. Lo que a mì me ha chocado, sin embargo, es lo mal que me han caìdo los jòvenes protagonistas; Phoenix me resulta antipàtico (como en la mayorìa de sus pelis, haga de bueno o malo), y la actriz Bryce Dallas Howard, realmente insoportable con su discurso pedante. Tras obserbar con detenimiento a todos y cada uno de los personajes de la cinta; creo que la persona con mejor salud mental es... el loco.

Como fanàtica del gènero no me ha gustado nada de nada, por tanto no me pienso extender. Comienza como han comentado por ahì, al màs puro estilo Emmerich, pero ahì se queda... Chiquillos corriendo de aquì para allà y nada màs. Encima, quitan del medio a los personajes que pretendìan aportar algo a la trama (si la podìa haber tenido). Los ùnicos supervivientes del grupo de muchachos (que no empatizan nada como grupo), son los màs chillones y los que menos gancho tienen de cara al espectador, ademàs de lo aburridas y pobres sus interpretaciones. Y luego, nada, se acaba la peli. Que decepciòn; esperaba algo tipo Independence Day, que al menos entretiene y sorprende con sus efectos especiales. Pues nada; un bodrio no recomendable.

Hay algunos films de sobremesa cuya habitual temàtica de intriga y misterio logran enganchar y cumplir su cometido, al menos. Esta cinta en concreto me llamò la atenciòn por su impactante desenlace. La pelìcula arranca floja, con el tìpico dramòn de la protagonista y sus crisis psicòticas fruto de un impactante episodio en su vida. A partìr de ahì, la historia se torna atractiva; con personajes, localizaciones y ambiente estupendo y muy interesante, que te va enganchando, sin duda.

El problema es el posterior desarrollo de todos esos buenos elementos, el ritmo pèsimo y desde luego, un fallo de casting; creo que no debieron escoger a una rubia tipo anuncio para interpretar a una atormentada doctora ya entrada en los cuarenta, aunque la actriz bordò muy bien su personaje. El resto del elenco tampoco me encaja mucho: varios miembros (sobre todo personajes masculinos) del personal que trabaja en esa clìnica-residencia psiquiàtrica no me dan el pego en sus personajes, para nada.

Pero como he comentado; el desenlace es impactante, mal realizado, pero una historia buena de terror... desperdiciada. Y con unos minutos finales muy tontos..., claro; muy de aburrido telefilm, desgraciadamente.