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La sala estaba abarrotada el día del estreno de El lobo de Wall Street. Todos esperaban una muestra más de maestría y eficacia de la mano de dos monstruos del cine como son Scorsese y DiCaprio, y así fue.
Esta película nos cuenta la historia de Jordan Belfort, un agente de bolsa que prospera tan rápida y afortunadamente en el mundo de las finanzas que se hace asquerosamente rico bajo un manto de dudosa, o ninguna, legalidad.
Se nos muestran los excesos a los que se lanza de cabeza junto con un grupo de compañeros que lo idolatran como a un Dios del dinero. Sexo, drogas, mansiones y yates durante tres horas de una película con un humor tremendo.
Un inmenso Leonardo DiCaprio que se come la pantalla, si en estos últimos años se hablaba de un crecimiento interpretativo por parte de éste (yo siempre lo he visto como un actor increíble) después de esta película no cabe la menor duda.
Un Jonah Hill de dientes nucleares que, sinceramente, me ha sorprendido mucho y muy gratamente. Está totalmente a la altura del protagonista, bajo el papel de un gordo drogadicto casado con su prima.
Y Scorsese. Lo malo de amar hasta la médula el trabajo de un director de cine es que inevitablemente pierdes la objetividad muchas veces pero, sin embargo, lo peor es que esperas cosas de sus películas que a veces no ves por ninguna parte o simplemente quieres mas.
Esta película parte de una historia muy Scorsesiana, hombres que actúan mal, la redención, el pecado. Sin duda nos recuerda a Henry Hill en Goodfellas, aquí no hay gangsters sino brokers. Sin embargo no vemos la redención con violencia, tan suya, no vemos tan de cerca los trapicheos y los engaños, no hay planos larguísimos de esos que hace Martin que te dejan con el corazón quieto. Si bien decía hace tiempo en alguna entrevista que no había hecho escenas de sexo (las suplía con grandes palizas de Joe pesci o tiroteos entre bandas) en esta se ha lucido, ha hecho las de esta película y las que “le faltaban” a las otras. Quizás también sea por esto que resulte extraño a ratos creerte que estás viendo una película de Scorsese.
En resumen, es una película gigantesca (no me refiero al tiempo, que también), con unas imágenes de genio, con unas interpretaciones de lujo que, sin duda, si no es la mejor del año, está entre las tres primeras.