Los personajes al principio pueden resultar muy clásicos y casi de historieta.
Con trazo suave pero que apunta directamente al corazón, Rodrigo Grande nos
va haciendo involucrar en su historia, sus miedos y sentimientos. Claro que los
actores ayudan y cómo! Sobre todo Federico Luppi que se distancia un poco de sus
clásicas actuaciones para componer un personaje totalmente nuevo, y de ser "un
empleado a punto de jubilarse" pasa a ser alguien de nuestra familia, algo así como un tío
o abuelo chapados a la antigua.
La pulseada que origina la historia se renueva y se matiza de sentimientos, algunos
expresados y otros insinuados, hasta el final.
Redescubre un tema clásico aportando una frescura que se aprecia.
Sin querer buscar grandes premios pero logrando una historia muy bien contada,
y más que entretenida, sin golpes bajos.

Una agradable sorpresa. No conocía cine paraguayo, y la verdad me gustó mucho la película. Primero, el ambiente del mercado está muy bien recreado. Los personajes son queribles, cercanos. Algunos temibles, pero con ciertas dosis de sátira, humor negro, a veces el "reírse para no llorar". Tiene ritmo, es atrapante. La historia no se corta, no decae, está bien llevada la trama.
En fin, me gustó. Ahh, y la música sobre todo al final, le da un plus. Espero que la disfruten como yo lo hice.

La película no es desagradable, se deja ver. Pero ... lo que te deja finalmente en el recuento es:
- algunos momentos interesantes, - algunas escenas con las que te podés identificar, y no mucho más. No es muy divertida, y no tiene una historia que pase de la sinopsis, no se puede "spoilear" porque no hay nada que sorprenda.
Un punto fuerte en lo actoral: Carla Peterson. Me parece una señora comediante. Siempre creíble, y ayuda a hacer agradable el momento en el cine. Por otro lado, mis disculpas a Wairaich, pero me sonó demasiado inexpresivo, como cansado. Por momentos era el personaje, pero nunca pasó de ese medio tono.
En conjunto, como puntúo, regular. Con potencial, pero con mucho para mejorar.