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España España · Granada
Críticas de Xevu
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Críticas ordenadas por utilidad
7
4 de octubre de 2020
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No he visto ninguna de las versiones originales de 1994, sino la “redux” de 2008. No es la película de Wong Kar-Wai que más me ha emocionado, pero sí merece la pena, sobre todo si te gusta su estilo.

Hay momentos que marcan. Puntuación: 7/10.

Este filme está plagado de metáforas, grandes actuaciones y, además, está acompañado de una banda sonora maravillosa. Cabe destacar las figuras en contraste con el paisaje que define sus vidas, la poética de cada plano, el encanto especial de la filosofía oriental… Es una película con aroma clásico, a ello contribuye el grano que acompaña a la cinta, que te introduce aún más en ese desierto en el que se apoya la historia, pero que no pierde la frescura a pesar de todo lo que ha sufrido con el paso de los años.

Es cierto que hay aspectos de la historia que no terminan de cuadrar, pero creo que son fruto de la vida que llevó la película original tras su estreno en 1994, los arreglos que se realizaron para su reestreno en 2008 y las diferencias culturales existentes entre oriente y occidente.

El tiempo es protagonista doble de la cinta, tanto por el propio argumento de la misma como por la historia que hay detrás del rodaje, producción, distribución, almacenaje, recuperación y reestreno del filme en su versión “Redux” casi 15 años después. El otro gran protagonista es la memoria.

El tiempo.

Wong Kar-Wai se tomó la molestia de reestructurar y reducir una novela épica de tres tomos a hora y media de película, para ello, decidió llevar a sus dos personajes principales a un tiempo en el que eran más jóvenes que en el relato original de Jin Yong. Su rodaje llevó algo más de un año debido a diversos problemas de presupuesto y determinadas restricciones de producción que ayudaron a que nunca quedase satisfecho con el resultado. Además, las distintas distribuidoras se encargaron de hacer sus pequeños retoques para presentarla al público en los diferentes mercados, lo que terminó por perturbar al director.

En el Festival de Venecia de 1994 Wong Kar-Wai presentó a concurso una copia de la película y no fue muy bien recibida por la crítica. Años más tarde, en 1999, recibió una llamada desde el almacén de Hong Kong donde la conservaban, diciendo que la empresa cerraba. De la noche a la mañana Wong Kar-Wai y su equipo tuvieron que recuperar todo el material. Lo encontraron en tan mal estado que decidió sacarse la espinita, recuperarla y dejarla tal y como él la había pensado en un primer momento. Recurrió a distribuidores en Francia y de los “chinatowns” estadounidenses para rescatar todo el material posible, pero tanto el sonido como parte del metraje originales estaban deteriorados y fragmentados en varios trozos prácticamente inservibles. Aún así se propuso hacer la versión definitiva del filme y trabajaron durante cuatro años para conseguirlo.

El resultado son varias historias troceadas e interrelacionadas que fluyen a través del hilo conductor del tiempo, marcadas por el calendario chino, el paso de las estaciones, las leyendas, las profecías, el orgullo, el amor, la amistad, el honor, la locura, el arrepentimiento…

Para guiarnos a través del puzle de esta historia, Wong Kar-Wai se apoya en la voz en off de los dos personajes principales, Ouyang Feng y Huang Yaoshi, de este último de forma breve y casi al final de la película. Como él mismo confesó en una entrevista en el Festival de Cannes de 2008, se apoyó en las voces en off porque la primera vez que supo de esta historia fue a través de una radionovela y le parecía que ayudaba a la continuidad de la historia.

La realidad es que si no fuera por las voces en off sería bastante difícil seguir la historia y prácticamente imposible resolver el rompecabezas que nos plantea en tan solo un visionado. Quiero pensar que si hubiese tenido todo el metraje disponible o hubiese podido contar de nuevo con todo el elenco (Leslie Cheung se suicidó en 2003) para rodar alguna de las escenas desaparecidas, el resultado sería mejor. A pesar de todo, creo que es una película bastante digna y muy fiel al estilo Wong Kar-Wai, aunque no mi favorita.

La memoria.

“El origen de todos los problemas del ser humano es el recuerdo”.

Cuando terminé de verla se me quedaron varias imágenes en la memoria, quizás el tema principal en torno al cual se desarrolla la película, aunque el hilo conductor sea el tiempo. La simbología de la jaula, con esos diálogos alrededor de la misma, la cual gira y proyecta sombras sobre los rostros de los personajes haciéndonos ver que ellos también son prisioneros dentro de su propio mundo, prisioneros de cada decisión que toman y que no les permite volver atrás. La poética de los duelos de espadas típicos de las películas de género “wuxia”, sobre todo las escenas del lago con Murong Yin y Murong Yang. La triste historia del espadachín ciego con el que uno se identifica al instante y, por supuesto, la mirada perdida del personaje que interpreta Maggie Cheung.

A todo ello hay que añadirle el color amarillo siempre presente, que hace que uno se sumerja en ese desierto real y metafórico que une a los personajes y a la vez les separa.

https://cinemaxevu.wordpress.com/2020/10/04/ashes-of-time-redux/
Xevu
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