No me gusta hacer críticas desde un punto de vista de conocimiento, puesto que en cuestiones cinematográficas la única perspectiva que tengo es la personal. De modo que esta es mi impresión (subjetiva) de la película:
- En primer lugar, Jake Gyllenhaal, actor a mi juicio con una calidad interpretativa desbordante, sabe meterse en el papel, sabe darnos las claves del personaje, y sabe hacerlo creíble. Una delicia.
- En segundo lugar la idea, no original en el sentido de contenido, pero sí en la ejecución.
- En tercer lugar, para los que nos gustan especialmente prestar atención a los guiones, la película no acusa un mal guión, hay partes que son inteligentes, y partes que te dejan perplejo porque en lo que a los cánones de diplomacia y empatía se refiere, no dejan indiferente a nadie.
- Pero, en cuarto lugar, y la razón por la que le doy un 7 y no una nota más alta, es lo inverosímil que resulta todo, especialmente si conoces de cerca el ámbito periodístico. En otras críticas leí lo poco creíble que es el hecho de que tenga un solo fotógrafo como competencia y se lo encuentre en todas partes (en una ciudad como Los Ángeles, que no es Valdepeñas ni Alcorcón, vaya), que los policías estén como en un segundo plano -siempre tarde y siempre mal-, y que haya una evolución tan marcada del protagonista en cosa de 20 minutos.

De modo que, al no llegar a creerte la película, impide que te adentres en la reflexión que consigo va emparejada; que me parece interesante, pero que no llega a cuajar.

Empiezo diciendo que le doy un 8 a esta película reconociendo que, como película, en términos globales, sería un 7. No obstante, me pareció sutil, delicada, las conversaciones Madre-hijo tan hilarantes y tan capaces de hacerte llegar a la carcajada sin propósito; sencilla, sin excesos; las actuaciones para mi gusto, sublimes, especialmente la de Silvina, que borda el papel. Por todo ello era injusto darle un 7, a mi juicio son esos pequeños detalles los que al fin y al cabo hacen que una película se saboree mejor.
El guión como trama es sencillo, el final bastante previsible; pero no es una película para ver por su "argumento-trama" sino por los detalles, por la relación Madre-Hijo que te pellizca un poco y te hace darle valor a pequeñas cosas en las que no habías parado por falta de tiempo, o por dejarte crecer, sencillamente.
No es un peliculón, pero coincido con el resto de criticas en que es una pequeña joya que hay que ver en algún momento.

Hacía muchísimo tiempo que no me impresionaba tanto una película; tanto en su calidad de guión y reflexión, como en su juego visual de desarme, la linealidad en cierto modo se pierde para dar paso a un movimiento diferente.