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Críticas de kurtinaitis
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
10
11 de julio de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se estrenó esta película yo tenía, precisamente, 12 años. Entonces no alcanzaba a tender la importancia de las palabras de Dreyfus al final. Para mí, lo realmente emocionante eran las aventuras que estos chicos estaban corriendo y, muy especialmente, se me quedó grabada en la retina la escena del tren, quizá una de las más recordadas del filme. Con 12 años no existía nostalgia, ni deseos de revivir experiencias pasadas, como más de una crítica ha mencionado. Me gustaban los insultos entre los chavales, los motes que se ponían, las bromas entre ellos y, sobre todo, la historia de “culo de grasa”, una de esas imágenes de los cientos de películas que he visto, que nunca se me olvidarán, tanto por lo gracioso como por la metáfora que la historia, dentro de la historia, escondía. Ahora, en 2010, tengo 36 años y vuelto a ver la película, porque realmente me apetecía, pero sobre todo porque quería que mis hijos, de 9 y 16 años la vieran conmigo y disfrutasen de ella como yo lo hice. Empezaron a aflorar en mí recuerdos de mi niñez y no pude dejar de observar a mi hijo pequeño, poner caras de risa y asombro ante cada uno de los fotogramas del filme. Eso me ha llenado de alegría. No cabe duda de que ahora las escenas que para mí más importancia tienen son otras muy distintas a las que me impactaron con 12 años. Con el tiempo, nuestra visión de las cosas cambia -desgraciadamente-. Esa es una de las numerosas pruebas de que nunca volveremos a ser niños. La conversación en la comida con los padres y su hermano –John Cusack-, pero sobre todo el momento final y la frase, dirigida como un dardo directo al corazón, de Dreyfuss, son ahora para mí más importantes. Entonces no he podido evitar llorar como un tonto de 36 años por miles de razones que no vienen al caso -muchos tontos de 36 años lo entenderán-. Lo más hermoso de todo es que, al volver la cara, he podido ver cómo mi hija de 16 también lloraba. Quizá, en contra de algunas de las opiniones vertidas en este foro, los chavales de ahora no son tan diferentes como lo éramos nosotros entonces. Un profesor de literatura me dijo que los clásicos alcanzan ese rango porque son capaces de provocar las mismas emociones, sensaciones y enseñanzas ahora como hace 500 ó 1000 años. Porque, a fin de cuentas, los hombres no hemos evolucionado demasiado. Quizá esta película sea un clásico. Tan sólo porque mi hija también ha llorado.
kurtinaitis
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