Sin lugar a dudas esta película sorprende e impacta. Es una película que empiezas a ver sin saber las vueltas que va a dar la historia, y como va a acabar.
El que la película guste se debe en gran medida a la impresionante actuación de Ellen Page, una actriz que da vida a una niña menor de edad que liga por internet con un hombre adulto.
Lo que todo parece un encuentro sin malicia en un café se transforma en una copa en la casa del hombre. Y esa copa lleva a una situación límite donde no es fácil salir. Todo el mundo dulce que representa esa menor, se convierte en una realidad que cae como una losa sobre el hombre (de ahí ese juego de palabras hard candy).
La película cuenta con momentos impresionantes y que dejan sin aliento. Momentos que te hacen sudar y sufrir. Se expone una situación que en muchas ocasiones no se sabe si es real o no, ya que las suposiciones que originan los hechos no tienen un verdadero fundamento. Eso provoca que uno tenga siempre la cuestión en la mente: ¿realmente es un pederasta o es solo un juego de ella?
En fin, "hard candy" es una película con doble cara. Gusta como cualquier buen caramelo, pero te golpea fotograma a fotograma exponiendo una situación que por desgracia hoy en día es real a la par que asquerosa. Es un film duro pero que no puedes dejar de ver, ya que los dos protagonistas realizan un trabajo sobresaliente dando vida a dos personajes que son impredecibles en cada uno de sus comportamientos.

¡Cómo me gusta este nuevo James Bond que da vida Daniel Craig! Es un James Bond lleno de acción y que resulta mucho más humano que los demás. Es más real y menos superhéroe.
La historia en cierto modo es una continuación de su predecesora "Casino Royale", y por consiguiente nos situa en la vida de este personaje antes del resto de películas. Es decir, son los primeros pasos de James Bond.
Nuevamente uno se queda pegado al asiento al observar las fantásticas escenas de acción rodadas con gran maestría y, con las que uno no puede hacer otra cosa que quedarse boquiabierto.
Daniel Craig, vuelve a meterse en ese personaje que le sienta como un traje hecho a medida, y vuelve a darnos una gran interpretación. Una interpretación que despierta a un James Bond que siempre he visto muy acartonado y metido en formol en todas las otras películas. En esta ocasión otra vez lo vemos sufrir, sangrar, sudar y vivir situaciones límites que hacen que el final del personaje parezca más real que extraño.
En fin, es una película que nuevamente hace creer en esta saga. Una saga que cuenta con millones de fans y que ha contado con algunos actores que han probado ese esmoquin, han conducido ese Aston Martin y han bebido ese vodka-martini agitado y no revuelto.

Con esta película me ha pasado una cosa muy curiosa. Yo no he visto ningún parecido con la serie de animación y no me ha gustado nada. En cambio mi pareja sí que le vio similitud, y disfrutó bastante con ella.
Aquí tengo un buen ejemplo de como una película puede dar opiniones totalmente diferentes viéndola en el mismo momento, y habiendo sido seguidores ambos de la serie manga.
Por mi parte debo decir que no le he encontrado ninguna similitud. Además me ha parecido que todo está rodeado de una aire de decorado cutre. Salvo algunos puntos muy escasos de efectos especiales que resultan interesantes (pero no mucho más), el resto recuerda más al estilo "power rangers" que al dragonball.
No me ha entusiasmado casi nada, y sinceramente me ha resultado bastante pesada. Sobre todo porque uno tiene en mente una seri mítica y ve impasible como fotograma a fotograma es destrazada sin sentido. No entiendo el motivo de porqué se ha hecho esta película así, cuando se le podría haber sacado un partido infinito gracias a efectos especiales, escenas de acción y también de humor.
En fin, una película que por suerte cuenta con un corto metraje, sino el sufrimiento hubiera sido imposible. Un film que decepciona en casi todo, salvo en un par de detalles muy puntuales que hacen que digas: "bueno esto por lo menos no está mal". Por lo demás totalmente olvidable.

Tercera entrega de un saga cómica que aunque resulta divertida, es cierto que pierde un poco la frescura con la que contaban sus predecesoras.
La película te hace pasar momentos divertidos y sigue enganchando, aparte de resultar entretenida. No obstante, no cuenta con ese gran número de escenas desternillantes con que contaban sus dos anteriores entregas.
Robert de Niro vuelve a estar soberbio dando vida al suegro odioso, y Ben Stiller le da una réplica que nuevamente vuelve a encajar perfectamente.
La relación de las familias que nada tienen que ver unas con entras, resulta tan surrealista que no queda otro remedio que hacer gracia.
En esta ocasión se incorporan dos niños a esta familia que darán pie a nuevas situaciones y a nuevos líos, que se irán enredando hasta llegar a un punto que uno no se hubiera imaginado en un principio.
En fin, tercera entrega que sigue divirtiendo aunque no resulte tan entretenida y fresca como sus dos primeras partes. Es cierto que la historia en cierto modo no se puede exprimir mucho más, pero la suerte es que cuenta con personajes únicos por su brillantez y por las situaciones que son capaces de crear gracias a las relaciones que tienen entre ellos.

Solamente se me ocurre a mi ver una película de asesinatos adolescentes con la tuna de Salamanca como principal sospechoso. Una premisa que lógicamente no deja mucha opción a que pueda gustar la historia.
En su base es una especie de la película "Scream", pero lógicamente quitando todo lo salvable de esa saga y dejando únicamente una estupidez de historia sin sentido.
Tampoco se puede esperar mucho de una película cuya protagonista es Silke. Sigo sin comprender que han visto en esta actriz que no trabaja bien jamás. Es sin lugar a dudas una de las peores actrices que ha dado el cine español, y que no fue capaz de hacer bien ni siquiera el anuncio de compresas que emitían por televisión.
Eso sí, no quiero lanzar todas mis puñaladas hacia Silke. Ni un solo actor hace un buen trabajo. Puedo entenderlo de todo los secundarios y de su protagonista. Puedo entender que Jorge Sanz siga sin vocalizar. Pero madre mía, no me lo podía esperar ni de Fele Martínez, ni de Maribel Verdú ni de Eusebio Poncela. Todos sin excepción realizan un trabajo nefasto. Aunque claro con esa porquería de guión no se podía esperar mucho más.
No quería terminar esta crítica sin hablar de los fantásticos efectos especiales. Son tan maravillosos, tan perfectos, tan únicos... que tengo dudas si los ha hecho un niño de dos años o con una tecnología de los años 30.
En fin, película insoportable de ver, que resulta ser una chorrada desde el principio hasta el fin. Lógicamente el cine español quería adaptar es tipo de cine tan americano a nuestro país, y claro que más español que la tuna. Lo que me extraña es que las víctimas no fueran bailaoras de flamenco y que el asesino fuera montado en un toro mientras cantaba "Clavelitos" a la vez que lleva una botella de vino y jura sobre un Quijote. Es decir, una chorrada infumable.