Es esta una película discreta y sin alicientes especiales pero en ella se pueden encontrar algunas virtudes que deben ser tenidas en cuenta. La virtud principal es que perteneciendo como pertenece a una época en la que el destape era lo que imperaba en la pantalla española y era abordado en las producciones del momento incluso por cineastas que antes habian tenido una trayectoria digamos decorosa como reclamo comercial y para no ser menos que los cineastas más oportunistas resulte tan comedida en ese aspecto. Porque Manuel Mur Oti para algunas escenas de la película que tienen una cierta sensualidad expresa la acción que tiene que expresar pero evitando visualizar zonas concretas del cuerpo femenino. Esto dice bastante en favor de un autor que anteriormente realizaba generalmente películas discretas salvo en los casos de "Cielo negro" y "A hierro muere" que eran mejores de lo habitual en el autor. Por lo demás en esta historia familiar con música clásica y una cierta insipidez narrativa está la personalidad peculiar de Pedro Díez del Corral, actor solvente y distinguido. N. Dawn Porter y J. Seymour interpretan sus papeles con bastante elegancia aunque sus personajes no estén trazados con una excesiva brillantez. La película se puede soportar aunque en su conjunto pueda resultar algo sosa. Algo es algo. Relativamente convence.

Autor de películas tan dignas como "091 policía al habla", "Usted puede ser un asesino", "El secreto de Mónica" y "Accidente 703" entre otras igualmente meritorias, José María Forqué era un cineasta irregular porque también hubo películas que no le salieron bien. Pero en sus mejores empeños fue capaz de fascinar y en esta fantástica y delirante aventura de Los Bravos lo consigue porque es una película que homenajea mediante sus fotogramas a muchas cosas entrañables como el mundo de los tebeos, la fantasía, la capacidad del ser humano para imaginar y el espíritu infantil que algunas personas conservan por muchos años que pasen. Y todo ello reforzado con unas inquietudes estéticas insólitas en un film que en principio carece de grandes pretensiones. Uno de los mejores momentos es la llamada que recibe Mike Kennedy cuando está durmiendo y luego entra en una cabina bostezando y mira al oscuro cielo en un plano breve pero inolvidable. Es una película dotada de un encanto particular y que se desarrolla en escenarios sugestivos. Además de las bellas canciones del mítico grupo protagonista no faltan unos agradables fondos musicales. A pesar de sus palpables limitaciones es una película que derrocha simpatía y espontaneidad y que por ello divierte al espectador mediante la atractiva mezcla de elementos que conforman el trepidante producto.

"Amor bajo cero" es una de esas películas españolas cuya auténtica valoración surge de la comparación que se hace con el insufrible y bochornoso cine español actual. Desde luego "Amor bajo cero" tendría menos puntos si el cine español actual en general no fuese tan horrible. Es una comedia agradable y que aunque pueda gustar mas o menos no irrita a nadie que es lo importante. Su naturaleza es eminentemente "kitsch" y todos sus defectos se concentran en un guión que se revela bastante torpe en general aunque está algo aliviado por algunos diálogos agradables. Casi todos los personajes se ganan la simpatía del espectador y se mueven en ambientes decorosos. Puede parecer cursi a veces pero en todo caso es una cursileria que agrada y además hay que situarse en la época en que se realizó. Fue filmada por Blasco, un cineasta que donde logró destacar fue en el género policíaco con la inolvidable "Autopsia de un criminal". La película conserva bastante encanto y comparada a las bazofias españolas actuales su resultado mejora. Hay algunas actrices refinadas y secundarios estupendos. Resulta simpática esta dulzona comedia musical.

Se trata de una película minoritaria que a causa de sus características esenciales sólo podrá ser soportada sin aburrirse por un reducido círculo de espectadores. El planteamiento de una historia intimista con la noche y una joven pareja como protagonistas era prometedor pero ese planteamiento se pierde en medio de unos diálogos con poco sentido, unos experimentos visuales molestos y un escaso sentido del ritmo cinematográfico que hacen que la película vaya perdiendo fuerza progresivamente. Además es una película fría y distante. Tiene los defectos de la denominada "Escuela de Barcelona" pero no es de las peores muestras de dicho movimiento ya que es una de las tres obras en las que se pueden encontrar algunos valores del curioso movimiento artístico. Las otras dos obras de la "Escuela de Barcelona" que presentaban algún interés son "Fata Morgana" y "Dante no es únicamente severo" las cuales junto con esta "Noche de vino tinto" representan aquellas obras que juntan los defectos con las virtudes derivadas de unos planteamientos a contracorriente de lo que el cine español filmado durante el franquismo solia plantear para atraer al espectador. Nunes fue capaz de hacer el cine que quería en unas circunstancias no muy favorables a pesar de que en pleno franquismo no escasearon los experimentos raros como este en el cine español. En "Noche de vino tinto" se observa una iluminación pretenciosa y una atmósfera irregular con la que no se aprovecha del todo el interés estético que en principio podía tener la idea argumental. Claramente no deja un buen sabor de boca aunque tenga algún momento sugestivo pero lo dicho es de lo más soportable que ofreció la "Escuela de Barcelona" y representa una película extraña y curiosa.

Una de las más mediocres comedias de Mariano Ozores aunque las que hizo a partir de la siguiente década sean peores y más chabacanas. Un guión que se opone a todo lo que sea sutileza y elegancia malogra la capacidad de dos intérpretes que en otras ocasiones brillaron con intensidad. Carmen Sevilla y José Luis López Vázquez no pueden lucirse como habitualmente lo hacian pues están condicionados por los defectos del texto que se traduce imágenes sin grandes alardes tampoco porque la cámara se mueve lo justo. Son algunos momentos concretos los que estropean una película que dentro de su intrascendencia también intenta hacer una crítica contra la malicia y el afán crítico de las clientas que visitan la tienda del protagonista y eso es lo único que otorga a la película algún momento gracioso pero el resultado general no acaba de convencer. Tampoco se aprovechan bien las facultades de actrices tan capacitadas como Florinda Chico y Queta Claver. El humor ya aquí es muy propio de Mariano Ozores y su filmografía se iria estropeando progresivamente. Es una lástima que no volviera al género dramático que abordó en "La hora incógnita" que fue una película en la que demostró tener facultades para hacer cosas más interesantes que obras deformes y caricaturescas bastante burdas.