Sinopsis

Las reporteras del New York Times, Megan Twohey y Jodi Kantor, cuentan una de las historias más importantes que ayudaron a iniciar el movimiento #MeToo y a romper décadas de silencio en torno a las agresiones sexuales en Hollywood.

La directora alemana Maria Schrader es la encargada de traernos la adaptación de unos de los momentos más recientes que han marcado a la industria en Hollywood. El nacimiento del #MeToo y el hundimiento final de Harvey Weinstein, uno de los seres más detestables de la industria del cine y que hoy cumple condena por 23 años.

La película es bien astuta al saber llevar con gran ritmo el estupendo guion que escribe Rebecca Lenkiewicz. Tanto el guion como la dirección de la película saben manejar muy bien el tono con que quieren llevar una historia llena de abusos y miedos. En ese sentido, nos enfrentamos a una historia que sabe hacer una compenetración directa con sus dos personajes principales, que de paso están interpretados de forma audaz y convincentes por parte de Carey Mulligan y Zoe Kazan.

El trabajo de las actrices principales nos permite que entremos de lleno a la historia de la forma en que tanto guion como dirección quiere que la afrontemos. Es una película que no tiene miedo a contarte todo el relato tras el escándalo, pero sin olvidar que estamos frente a una ficción y eso lo manejan de forma muy satisfactoria que te adentras en un relato en el cual quieres y necesitas saber más.

Claramente, es una película que comparte la misma sangre de otras adaptaciones como 'Spotlight' o 'All the President’s Men', pero que también es capas de marcar su propio sello, dejando en claro que es una película que se cuenta por si sola, sin la necesidad de tener que emparejarse con las anteriores. Comparte estilo, pero tiene sello propio y eso es todo gracias a la mano de su experimentada directora y reparto.

Cabe mencionar de todas maneras que la película, pese a tener un guion bien satisfactorio, es también una película que se limita a entregar demasiadas emociones. Es un drama de hechos que procede a darte los sucesos que fueron construyendo sus reporteras sin darte demasiado heroísmo o emociones a lo que hicieron, simplemente tiene ese toque de siempre estar dando realidad antes que complacer emociones.

Su centro de funcionalidad es contar lo sucedido y con ello darte el gusto o no de entrar por la ventana a la que te invita a pasar a uno de los buenos dramas que nos presenta este 2022, con actuaciones sobresalientes y un guion que sostiene a uno de los movimientos más importantes dentro del género femenino y la industria del cine que de forma tensa, compleja y absorbente ciñe de manera intrigante a los detalles de la labor de ambas periodistas.

Una pasada por una satisfactoria película que vale la pena darle tu tiempo y disfrutar.

No es simplemente una película de terror, es más bien un atrevimiento por parte de su director Bomani J. Story a brindarnos una áspera y cruel metáfora sobre los asuntos raciales y sociales que enfrenta determinada parte de la sociedad en un mundo bañado de horror.

Con ese argumento la película nos traslada a su propia versión de un clásico cuento de terror y lo hace en su estilo y con sus propios argumentos entregándonos una contundente película que se consagra como una de las mejores que llevamos del año en cuanto al género de terror que nos ha brindado este 2023.

La humanidad de sus personajes y el miedo a la muerte componen un guion que no se limita a ser políticamente correcto, es una película con agallas y con crueldad en la misma aventura. Es una película cruel que aborda de forma clara y siniestra la constante pesadilla que rodea a sus personajes: Mucho ayuda la potente interpretación de Laya DeLeon Hayes que se carga sobre sus hombros el peso dramático de la película y lo hace llena de emociones y matices que te van cautivando y apegando a su personaje.

Al tener carácter la película saca a relucir la potencia de su director quien sabe darte buenos momentos durante sus precisos 91 minutos. Su director nos plantea un grito conmovedor y manchado de sangre por el control, que termina entregándonos una maravillosa, trágica y aterradora película, lo que hace que tengamos un soplo de aire fresco en un género en el cual siempre se agradecen estos tipos de atrevimientos.

Una apuesta que se inscribe derechamente entre lo más destacado de lo que va en este 2023, no es perfecta, es verdad tiene un par de cosas que le impiden ser totalmente redonda, pero de todas maneras nos queda la sensación de estar frente a uno de los grandes títulos que llevamos del año, tanto por su atrevimiento a la hora de plantear su premisa y saber manejar una perfecta conexión con el espectador en un mundo donde la película juega siempre en el hilo más fino de los límites.

Debe ser uno de los subgéneros más infravalorados del cine, pero las peliculas de adolescentes han sido capaz de marcar a generaciones por varias décadas y de aquello se alimenta la nueva propuesta de Netflix, la cual deja la sensación de que aquel golpe para su final, no es lo suficiente contundente como merecía ser.

Una chica popular destronada en una escuela privada hace un acuerdo secreto con una nueva estudiante para vengarse de los enemigos de ambas..

Lo sorprendente de Do Revenge, es su astucia a la hora de presentarnos a sus dos personajes principales. Partamos dejando en claro que no son los personajes ideales para adorar y amar, realmente son dos brujas por las que cuesta tomar partido, pero la inteligencia con que están retratadas hace que terminemos siendo parte de su grupo íntimo. Gran responsabilidad de que funcionen en pantalla cae en los pies de las dos estupendas interpretaciones de Camila Mendes y Maya Hawke, que digamos de paso son un tanto mayor para ser adolescentes, pero las actrices logran cautivarte en su mundo de escolares.

Retomando, la sorpresa que genera el buen guion por parte de Celeste Ballard y Jennifer Kaytin Robinson, en donde aquel gustillo al humor negro brinda una variada adicción a lo que vemos en pantalla y esos momentos son realmente poderosos.

La sensación de que transitamos por icónicas peliculas del subgénero que han marcado pauta es inevitable y a la vez se recibe como un perfecto homenaje a ese cine del cual se alimenta la propuesta de que ahora somos parte.

Es obvio también pensar que no estamos ante una película perfecta, tiene varias decisiones que pueden ser cuestionables, sin embargo, son bastante intrascendentes en su núcleo central, salvo la forma en que sus guionistas deciden proponernos su parte final que termina siendo el gran punto en contra para que Do Revenge termine convirtiéndose en una icónica película del género en 2022.

Aquella decisión de terminar complacientemente todo aquello que han construido de gran manera en un principio, deja la sensación que buscaron contenerse para satisfacer a todo el público al cual quieren llegar y es aquello lo que te deja sensaciones encontradas, no es un desastre, pero pudieron ser mejor aquellas decisiones.

Lo importante es que nos quedamos con una película atrevida, sorprendente, inteligente y que las cosas que sabe manejar las hace con total prestancia y aquellas en que se limita a ser correcta es quizás su decisión más cuestionable. Sin embargo, vale la pena ver esta nueva propuesta de Netflix y seguir valorando uno de los subgéneros más icónicos en una cultura cinéfila llamada pop.

Nuevamente, quedamos satisfechos con el trabajo de Rian Johnson. La segunda entrega de las aventuras del detective Benoit Blanc son un tremendo espectáculo de risas, misterio y personajes detestables que nos mantienen pegado a la pantalla disfrutando de una de las mejores películas del año.

Con un guion inteligente como primer gran acierto por parte de Rian Johnson. La capacidad de crear diálogos que van sacando cada capa de sus personajes con los cuales hace honor al título de la película. La consistencia que tienen sus personajes es en gran parte lo que sostiene a lo que estamos viendo en pantalla. La identidad de cada uno de los personajes que rodean el misterio es una oda a la estupidez y al horror en personas que llegan a ser totalmente detestables, pero maravillosamente adorables de ver en pantalla.

Para que cada personaje funcione en el cuadro final es gracias a las buenas interpretaciones que entrega su reparto partiendo por un Daniel Craig que nuevamente vuelve a dejar en claro que esto de la comedia sí que se le da bien. Acompañado por un Edward Norton hipnótico o una Janelle Monáe portentosa, quienes destacan dentro de un reparto que está totalmente inspirado sin excepción alguna.

Los giros que propone su guion nos permiten estar ante una verdadera película de misterio, de esas que gustan tanto al espectador por qué te hacen partícipe de resolver el misterio en conjunto con el desarrollo de la película. En cierta manera la película te transporta a esos juegos de mesas que muy bien hace referencia la película en ciertas partes.

Entrar en una sátira sobre los lujos y los placeres del dinero o de lo que estás dispuesto a hacer por mantenerte en una cuna de oro, aunque esto implique dejar de tener pudor o empatía por los demás. Es una película llena de personajes detestables que no dejan de ser una crítica por parte del director, a la decadencia de mantener un estatus por el cual estás dispuesto a pasar por encima y no tener sentimientos para lograr seguir manteniendo esos lujos y ese nivel de vida que te entrega ser parte de la gallina de los huevos de oro.

Un espectáculo entretenido, una maravillosa película que entretiene de principio a fin con un humor inteligente y por momentos absurdo, pero de esos bien logrados que solo contagian diversión en una secuela que invita a seguir adorando los misterios a los cuales se enfrenta Benoit Blanc.

Sinopsis

Viajando a Detroit para una entrevista de trabajo, una joven reserva una casa de alquiler. Pero cuando llega a altas horas de la noche, descubre que la casa está doblemente reservada y que un hombre extraño ya se está quedando allí. En contra de su buen juicio, decide pasar la noche allí, pero pronto descubre que hay mucho más que temer que un invitado inesperado.

Barbarian, deja la sensación de que se puede hacer cine de terror de forma inteligente cuando se lo proponen.

La propuesta que dirige Zach Cregger quien también escribe el guion. Demuestra que el cine de terror sigue siendo uno de los géneros que más réditos permite sacar cuando se hace de forma acertada.

Sin abarcar una historia tan compleja, el director nos propone una historia sencilla que se compone de grandes capas, las cuales nos permiten que disfrutemos de una interesante mirada sobre el terror convencional que se ejecuta con acierto tanto visual como de manejo del lenguaje. Queda la sensación que su director se empapó del máximo cine de género posible y estableció su propio parámetro para aventurarse por primera vez en él.

El resultado es tener una película que gusta de principio a fin, sabiendo manejar de manera muy acertada su forma de introducirnos al real terror. En gran parte se debe al gran manejo que encontramos de sus personajes. Tess interpretada de forma contundente por Georgina Campbell, nos propone una protagonista con personalidad e inteligencia y que encarna de manera perfecta ese terror que viven las mujeres cotidianamente. Por su parte, un gran Justin Long encarna la doble moralidad de su personaje y un Bill Skarsgård que tampoco se queda atrás. Tener buenos personajes ayuda a que conectemos de inmediato con lo que nos proponen en pantalla.

El resto es tener una película que logra ser penetrante y bien pensada en los mensajes con los cuales pretende trabajar. Una película que se va volviendo más gruesa a medida que vamos entendiendo cada capa que envuelve a este terror convencional, pero que tiene detrás a un director inspirado que sabe llevar todo de forma precisa y gratificante.

Una de las mejores películas de terror del presente año, en un año en que el género ha sido bastante bien tratado.