Seth Rogen y su novia James Franco hacen una película con sus otros amigos segundones sobre ¡qué sorpresa! drogas y porros. El día que toda esta tropa coincida con Adam Sandler y cía que Dios nos coja confesados, el resultado podría ser mortal.

¿Quién es Seth Rogen?, pues el típico amigo SIN GRACIA que todo el rato está con el mismo puto chiste una y otra vez y te dan ganas de estamparlo. Este tío, dios sabrá por qué, lleva tirando desde los 15 años con el mismo chiste del porro, las teta, las fumadas y la cara de empanao que IGUAL, un día tuvieron gracia. Y, según parece, está teniendo suerte porque lleva viviendo de ello toda la vida. Yo, sin embargo, sigo sin verle la gracia ni a él ni a películas como Superfumados que, además, es larga de narices.

¿De qué va la peli? Uno al que le gustan mucho los porros se ve envuelto en un conflicto criminal junto con su camello. Tienen 2 horas de metraje para fumar, escapar, correr, saltar, gritar, pegar tiros...

Nada más.

Como curiosidad os dejo en la zona de Spoiler el examen que tienen que hacer todos aquellos que quieran formar parte del equipo de Seth Rogen.

Los grandiosos Robert De Niro y Robin Williams protagonizan una película muy buena, muy sencilla, muy bonita, muy olvidada, muy recomendable y muy interesante.

Su ritmo pausado y su lento desarrollo en el inicio se compensa con la profundidad de su historia y las actuaciones de esos dos colosos del cine. Uno de ellos, Robert, tiene campo para lucirse (y lo hace, le llovieron reconocimientos), el otro tiene un papel comedido y contenido, pero de gran calado.

Ni la historia ni las actuaciones te dejan (o no te debería dejar) indiferente.

Toda la película lo estuve esperando, pero en esta ocasión las caderas las mantuvo quietas. Y la verdad es que vi unas cuantas ocasiones en las que pudo empezar a hacer un poco de ese contoneo que tanto le caracteriza y que tan bien le sale, lo cual habría dado un poco de gracia y vidilla a esta peliculilla. Pero nada, esta vez se empeñó en dardos una historia simple, aburrida, tonta y muy, pero que muy muy muy previsible.

Nuevas cintas, nuevas pruebas, nuevos personajes, nuevas formas de tortura, nueva sangre, nuevos pecados, nuevas formas de morir, nuevo giro, misma película.

Supongo que habrá una novena entrega y me aventuro a decir cómo va a ser: Nuevas cintas, nuevas pruebas, nuevos personajes, nuevas formas de tortura, nueva sangre, nuevos pecados, nuevas formas de morir, nuevo giro, misma película. Ah, y seguramente hagan referencia a alguna entrega pasada para quedar bien

Mujer de Travolta: Hola Cariño, qué papel tienes en esta nueva película que vas a hacer?.

Travolta: Pues soy el bueno y el malo, soy el héroe y el terrorista, soy el padre abnegado y el cerdo perverso, soy el policía sobreactuado y soy el maníaco sobreactuado.

Mujer de Travolta: Se trata a caso de un trastorno de personalidad...o quizás de hermanos gemelos??

Travolta: Por quién me tomas? Piensas que participo en películas de relleno, con temática simple y mil veces vista? Esto es mucho más rompedor, más original, más divertido y dejará a la gente catacroquer. Acabamos de llamar a Nicolas Cage, con esa sonrisa que tiene lo bordará de maníaco, nos cortaremos las caras y las intercambiaremos. Así los dos tendremos nuestro momento de héroe y de villano, la versatilidad lo es todo en nuestra profesión querida.

Y así fue como comenzó una de las películas con uno de los puntos de partida más surrealista que yo recuerde. Te doy mi cara y tu me das la tuya, me cambias la voz y me pones su pelo. Podrían no haber parado ahí, podrían haber hecho una segunda parte, John Travolta se monta un armario lleno de caras para cada ocasión. Un día que quiera salir a ligar se pone la mía o la de Brad Pitt, un día que vaya a tener una pelea se pone la de Stallone, un día que quiera ir de actor serio, riguroso, de método, respetado se pondrá la de Daniel Day Lewis y si quiere dejarse ver como un actor en el ocaso de su carrera se dejará la suya propia o se volverá a enfundar la de Cage.

Entretiene ¿no?.