Un psicólogo atormentado por la muerte de su hija desvaría cada vez más, llegando su locura a tal extremo, que desbloqueará un gran trauma de su infancia. Éste no podrá parar hasta encontrar el origen del mismo.

Todos los espectadores hemos visto películas de esta índole, en cuanto visualicéis los cinco primeros minutos del metraje sabréis a que me refiero. Hay algunas mejores y otras peores, pero por otra parte, están las que son originales, y en este caso no resulta demasiado original que digamos, tomando como referencia a películas excesivamente conocidas, bebe de todas ellas, tanto en su planteamiento inicial de guión, como en escenas puntuales dentro del desarrollo de la trama. Tenemos ante nosotros una típica historia de padre traumatizado por la muerte de su hija que nos llevará a un final altamente improbable y alejado de lo que nos podemos “comer” como real, todo ello aderezado con algunos sustos gratuitos en un entorno paranormal.
Añadir además que el inicio y el desarrollo son soporíferos, siendo la parte del desenlace infinitamente más entretenida.

Si algo queda claro en un film que podría ser definido con al menos cuatro géneros diferentes, es que el director y guionista Michael Petroni, se maneja infinitamente mejor detrás de la cámara que como escritor de la historia, a pesar de que empezó su carrera como guionista y actor. Siendo así prácticamente un reflejo de lo que le ocurre a Backtrack, donde encontramos que la parte técnica es mucho superior a la narrativa.

La música de Dale Cornelius por ejemplo, es más que correcta para un thriller macabro, muy acertado en las notas. La fotografía de Stefan Duscio, es de lo mejor de la película sin duda. Los efectos digitales son flojitos, especialmente las escenas del tren, pero son cosas que se perdonan si cuentas con el actor más joven en conseguir un Oscar a mejor actor, me estoy refiriendo a la estrella internacional Adrien Brody, quien una vez más luce su gran talento en una película que parece hecha a su medida, en cuanto al protagonismo absoluto me refiero y a su histriónico y perturbado depresivo papel que caracteriza. El resto de reparto es poco más que secundario, correctos en sus pequeños papeles y quizás quien destaca un poco más es George Shevtsov, que lo vemos en el papel de padre del protagonista.

No me cabe duda, que si la historia fuera más novedosa, el bajo tempo del inicio y desarrollo no se haría tan pesado, por todo ello, creo que la historia rompe todo el conjunto de cosas bien hechas por parte del equipo.

Tras lo escrito, queda claro que no es una película que recomiende, pero ojo, creo que el director Australiano sabrá encontrar una historia más interesante y si cuenta con el mismo equipo, seguramente será una película que os recomiende, porque dentro de todo el espiral de cosas que no me han gustado en este film soy capaz de ver cosas interesantes.

http://www.terrorweekend.com/2016/04/backtrack-review.html

Que hay mas terrorífico que estar bajo la seguridad de tu propio hogar y veas impotente como tus seres queridos son masacrados uno tras otro sin saber el por qué, o el cómo. En ese momento el pánico se te apodera de ti completamente, los músculos se te entumeces y a penas puedes medias palabra. Todo tu mundo se derrumba en cuestión de segundos y no sabes el por qué. ¿Has cabreado a alguien?, ¿Le debes algo a tu vecino?, el hombre que te miro ayer por la calle de esa extraña mirada... ¿es él?

En el bloque de pisos 31 sucedió un asesinato de un joven a sangre fría. Ningún vecino hizo nada por ayudar a excepción de una joven que recibió una paliza por intentar ayudar. Ahora, un año más tarde, y en una mañana cualquiera. Un despiadado francotirador empieza a abrir fuego contra los inquilinos del bloque indiscriminadamente. Los supervivientes de la masacre están atrapados y deberán luchar por sobrevivir.

James Nunn y Ronnie Thompson unen fuerzas y realizan su impecable debut en el mundo del largometraje como directores de Tower Block. Es increíble el ritmo que han conseguido imprimir al film, te deja sin respiración desde el mismo comienzo hasta su esperado pero increíble final.

Por otra banda tenemos al británico James Moran, el cual se encarga del guion del film. Que con una premisa muy simple pero curiosa y bien hilada consigue mantener la tensión y la intriga de principio a fin.

En cuanto a las actuaciones debemos destacar por encima de todos un Jack O'connell sobresaliente. Su papel de tipo duro recuerda mucho a su interpretación en Eden Lake, aunque aquí va un paso más allá en el desarrollo de su personaje. Por contrapartida tenemos a una sosa Sheridan Smith ejerciendo de heroína, pero que no podemos creérnosla, ya que en algunos momentos llega a sobreactuar. El resto del reparto se puede resumir en unas interpretaciones correctas.

Imprescindible cinta de terror psicológico, sudarás a mares con una tensión continua que te ata al asiento durante todo el metraje. Verdaderamente vale la pena ver, sin duda una de las grandes sorpresas que hemos podido ver durante el vigente Festival de Sitges 2012. No apta para cardíacos.

http://www.terrorweekend.com/2012/10/tower-block-review.html

¿Hay quién duda de que los duendes existen? Bueno duendes o cómo los queráis llamar. Al final es todo lo mismo, criaturas simpáticas y pequeñas pero con una mala leche que tira para atrás. Es curioso pero están presentes en el folclore de multitud de países. Naturalmente también en el mundo anglosajón. Unwelcome va un poco de esto aunque da la sensación de que es como una pequeña broma que su director Jon Wright nos hace. Entonces ahí está la cosa: dejarse engañar como un chino entrando en el juego y pasártelo en grande o, esto va por las personas de carácter más serio, renegar desde el minuto uno de una historia un poco infantil llena de fantasía y terror.

Maya y Jamie son una pareja que deciden trasladarse a un paradisíaco entorno rural escapando de la vorágine de la gran ciudad. Van a parar a una antigua casa heredada que es vecina de un bosque dónde habitan unos duendes algo cabroncetes.

Unwelcome es una cinta que engaña. Al principio parece una tomadura de pelo. Conforme va avanzando y te vas acostumbrando a su rocambolesca historia, se va tornando más interesante alcanzando el clímax en la parte final ya que no escatima escenas explosivas repletas de un excelente gore para nada digital. La realidad es que deseamos convertirnos en las criaturas del bosque y atizar y desmembrar a unos individuos que tienen la particularidad de que, a pesar de ser físicamente “normales”, nos provocan auténtico asco.

Parece fácil pero provocar que el público se lo pase bien es algo muy meritorio y todo eso sin tener que acudir a elevaciones de tres al cuarto, mensajes que solo entienden los creadores, a veces creo que ni eso, y un ritmo cansino. Wright no se anda por las ramas. Quiere contar una historia que roza la provocación y consigue un producto fresco, de fácil digestión, quizás demasiada, con un ritmo endiablado y con alguna que otra crítica social aunque estas estén algo escondidas.

Tenemos que felicitar al departamento de maquillaje, stun y efectos especiales y visuales. Primeramente por el diseño de los duendecillos de marras. Sin ser muy originales provocan lo que todos los especímenes parecidos tienen que provocar: empatía y terror, y lo consiguen plenamente. Segundo, por el ya comentado excelente gore que satisfará a todos los seguidores de este aditivo. Puede que igual convenza a los no seguidores, con lo que miel sobre hojuelas.

Las interpretaciones están repletas de buenas actuaciones. Cuesta un poco elegir al o a los protagonistas. Nosotros nos decantamos por la pareja que, hastiada de Londres, decide hacer el camino hacia la naturaleza y la felicidad. Me estoy refiriendo a Hannah John-Kamen (Black Mirror. Playtest y Fifteen Million Merits) como Maya y a Douglas Booth como Jamie. Vamos con los malos, que son muchos. Encabeza esta ristra el secundario visto en infinidad de films Colm Meaney. Le siguen Chris Walley (1917), Jamie-Lee O'Donnell y Kristian Nairn, el inefable Hodor de Juego de Tronos.

Estamos ante un film que cumple con creces su cometido: divertir. Aparte de esto esconde algunas cosas que tendréis que descubrir. Para ello, lo dicho, dejaos llevar por la fantasía. ¡Ah!, se me olvidaba, también por el terror.

https://www.terrorweekend.com/2022/12/unwelcome-review.html

Películas de exorcismos las hemos visto de todas las formas y colores, puestos a mencionar unas cuantas es justo que, aunque pequemos de cliché, tengamos que empezar por la más grande, El exorcista de William Friedkin marcó un antes y un después en este subgénero que todavía llega a nuestros días, de la misma manera que lo hizo Jaws en el terror marítimo o La noche de los muertos vivientes en el de zombies. Y es la parte mala de haber dado tremendo “pelotazo” y es que los xplotation van a salir de debajo de las piedras, unas veces de manera digna o, dentro de sus márgenes, con cierto toque original. Pero lo normal es que saquen cintas con pocas ideas, poca imaginación y, en definitiva, pocas ganas de hacer algo bueno. Algo así pasa con Reza por el Diablo.

La responsabilidad de conducir un exorcismo siempre ha correspondido a los sacerdotes prohibiendo a las monjas tareas con más responsabilidad que el mero cuidado del paciente. La hermana Ann ha tenido un largo historial de contactos con entes demoníacos por lo que tal vez se le permita llegar más lejos que cualquier otra mujer antes.

Empecemos por los puntos positivos, me gusta el planteamiento de tratar los casos de posesión demoníaca como si fueran pacientes en un hospital, en parte me parece lógico que se actúe así en el mundo real pero ciertamente estás quitando mucha de la fuerza que tienen las escenas de exorcismos. La potencia de una escena de este estilo tiene mucho que ver en el espacio en el que ocurre, su ambientación, la iluminación... son muchos los componentes que influyen en crear la atmósfera que se pierde por completo si ocurre en una habitación totalmente aseptica perfectamente iluminada y monitorizada 24/7. Pero Reza por el Diablo tiene problemas mucho más graves que este. Para empezar es una película de terror que no tiene escenas de terror, la película cree que las tiene pero no está ni remotamente cerca de conseguir la sensación. Tampoco ayuda que el interés que despierta el argumento sea tirando a bajo y aunque la cinta dure hora y media ésta se puede hacer bastante eterna.

Dirige el alemán Daniel Stamm una nueva película de exorcismos pues ya presentó El último exorcismo en 2010 en la que estuvo algo más acertado que en esta. El mayor problema que le veo a Reza por el Diablo es por el constante uso y total abuso de los malditos scare jumps, repartidos como remate en cada escena de “terror”, un recurso facilón, barato y sin una pizca de inspiración que además están colocados de la manera más previsible posible. El guion escrito a seis manos es bastante perezoso, la trama realmente tan solo ocupa la parte inicial y la final de la cinta, el núcleo es poco más que ver a la protagonista ir de un lado para otro agarrándose de un finísimo hilo argumental que no interesa demasiado. En el departamento interpretativo nos encontramos con Jacqueline Byers como la hermana Ann, un trabajo decente que hace lo que puede con lo que tiene entre manos, pero realmente no se si su perfil da para un personaje de estas características.

Reza por el Diablo es un intento fallido de contar una nueva historia sobre exorcismos. Una trama endeble, una resolución facilona, un ritmo insípido, unas escenas de terror que dan de todo menos miedo y el constante uso de bocinazos para despertar al público hacen de esta película un trabajo no recomendable. Sigan circulando, no hay nada que ver aquí.

https://www.terrorweekend.com/2022/12/reza-por-el-diablo-review.html

Hay un amigo en mí, hay un amigo en mí. Cuando eches a volar y tal vez añores tu dulce hogar. Lo que te digo debes recordar porque hay un amigo en mí. Sí, hay un amigo en mí. Y cuando sufras aquí me tendrás, no dejaré de estar contigo, ya verás. No necesitas a nadie más porque hay un amigo en mí. Sí, hay un amigo en mí. Otro habrá tal vez mucho más que listos que yo, eso puede ser, tal vez. Mas nunca habrá quien pueda ser un amigo fiel, y tú lo sabes. El tiempo pasará, lo nuestro no morirá. Lo vas a ver, es mejor saber, que hay un amigo en mí. ¿Te suena la canción? Pues encajaría perfecta con Benny Loves You si se añadiera una estrofa con decapitaciones, apuñalamientos y secuestros a la fuerza... TAA-DAAA.

El día de su cumpleaños, los padres de Jack fallecen en un accidente doméstico dejándolo a merced del peligroso mundo y totalmente incapaz de valerse por si mismo. Pocos meses después está en la ruina económica y a punto de ser despedido de su trabajo diseñando juguetes, por lo que toma la decisión de dejar su anterior vida y convertirse en adulto de una vez, y lo primero que hace es deshacerse de su peluche favorito, Benny. Pero no sabe que su muñeco en realidad es un ser diabólico y psicópata dispuesto a todo para hacer que su dueño esté feliz.

Hay que partir con una concesión bastante importante: en este mundo, por algún motivo que jamás se revela, los muñecos están vivos. Parece ser que no todos, sólo unos pocos, y todos ellos son unos asesinos. Parece ser que nadie lo sabe porque la mayoría del tiempo están inactivos pero en definitiva van a querer matarte antes o después. Entonces con esta idea en mente ya podemos entender que estamos ante una película totalmente desenfadada y fuera de toda lógica lo cual no es un problema en absoluto, pero creo que es singularidad inmensa. Entonces tenemos a una especie de conejo de peluche que se pasa toda la película matando a gente de maneras muy salvajes y a un tío bastante tonto ocultando los crímenes por algún motivo que no queda muy claro. Indirectamente él sale beneficiado por esos asesinatos pero el tema llega a tal punto que no se entiende porque no resuelve el problema quemando al muñeco.

Tenemos que hablar de Benny. Su diseño es sencillamente perfecto, tiene una cara de loco al estilo Ren & Stimpy y el efecto que tiene al caminar es hilarante TODAS las veces que lo hace. También es un acierto que únicamente tenga tres frases en su programación pero que expresen tanto a lo largo de la historia. Benny es de largo lo mejor de la película al punto que si ponen al peluche a la venta me lo compro ipso facto. Benny Loves You es el proyecto de Karl Holt, lo es todo, director, guionista, protagonista y su nombre aparece en casi todos los departamentos. Es SU proyecto. Y se nota un mimo en hacer una película divertida pero creo que sólo lo consigue cuando Benny está en pantalla, es cuando la cinta se vuelve más rápida, más gore... más divertida. Pero cuando sólo aparecen personajes humanos el interés baja drásticamente, en particular hay una pareja de policías que van apareciendo de vez en cuando que se esfuerzan en ser graciosos pero que la verdad, sus chistes son malos, su química inexistente y en definitiva, no caen bien. También destacar la escena de la lucha final, que está dividida en tres frentes, en dos de ellos la cosa está perfecta, escenas imaginativas, un gore divertido y original y unos efectos especiales que, como el resto de la película, son rudimentarios pero que encajan perfectamente. Pero el frente que tiene a Claire Cartwright como protagonista es anticlimático y poco satisfactorio, parece más un apaño para tener al personaje ocupado que no un clímax en su arco.

En definitiva, Benny Loves You es una película que pasa en un suspiro, divertida y estúpida (en el buen sentido), lo que vendría a ser lo que llamamos una película “festivalera”. Como película gore no es de lo mejor que vas a ver en tu vida, pero cuesta mucho decirle que no a una película sobre un conejo de peluche destripando, degollando y amputando a diestro y siniestro. Para ver con tus hijos.

https://www.terrorweekend.com/2020/10/benny-loves-you-review.html