Se ha puesto de moda la Comedia Musical en España. Desde El Otro Lado de la Cama, aparecen como champiñones en la cinematografía española, sea en corto o largometraje. Aquí Alvaro Begines arriesga con una mezcla de flamenqueo-pop que aunque no te guste la canción o el estilo termina atrayéndote hacia la historia. Y eso que la historia en sí no es nada del otro mundo aunque está muy bien llevada desde la dirección y gracias a unas interpretaciones soberbias del todo el plantel. Destacar a Lola Herrera (soberbia) y a un sorprendente Raul Arévalo (todo un animal interpretativo). También destaco a Manuel Morón, actor acostumbrado a hacer de malo, maltratador o asesino, que esta vez nos sorprende con una interpretación de un detective privado bastante curioso y divertido.

Como he dicho, la historia es lo más flojo de la película. No tiene la chispa que tenía El Otro Lado de la Cama ya que carece de gags memorables y es demasiado tópica. Sin embargo, se lleva bien y empatas con los personajes aunque no todos sean simpáticos al público.

Seguramente esta película sería mas sorprendente si no existiera El Otro Lado de la Cama, que se hace omnipresente en la película de Álvaro Begines. Pero aparte de eso, film totalmente recomendable para verla en los días de karaoke.

Los estadounidenses siempre han pensado que sus cosas (deportes, comida, gustos por la ropa, etc) son mejores que los del resto del mundo. En el tema deportivo, para ellos el fútbol americano es un gran deporte, el beisbol es otro gran deporte, el hockey hielo es otro gran deporte y, por supuesto, la náscar es otro gran deporte. A mí de los deportes dichos solo me gusta el hockey hielo. El resto me parece bastante bazofia. De estos deportes en ocasiones se han hecho buenas pelis (la última de ellas la extraordinaria obra de la Pixar, Cars). Y el resto de sus pelis suelen ser cantos patrioteros de lo grande que es America y sus héroes del balón, stick o volante.

Pasado de Vueltas es otra muesca a este cine patriotero sobre sus grandes deportes. La excepció es que tiene cierto punto de acidez y crítica a este pensamiento de "lo mejor es lo nuestro. Lo peor, lo de fuera" pero es tan de "pedorreta" que termina convirtiéndose en meros chistes de paletos sobre la comida europea, los deportes europeos y la sexualidad europea. El guión es bastante mediocre. No es que pretenda ser una comedia intelectual pero es que muchos de los chistes son demasiado malos incluso como para meterlos en un programa dirigido por Chiquito de la Calzada. Como he dicho, hay cierta crítica hacia el americanismo (creo que incluso se meten con Bush, no lo recuerdo) pero es muy burda y poco significativa si tenemos en cuenta que la crítica al resto del mundo que no es América es mucho más continua.

Las actuaciones tampoco son para tirar cohetes. Will Ferrell hace el papel de siempre. Las actrices (me cae bien Amy Adams, pero aquí lo hace horrendo) pues son meros floreros en manos de los hombres protagonistas. John C. Reilly mejor olvidarlo. Tal vez el personaje más logrado y más irreverente sea el del padre de Will Ferrell (Gary Cole), actor que ha doblado a personajes en Padre de Familia y que su personaje en esta peli ha heredado en parte la comicidad brutal de ésta. También la actuación de Sacha Baron "Borat" Cohen sobresale del resto haciendo un personaje deleznable, ícono de lo que piensan los americanos de los europeos.

Comedia con medidas dosis de corrosividad, actuaciones chorras y algún que otro gag gracioso hace que la peli se deje ver alguna tarde que no tengas nada que hacer pero muy poco más.

Andrew Davis es uno de estos directores del cine de acción de toda la vida. Su filmografía esta plagada de pelis con "heroes de acción" como Steven Seagal o Chuck Norris y también películas más logradas y valoradas como la espléndida El Fugitivo. Esto hace que todas sus pelis de acción, sean buenas o malas, tengan un tufillo a artesano, a creador de los Estudios que sabe perfectamente cuando debe poner la acción, lo sentimental, el momento de amistad, el momento romántico o el momento heroico. The Guardian es otro ejemplo de esto.

Además, este producto es otro resultado de lo que pasó en el 11-S o en el Katrina. Los Estudios desde esos dos desastres siempre ha procurado apoyar a sus "chicos", sean de la marina, bomberos, policias, guardacostas, recogedores de pruebas, CSIs, lo que sea... Esta vez le toca a esos valerosos chicos "que cuando el mismísimo Dios baja a la tierra arrasando con las costas" salen a salvar Jonases perdidos en el mar.

La película está fabricada para eso y funciona en ese sentido a la perfección. Está todo medido y en algún momento podemos decir: "eh, si me ahogo quiero que me salve Costner". Aunque por momentos es muy fantasma y patriotera (parece que estos buceadores nadan mejor Ian Thorpe, son mas fuertes que Oscar de la Hoya y mas guapos que George Clooney) la peli agrada y la ves pues para pasar el rato. Te olvidas un poco de lo que és y como las escenas de acción y ahogamientos-hundimientos están muy logradas pues ya está, no pides más. Y es que Davis demuestra otra vez que es un maestro artesano de las escenas de acción, consiguiendo que en muchos momentos sientas la sal en la boca y el agua en los pulmones.

El resto? Pues bueno, el guión es puro patriotismo y eso se nota por todos sus foros. Es una mezcla de Top Gun y Oficial y Caballero. Está pensada al milímetro para que pienses que estos buceadores son heroes "homéricos" que en verdad son buenas personas y mejores profesionales. Los actores pues normalillos. Costner que en ocasiones parece que va a echar la pota de cansancio, lo intenta y logra un personaje mas o menos creible (aunque el final, que no contaré, no se lo cree nadie), el Kutcher es uno de los peores actores del momento... y aquí lo vuelve a demostrar con unas muecas limitaditas y unos sentimientos de teleserie. Hay un tío duro, una tía buena, el amigo medio idiota, etc, etc... Todos ellos cumpliendo con su rol.

Pues eso, si quieres pasarte dos horas de encefalograma plano y disfrutar del cine de acción, esta es una peli ideal para pasártelo bien. Otra cosa no tiene pero la acción está bien rodada. Además verás que los buceadores tienen mas poderes que Superman, Spiderman y Hulk juntos y pueden hacer de todo (que se lo digan a los de Nueva Orleans). Como dicen los buceadores americanos: "todo lo posible para salvarle"

Duela a quien duela, La Jungla de Cristal es una de las mejores sagas que se han hecho dentro del cine. Pocas pelis han acumulado acción pura con un guión bastante ágil, cierto que previsible, pero con una potencia rítmica impresionante. Además ha tenido la fortuna de haber contado con todo un artesano del cine de acción como John McTiernan y de haber contado con el actor ideal para un detective de policía vacilón, salvaje y con dos tornillos menos en su sesera brillante y sin pelo. La primera fue un auténtico bombazo dentro del cine de acción demostrando a muchos que este género denostado por muchos, era también un arte cinematográfico. El segundo capítulo tenía varios fallos (un malo carismático y un director como Harlin que aunque se maneja bien dentro de este género, no es McTiernan) pero se dejaba ver. La tercera parte recuperaba a un sensacional McTiernan, ponía como malo a un formidable Irons y ponía como compi de aventuras a un sensacional Samuel L. Jackson.

Después de 12 años, McLane vuelve cuando todos lo dábamos por muerto (siempre se le da por muerto a McLane pero... ¡esta vivo!). Venía con ciertas dudas. Primero el estado de forma de Willis, más calvorotas que nunca, después la historia (ya no era salvar una ciudad sino un país), después sus compañeros y malos (Justin Long y Timothy Olyphant no son muy carismáticos la verdad) y por último el director (Len Wiseman venía de hacer la saga de Underworld, siendo la segunda bastante decepcionante). El resultado final es que aunque La Jungla ya no tiene la frescura de antes, sigue siendo una espectacular peli de acción de las de antes, de aquellas de las que si no te mataba la bala o las hostias, te mataba las parrafadas del heroe. La peli tiene un ritmo impresionante que no decae nunca. Es una oda a los viejos rockeros (como los Creedence Cleawater Revival) que pese a todos las modernidades actuales siempre están ahí jodiendo la marrana a cualquier cibernauta. McLane es un viejo rockero pero demuestra que aun tiene conciertos que dar y recitales que cantar.

El resto cumplen con su misión. El malo es un malo digno pero sin mas. Justin Long no cae tan mal como el chico de Transformers y tiene sus momentos... y la dirección de Wiseman es muy digna con escenas de acción, algunas demasiado exageradas, pero dignas de ser vistas con orgullo. Es una Jungla renovada para este siglo informatizado pero que sigue teniendo ese tufo a los años 80 y a heroes de antaño.

El cine vive del mundo que le rodea. Muchas veces nos cuentan los dramas que hemos visto en la tele recientemente y nos intenta concienciar que si no lo remediamos, pronto volveremos a sufrir los mismos errores en nuestras carnes.

La guerra de los Balcanes ha sido un acontecimiento bastante dramático que costó la vida de muchas personas y han dejado "marcadas" a varias generaciones. En Europa se vivió con gran intensidad ya que, acostumbrados a las guerras lejanas, nos topamos al principio de los 90, con una realidad cruda: en Europa también había conflictos. Bosnia-Hercegovina sufrió como ninguna estos acontecimientos ya que es de sobra conocido que en estas regiones han convivido durante mucho tiempo cristianos (ortodoxos, católicos y protestantes) y musulmanes. De la noche a la mañana se despertaron de la balsa de agua nacionalista que les había preparado Tito y empezaron a matarse de forma violenta y cruel durante años.

Grbavica muestra las consecuencias de la historia de los Balcanes. Vidas rotas por acontecimientos crueles, gente desaparecida, encontrada en fosas, mujeres marcadas por su pasado demasiado reciente y cercano, que intentan llevarlo como pueden pero son incapaces de alejarlos definitivamente. La presencia de la muerte, el horror y la destrucción están presentes en Grbavica, un barrio pobre de Sarajevo (aquella perla de los Balcanes que fue destruída hasta los cimientos)

Es una historia sincera y pura. Zbanic no quiere moldearla. La muestra como es: cruda y humana. A veces cojea de cierta evolución narrativa (sobre todo a la mitad de la historia) pero eso no quita un ápice de humanidad a esta historia.

Cabe destacar la interpretación de madre e hija (Mirjana Karanovic y Luna Mijovic) Ambas están soberbias en cada plano y hacen que cada escena juntas sea un téte-a-téte de un dramatismo devastador.

Historia que debería ser obligatoria de mostrar en colegios e institutos para mostrar las atrocidades que pueden provocar la guerra incluso a largo plazo