Haz click aquí para copiar la URL
España España · teruel
Críticas de simón
<< 1 7 8 9 10 28 >>
Críticas 138
Críticas ordenadas por utilidad
6
29 de julio de 2009
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cierto reportaje de un documental en el que se trataba sobre el contenido de algunos films en un conocido festival de cine, decían que, efectivamente, estaba muy bien profundizar y analizar la problemática sobre ciertas cuestiones que referían sobre acontecimientos pasados (como la segunda guerra mundial, la guerra civil española, o la del Vietman, por ejemplo).
Seguían disertando que en las más de las veces se trataban de films correctos, ajustados a la realidad de su tiempo, y que versaban desde diferentes ópticas cuestiones que en cierto momento supusieron marcados puntos de inflexión en el devenir de este mundo nuestro.
Al mismo tiempo que reiteraban que todo ello estaba muy bien, decían echar de menos alguna que otra reflexión sobre los auténticos males que azotan a la sociedad actual, como por ejemplo el alienante mercado laboral actual, que lejos de dignificar al individuo (como erróneamente aseguraba nuestro sobrevalorado Marx), lo encadena bajo el yugo de la nueva dictadura de la sociedad del consumo desaforado, coartando de forma grave e irreversible su ya liquidada libertad, sin que, y siendo lo más grave, el individuo diese muestra alguna de oposición o disensión a todo ello.
Pues bien, si en la actualidad este tipo de películas, críticas con la sociedad de consumo desaforado y la era del marketing más salvaje, no suelen frecuentar las pantallas de nuestros cines, con la estimable, por supuesto, ayuda de un público cada vez más abúlico y simplón a la hora de priorizar sus necesidades, no es porque Denys Arcand no lo hubiese intentado.
En algunos de sus anteriores films podía observarse una velada crítica hacia un tipo de individuo alienado y desorientado, imbuido en una castrante sociedad que imponía cierto estilo de vida, como eran “El declive del imperio americano” y “Las invasiones bárbaras”, que reflejaban, con pasmosa lucidez tanto la decrepitud de una generación idealista que legó a sus hijos una sociedad peor a la precedente, como la apatía y conformismo de estos últimos a la hora de estimar su posición en este mundo nuestro en el que nos ha tocado sobrevivir.
En este último film su director pergeña un fresco muy cerebral (quizá en exceso) sobre los problemática que acucia al hombre (y la mujer) actual, añadiendo en su relato ciertas dosis de cinismo e ironía, que para nada conculcan la idea central de este magnífico director, creando para ello unos muy interesantes personajes, que quizá padezcan de cierto esquematismo y trivialidad en su desarrollo, pero que elevan con mucho la propuesta de este director muy por encima de la media de lo que podemos observar en las pantallas de nuestros cines, televisores y pantallas de ordenador.
¿Y cuales son los problemas con los que la sociedad actual no es capaz de bregar en condiciones de igualdad y que además no parecen importar al individuo en general?
SIGUE EN EL SPOILER...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
24 de marzo de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suena cadenciosamente la melodía triste de la conmovedora “nigth call” y en un plano medio se nos muestra de espaldas la figura de nuestro particular antihéroe, dirigiendo un auto, parábola de su propia vida, por la más absoluta soledad de unas calles desiertas, metáfora y síntoma a la vez; sobrio, asiendo firmemente las aristas romas del volante que maneja con especial delicadeza, dirigiéndose calmadamente hacia un destino tan incierto como desconocido, atravesando en silencio las arterias de la acechante ciudad de Los ángeles, con sus resplandecientes luces travistiendo la oscuridad de la noche.
De pronto se corta la imagen anterior mostrándosenos un primer plano de perfil del protagonista, al tiempo que detiene su lujoso vehículo, un primer plano de un individuo con la mirada perdida, trufada de heridas aún abiertas, supurante de un dolor muy reciente, lastrada por el último recuerdo, aún muy vivo e íntimo, de su vida acercándose lentamente hacia el gran abismo de la soledad.
En ese preciso instante se proyectan las letras del título del film en un tono fucsia muy vivo, con ribetes de films de los setenta, llenos de antihéroes y villanos renegados y en lucha constante contra su propio destino. Con ese gesto tan simple, en los primeros compases de esta antiutópica película, el director nos ha trasladado toda la pesadumbre existencial de un individuo desubicado, curtido por los golpes propinados por una jungla caótica de gasolina y asfalto, nos ha trasmitido su impostada dureza, su más íntimo pesar, su estoicismo ante infortunios difícilmente disimulados.
En ese sublime momento, en ese maravilloso instante de cine comprimido, podemos advertir que nos encontramos ante una estimulante descripción del hombre postmoderno, un relato de valores, de huidas y soledades, un silencioso retrato fotográfico de todas esas frustraciones atrincheradas en el rincón más oscuro de nuestro corazón, por el devenir de una vida que no siempre sonríe como hubiésemos deseado.
Nuestro particular héroe, de mirada triste y perdida, como en los mejores westerns, no necesita verbalizar sus íntimas cuitas personales, no precisa de grandes palabras para mostrar todos sus sentimientos; nuestro héroe se hace de miradas y silencios, y sobre todo de gestos, de acciones, de exorcizantes abscesos ultra violentos que en un primer momento pueden desconcertar, que en primer momento pueden provocar rechazo en todas aquellas personas que no se esfuercen en intentar comprenderlo, para qué, de todas formas a estas personas que lo prejuzgan, que no se preocupan en comprenderlo, a nuestro héroe no le interesan, al igual que a ti y a mí.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
15 de febrero de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi perro no le gustan las correas; protesta, gimotea y se revuelve cada vez que intento colocárselas, cree que de esa forma perderá su tan amada libertad, cree que así no podrá correr ni olisquear todos aquellos lugares que supone (en su imaginación perruna, claro) disfrutaría sin esas tan odiadas cadenas.
Sin embargo, cada vez que lo suelto para que corra y juguetee a su gusto no sabe que hacer, como si su tan ansiada libertad le supusiese un pesado lastre, como si no supiese que hacer sin esas correas que antes le marcaban el camino a recorrer, como si la perspectiva de unos instantes sin protección le resultasen insoportables.
Miro a mi perro, ansiando libertad y no sabiendo que hacer con ella una vez conquistada, y veo la propia naturaleza del ser humano.
Humanos que sienten pavor a seguir su propio camino.
Humanos apesadumbrados ante el reflejo de sus propios errores.
Humanos que ansían romper sus ataduras pero que después no saben que hacer sin la protección de sus propias cadenas.
Humanos que no saben establecer sus propias reglas, y que terminan autodestruyéndose cada vez que lo intentan.
Humanos que no se sienten cómodos sin la constante intervención de alguien que los proteja.
Humanos inmaduros incapaces de tomar sus propias decisiones.
Humanos que se asustan ante una puerta que acaba de abrirse, temerosos de lo que puedan encontrarse al otro lado.
Humanos, en definitiva como los de esta película, sometidos constantemente a la rigidez lo establecido, abandonados a la comodidad de lo ya conocido, instalados en el inquebrantable rigor de las autoimpuestas normas sociales, frustrados ante sus propias autolimitaciones, cautivos, en definitiva por las ataduras de lo políticamente correcto.
Magnifica y acida película, que disfrazada de liviana comedia indaga como pocas sobre la contradictora conducta humana.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
25 de julio de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Negra sombra, zaino vaho franco, nunca me abandonas, solo nunca me has dejado.
Densa niebla, bruma oscura, mi angosto sendero iluminas, en doliente ramal desterrado.
Tristeza mía, tú que me acompañas, tú que siempre caminas a mi lado,
ahora que tanto te necesito, continúa aliviando mi corazón angustiado.
Tristeza mía, amiga fiel, que vives y anidas en este cuerpo herido, ajado, lisiado,
por favor no me olvides, y partas cara un maldito mundo, falsa ruta hacia el dorado,
y sea gloria en el seno de una vida en la que el infinito sea un desdoro olvidado.

Negra nube, que anegas todo mi cielo, y mi presente añoras, en un mal sueño dado.
Humo espeso, vida gastada, mi sino oscureces, malvado cuervo alado.
Densa niebla cubre mis sentimientos, en el recuerdo de tu abrazo ya anhelado,
en la angustia de ese beso, arraigado en un ya desabrido pasado.
Tormenta cierta, certero rayo, mis entrañas revuelves, en un quejido desesperado.
Suerte esquiva, aliento vano, mi futuro ensombreces, ansioso canto desafinado.
Dulce ocaso, amable expiro, sobrevuelas sereno, sobre mi corazón desgarrado.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
14 de noviembre de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Nolan decidió por fin despertar en el espectador todas esas neuronas que permanecían aletargadas en el rincón más angosto del fondo de la Sala de Cine no sabía que dentro de una nada desestimable, pero a la postre convencional, historia de un tipo con problemas de memoria que buscaba al asesino de su esposa, estaba realizando (con una prodigiosa estructura narrativa y un agilísimo montaje) una de las mejores películas de la historia del cine.
Sólo una mente privilegiada podría hacer casar todas las piezas del puzzle (retazos de una existencia vivida en amargos destellos) que componen esta mayúscula obra, logrando con solvencia el objetivo propuesto: que no es más que la de inducir al espectador a experimentar parecidas emociones a las percibidas por el protagonista en su caótico devenir. De esta forma tan efectiva todo aquel que haya visto este film habrá experimentado la misma sensación de desorientación, aturdimiento, desconcierto y confusión a la sufrida por un Guy Pearce que expresa con desencajado rostro todos esos sentimientos que el director consigue finalmente imponer a su desbordado espectador.
Así las cosas, el film retrata con generosidad y acierto la dicotomía que se produce en las acciones de sus personajes, la dual condición de unos seres muy humanos, como son todos los que aparecen en el film: exponiendo lo mejor y peor que caracteriza a estos, mostrando el haz y el envés de su condición, esto es: el compromiso hacia sus seres más queridos y la mezquindad que preside las relaciones con sus semejantes, el tesón demostrado por momentos en el cruel juego de la supervivencia y la especulación emocional que como servidumbre se desprende de ella; logrando beneficiarse, de esta forma, todos y cada uno de ellos del status que se genera cada vez que se relacionan entre sí.
Película que cuestiona las realidades aparentes, que el protagonista define como certezas, y que terminan desvaneciéndose como castillos en el aire al albur de interesadas informaciones que varían en función de las diferentes circunstancias. Como perfecto ejemplo de ello: la forma y los motivos que originan los diferentes tatuajes que su protagonista va grabando.
Imborrable la escena en la que un Guy Pearce sentado alrededor de una hoguera que alegóricamente consume objetos relacionados con su mujer, divaga sobre lo que significa el desosiego de vivir con el perpetuo y doloroso recuerdo de su fallecida mujer, que como un fuego fatuo todo lo quema, todo lo destroza.
Impagable, finalmente, el momento, ya hacia el final de la película, en la que el protagonista a bordo de su impostado vehículo de lujo discursa sobre el sentido final de sus acciones y vida: ¿Me miento a mí mismo para ser feliz? Tengo que creer que existe un mundo fuera de mi cabeza, que cuando abra los ojos el mundo todavía siga ahí. Todos necesitamos tener recuerdos para seguir viviendo, no soy diferente al resto.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 7 8 9 10 28 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow