Intentaré impregnar a quien lea esta crítica la pasión de querer ver MI 6 Fall out, con certeza la mejor película del año y podría casi asegurar de las mejores de la historia.
Hacia tiempo que no disfrutaba tanto con una película y era una empresa difícil pues el podium había quedado muy alto con la anterior entrega,
Bajo la batuta de Christopher McQuarrie que nuevamente se pone a los mandos de la nave y dirige otra apoteósica oda a la acción.
Respetando las pautas que ya habían logrado Ethan Hunt y su equipo han incrementado la fórmula de la espectacularidad hasta límites insospechados. A lo largo de sus dos horas y media que créanme se les pasaran en un santiamén pero que les harán disfrutar de lo lindo.
Destacando alguna de las escenas como la que Tom Cruise pilotando una moto se vuelve loco sorteando coches de policía en una persecución temeraria.
O una persecución a la carrera que ni el mismísimo Usain Bolt lo haría mejor y que nos brinda Cruise, a sus 56 añazos, tratando de dar caza a uno de los traidores.
O la que sería la guinda de un pastel y mi favorita una persecución en helicópteros que mantiene y termina en una explosión de adrenalina debido a la carga de tensión y suspense que tiene la escena.
Creo que esta vez han puesto el listón muy alto y será difícil de superar aunque tratándose de Cruise y su compañía cualquier cosa es posible y pueden afrontar otra MISIÓN IMPOSIBLE.

Después de la Primera Guerra Mundial Florence Cathcart (Rebecca Hall) una mujer escéptica que se dedica a desentrañar los fraudes relacionados con entidades paranormales viaja a un internado para investigar la extraña muerte de un niño. Contará con la ayuda de Robert Mallory (Dominic West), el cual es partidario de que en el internado han ocurrido apariciones fantasmales.
La Maldición de Rookford es la opera prima de su director Nick Murphy que también hace las veces de guionista junto a Stephen Volk.
La película cuenta con una estupenda fotografía de la mano de Eduard Grau que intercala algunas escenas de un color desvaído con otras cercanas al blanco y negro tirando a sepia con lo que confiere a darle a las imágenes un aspecto de antigüedad.
Por momentos hallaremos fuertes coincidencias a películas más cercanas a nosotros como el Orfanato o Los Otros.
El personaje de Florence vive atormentada por su pasado con la muerte de su madre cuando era niña y es en la búsqueda de encontrar una explicación a lo que ocurre en el internado lo que la ayudará a cerrar viejas heridas.
Una historia estupendamente dirigida por su director novel que se ve fortalecida por el gran trabajo de sus actores en especial el realizado por Rebecca Hall.

Que los reyes de la exageración son los japoneses se sabe desde hace tiempo y bien queda demostrado en este Batman Ninja. Ya el mezclar al superhéroe murciélago con la parafernalia ninja sonaba una idea disparatada. Bien queda patente con esta adaptación que los japoneses le profesan un amor eterno a Mazinger Z ya que la estética se acerca sin lugar a duda a la del robot gigante.
Con lo cual podíamos definir a este Batman Ninja como una exageración visual con armamento bélico tronando a todo trapo.
Es del todo hilarante ver a los enemigos de Batman bajo la visual del diseño manga con ropajes extravagantes y fisonomía grotesca más típica de un vodevil.
Batman se verá transportado a través de un agujero temporal al Japón feudal, por lo que la aparición de los ninjas era un añadido necesario.
Allí se encontrará con sus enemigos habituales: al Pingüino desfilando con su ejército de pájaros bobos, a Hiedra venenosa totalmente desbocada, a Dos Caras con su rictus más exagerado, a Deathstroke el peligroso y asesino mercenario que nunca habrá estado mejor en su salsa.
Y por encima de todos el Joker, en esta versión el villano de los villanos, el summum de los enemigos más histriónicos, la locura personificada.
Queda evidente que si buscas una cinta convencional del héroe murciélago esta no es tu opción.
Si lo que buscas es un festival de acción desbordante y un film distinto a todo lo que habrás visto sobre Batman hasta la fecha, puedes darle una oportunidad.

Krampus es la típica película que mezcla el terror con tintes cómicos basada en la leyenda del Krampus, ser demoníaco mitad humano y mitad cabra que castiga a todo el que no respeta la Navidad. Dirigida por Michael Dougherty responsable en 2007 de Trick´r Treat, cinta ambientada en Halloween y que mezcla vampiros, hombres lobo, fantasmas y asesinos.
Entre sus actores principales nos encontramos a Adam Scott, protagonista en la serie Big Little Lies ó películas como El Aviador, Un Plan perfecto y Toni Collette en Juerga de Mamis ó Hereditary.
Todo comienza unos días antes de Navidad en un centro comercial donde se expone una obra de parte de la escuela de Max (Emjay Anthony) en la que están presentes sus padres Tom(Adam Scott) y Sarah (Toni Collette) y en la que se estropea la obra por una pelea de Max con un compañero de clase.
Ya una vez en casa durante la cena navideña donde acuden Linda, la hermana de Sarah, su marido y sus hijos. Max volverá a tener otra disputa ahora con sus primos Stevie y Jordan por la tarjeta de Navidad y enfadado llegará a decir que odia la navidad, romperá la tarjeta y la lanzará por la ventana. Afuera se producirá una gran tormenta de nieve y se irá la luz en toda la ciudad.
Beth la hermana de Max saldrá a la calle a buscar ayuda pero no encontrará a nadie, sólo logrará
ver una figura con cuernos saltando de casa en casa. Beth se esconderá debajo de un carro y la criatura le dejará una cajita de música.
A partir de este momento en la casa pasarán todo un sinfín de acontecimientos que pondrán en peligro a la familia. Sin explicación la chimenea se apagará sola y la galleta de jengibre cobrará vida convirtiéndose en un ser demoníaco contra el que tendrán que luchar. Tendrán que hacer frente a ositos de peluche con instintos asesinos, figuras de payaso con malas intenciones, duendes servidores del Krampus y a todo un ejército de criaturas diabólicas.
La Navidad se convertirá en una peligrosa pesadilla en la que Max tendrá mucho que ver para intentar salvar a su familia del monstruoso Krampus.
Toda esta lucha y peripecias contarán con una acción trepidante y harán que la película resulte muy entretenida sobre todo para el público más juvenil.
En definitiva una película para ver en familia y no invitar al Krampus.

Desde un principio se ve que “Mandy” no es una película para todos los espectadores ya que es la típica que deleita a los críticos más “astifinos” y que suelen vanagloriar a los directores más rarunos.
En realidad debo de compartir las opiniones de algunos críticos de ésta página, claro me refiero a los de a pie como es mi caso que dudan de si han visto la misma película.
Y reconozco que Mandy envuelta con una aureola propia de los 80 posee las herramientas para haber sido algo fuera de serie, pero se ve entorpecida por unos diálogos poco cuidados, la penosa interpretación de la mayoría de sus actores y unas escenas de acción poco conseguidas.
Panos Cosmatos ha confeccionado una historia que sin duda es otra del género rape & revenge pero con efluvios de los que despiden las sustancias más alucinógenas que puedas pensar y que deja a más de uno descolocado si no entra en esta vorágine de salvajismo y violencia.
Red y Mandy es una pareja feliz que comparten su hipnótica existencia viviendo apartados en una cabaña alejados del mundanal ruido.
Todo se resquebraja cuando Mandy en uno de sus habituales paseos se cruza con Jeremiah, el líder de una secta satánica que se encapricha de ella y que hará cualquier cosa para poseerla.
“Mandy” posee una tenebrosa banda sonora y en las escenas que acompañan con fotogramas de los personajes envueltos en tonos rojizos hacen que se te hiele la sangre.
Creo que a partir del momento en que Mandy es secuestrada se empieza a desmoronar gran parte del argumento. Aparece Jeremiah que se muestra ante Mandy con una túnica que recuerda a la perfecta figura del vidente “Carlos Jesús”, solo le falta decir “Benditos seáis todos, en el nombre de Yahvé”. Lo que sigue ya no tiene pinta de tener nada de seriedad y parece que estemos asistiendo a un concurso para saber quién está más “colgado”.
Abundan los discursos filosófico demoníacos que no aportan entidad a la película y esto ocurre en la primera parte de la película que es lo más salvable.
En la segunda parte que corresponde a la venganza de Red el nivel de las drogas han llegado ya a su climax.
Red que en ningún momento nos aclaran que tenga conocimientos de herrero, se forja un hacha que ni el mismísimo “Errementari” sería capaz de fabricarse.
La cinta en muchas ocasiones quiere acercarse a la figura de “Ash” pero de una forma torpe y que no ensombrece en ningún momento a la saga que abrió Sam Raimi con “Evil Dead” y posteriormente con “El ejército de las tinieblas”.
Honestamente si alguien quiere ver algo parecido con una historia similar y en la que aparece Nicolas Cage también hay una cinta más modesta que se llama “Furia ciega” y que seguro que se divertirán más. Con ésta disfrute más que con el rollo porro psicodélico que nos has cascado el señor Panos Cosmatos.