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Críticas de Alvaro Zamora Cubillo
Críticas 924
Críticas ordenadas por utilidad
6
27 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “A Quiet Place” (2018) de John Krasinski con Emily Blunt, John Krasinski, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Cade Woodward, Leon Russom y Doris McCarthy. Película de terror sobrenatural y de supervivencia, sobre una familia que debe de enfrentar a seres de otro mundo que cazan por el sonido. Con $17 millones de presupuesto, ha recaudado más de $300 millones en taquilla, con una premisa muy buena, que obliga al espectador a enfrentarse a una nueva forma de terror, y a poner atención al ruido que resulta fatal; contiene demasiados hechos que se pasan por alto durante el desarrollo de la historia, como los ruidos naturales del cuerpo humano, la misma respiración agitada, y el latido del corazón; o bien la misma electricidad, etc., más allá de las referencias notorias a películas de terror similares, donde lo que aterroriza no se ve, llama la atención el papel de los padres que hacen lo que sea por cuidar de sus hijos, o bien, la parte feminista, que ante el peligro, una mujer decide tener un hijo cuando el mínimo ruido le puede costar la vida a ambos, o el papel del niño “feminista”, que al final es el encargado de proteger al bebé, cuando las mujeres son las que dan batalla. Técnicamente novedosa, con el actor tirado a director en su tercer proyecto, donde casi no hay dialogo, con el uso del sonido para generar terror, aun cuando los sustos están diseñados para tales efectos, el filme se deja ver con la reflexión que, aún contra todas las probabilidades, hay que hacerse sentir, y eso puede relacionarse perfectamente con la política. Sin pocos elementos, no obstante la trama deja muchos incógnitas que no le importa resolver, es decir, las criaturas… Del reparto, todos destacan la manera en que tratan de expresarse a través del lenguaje de señas, pasando por muchos registros; y como curiosidad, la actriz Millicent Simmonds es sorda desde la infancia debido a una sobredosis de medicamentos; y el dispositivo que usa, no es un audífono, sino un implante coclear, es decir, ella tiene una pérdida auditiva neurosensorial, lo que significa que su oído interno ha sufrido algún tipo de daño; por tanto, el implante traduce vibraciones en el aire en impulsos nerviosos que el cerebro percibe como sonido. Eso me parece muy interesante desde el punto de vista científico, pero hubiera funcionado mejor sin subtítulos, que sea el espectador quien viva una experiencia más inmersiva. Lo peor es que viene secuela, evidentemente “no se mata la gallina de los huevos de oro” y hay que darle pelea a los bichos. En definitiva, este es un experimento no visto desde la OBRA MAESTRA “Плем'я” (The Tribe – 2014) o la misma “Hush” (2016) solo que aquí, “si te oyen, te cazan”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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Alvaro Zamora Cubillo
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5
16 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Red Sparrow” (2018) de Francis Lawrence con Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Charlotte Rampling, Mary-Louise Parker, Jeremy Irons, entre otros. Película de suspense basada en la novela del mismo nombre de 2013, del agente retirado de La CIA, Jason Matthews; y es el primer libro de una trilogía, y los otros son “Palace of Treason” y “The Kremlin's Candidate” Todo es una historia de venganza familiar, de una ex bailarina que lesionada, es obligada a trabajar como espía rusa. La película es ETERNA, LENTA y ABURRIDA, puede ser interesante, pues que saca a la luz el “modus operandi” de cualquier agencia de inteligencia, que hace lo que sea para calificar agentes, pero como es de esperar, los rusos siempre son los malos en todo… pues bien, la película técnicamente está filmada en locaciones reales, pero el ritmo es muy malo, no hay nada de acción, salvo partes en los últimos 20 minutos que las 2 horas anteriores se hicieron un castigo que no vale esperar por la poca sustancia. El filme tiene mucha violencia, y hay ciertas situaciones extrañas: ¿Cómo la espía se recuperó tan rápido de una quebradura de pierna, que de un pronto a otro, hasta uso tacón alto, y camina sin bastón, como si nada? La parte con Charlotte Rampling es la más interesante de todo el metraje, aunque recuerda a esa Obra Maestra “Salon Kitty” (1976) Los actores hacen lo posible por sacar el filme adelante, que necesitó una mejor edición, y un guión mucho más fluido. La película no tiene nada nuevo que no se haya visto antes desde “Gloria” (1980), pasando por “Salt” (2010) y terminando con “Atomic Blonde” (2017) Sorprende ver a JLaw como bailarina de ballet cuando es demasiado gorda; además en un filme en que su personaje es violado en todas las maneras posibles, siendo ella una “feminista” A veces creo que la dignidad se deja de lado, cuando lo que importa es trabajar… ¿Dónde queda el #MeToo? “El camino hacia el perdón, comienza con la traición”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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Alvaro Zamora Cubillo
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6
1 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Tepeyac” (1917) de Carlos E. Gonzáles, José Manuel Ramos & Fernando Sáyago con Beatriz de Córdova, Gabriel Montiel, Pilar Cotta, Roberto Arroyo, Emilia Otazo, entre otros. Drama mexicano mudo, de aproximadamente 64 minutos, sobre una mujer que, angustiada por la noticia de que el buque en el que viaja su prometido ha sido hundido por un submarino, busca consuelo en un libro sobre las apariciones de La Virgen del Tepeyac. La película llamada también “Tepeyac adaptación cinematográfica de una tradición mexicana (El Milagro de Tepeyac)” es la primera de las 2 únicas producciones de la compañía Films Colonial; realizada por varios mexicanos entusiastas y bohemios, que sin tener conocimiento, “decidieron hacer una película para matar el aburrimiento”, al tiempo que incursionan en la producción de largometrajes cinematográficos de ficción; y de esa manera, dejan atrás los años de la crónica revolucionaria, cuando el público demandaba cine “como el del Europa”, y en este caso, con identidad nacional y religiosa; por lo que resulta difícil creer, porque el resultado es por demás interesante, al presentar la primera aparición del tema guadalupano en la cinematografía mexicana, que mezcla muy bien y con gran ingenuidad, ficción y realidad documental, lo que nos permite atisbar La Villa de Guadalupe en 1917, con sus costumbres populares, religiosas y paganas; el pueblo llano de la época, y la alta sociedad del México de inicios del siglo XX. Del reparto, coral, todos no conservan el estilo teatral de la época, ni siquiera del cine mudo, en cuanto actuaciones ni maquillaje, y brindan actuaciones muy realistas, por lo que se llega casi al estilo documental, con escenarios naturales, muchos exteriores reales del campo y algunos interiores. Y es que muy pocos filmes de esta época han podido conservarse hasta nuestros días, y la mayoría de la producción industrial del primer cine mexicano está por desgracia extinta. Sin embargo, “Tepeyac” fue rescatada por el historiador Aurelio de los Reyes, y restaurada por La Filmoteca de La UNAM, a partir de los negativos y positivos de nitrato de celulosa; lo que la hace un material de valor histórico y estético muy importante, no solo para México y Latinoamérica, sino para el cine mundial; que desde el año 2000, cuenta con una partitura del grupo de música mexicano LAUDES, que incluye instrumentos y música prehispánica auténtica, y piezas musicales de principios de la década de 1910; siendo estrenada, totalmente restaurada, el 1 de agosto de 2002, en ocasión de que el indio Juan Diego fuera elevado a La Santidad, por el canal de televisión mexicano, Once TV, como un evento especial. De esa manera y por su duración, “Tepeyac” es hoy en día, el largometraje de ficción más antiguo que se conserva del cine mudo mexicano; que aún producido bajo condiciones precarias, es también un ejemplo de las dificultades que tuvo que sortearse para que México lograra establecerse como una industria, ante la voraz competencia de Hollywood y sus grandes producciones. Y es que las películas mudas mexicanas como categoría, son muy raras, muy pocas sobreviven. “El día en que no se venere a La Virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que habrá desaparecido, no solamente la nacionalidad mexicana, sino hasta el recuerdo de los moradores del México actual” El cine siempre es historia viva.
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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Alvaro Zamora Cubillo
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6
18 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Macao” (1952) de Josef von Sternberg & Nicholas Ray con Robert Mitchum, Jane Russell, William Bendix, Thomas Gomez, Gloria Grahame, entre otros. Drama y cine negro de crimen e intriga policial, sobre el control del juego, la ley y el orden en la exótica y bulliciosa Macao; allí se enfrentarán un detective, un traficante de joyas, y una “mujer fatal” Filmado en 1950, y estrenado 2 años después debido a que el productor y dueño de RKO, Howard Hughes despidió al director Josef von Sternberg durante el rodaje, por su trato desagradable con el equipo, y por hacer comentarios insultantes sobre Russell y Mitchum; se contrató a Nicholas Ray para terminarlo; pero en el fondo, es una producción a medio camino entre el capricho del magnate, y un intento de aprovechar el éxito del “His Kind of Woman”, de un año antes, protagonizada también por Russell y Mitchum. La película destaca por la estupenda puesta en escena y ambientación, donde se sienten las madrigueras, la oscuridad traicionera, el aire viciado y nauseabundo; justo donde el cine negro vive y alcanza su gloria; al tiempo que, como buen “noir” hay frases brillantes y lapidarias, muchas visitas al cinismo, algún que otro estereotipo manido, picardía, agudeza y dulzura; como muerte y traición; y evidentemente, uno de los grandes atractivos de la película es la misma Miss Russell, que expone su par de sosPECHOSos argumentos incontestables; que fueron la obsesión de su descubridor, Hughes, y los escotes su religión, tanto que llegó a decir: “Quiero que el vestuario sea muy escotado, tanto como permita la censura, de modo que el público pueda echar un vistazo a las partes de Russell que quiere ver cuando paga” Mientras Robert Mitchum hace una y otra vez sus papeles del feo con suerte con la mujeres, 100% lacónico, inexpresivo, nihilista, indolente, duro y noble, y hay una frase que encaja bien en la descripción del personaje que dice: “Mi terrible atractivo nunca falla, excepto con las mujeres” En el lado de los antagonistas, tenemos a Brad Dexter como el traficante de joyas, en un papel algo siniestro pero que le faltó más fuerza, con un esbirro que hace la parte cómica del relato: Thomas Gomez como El Sargento Sebastian; y Gloria Grahame como la novia del pillo, metida a la fuerza por ser la esposa real de Nicholas Ray, y que es dejada y olvidada en el camino. La factura se cobra cara, porque todo el relato es predecible y ya conocido en otros filmes similares, desde “Morocco” (1930) del mismo von Sternberg; hasta el mundo oscuro del juego en “The Shanghai Gesture” (1941); y todo lo demás que se encontraría en la oscarizada “Casablanca” (1942), de hecho, me atrevo a analizar que “Macao” sigue toda la misma estructura del filme de Michael Curtiz, incluyendo a los personajes. Como dato del pleito con el productor, Josef von Sternberg dijo en su autobiografía, que “al menos, media docena de payasos metieron en ese pastel, no sólo los dedos, sino varias partes de su anatomía”; y hablando de dedos, si usted pone atención, notará que en la hermosa banda sonora hecha por Anthony Collins y Jule Styne, cada vez que La Russell canta en la sala de juego, el acompañamiento de piano y bajo, no coincide con el sonido de la orquesta completa que la respalda. Nos queda que “Todo el mundo está solo, preocupado y arrepentido; todos buscan algo”
RECOMENDADA
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5
5 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Final Portrait” (2017) de Stanley Tucci con Geoffrey Rush, Armie Hammer, Clémence Poésy, Tony Shalhoub, James Faulkner, Sylvie Testud, Martyn Mayger, entre otros. Drama basado en el libro “A Giacometti Portrait” (1965) de James Lord y en la vida del escultor y pintor suizo de inabarcable temperamento, Alberto Giacometti, y lo que viene a tardar en culminar o no el retrato de su amigo, el crítico de arte y escritor estadounidense James Lord. Así comienza no solo la historia de una amistad conmovedora y poco convencional, sino una visión única y reveladora de la belleza, la frustración, la profundidad, y a veces el caos del proceso artístico. Por eso, su amistad devino en un cuadro para el que Lord posó durante 18 sesiones, que él mismo fotografió, y que acabó convirtiéndose en 2 obras: Un cuadro de Giacometti, “Retrato de James Lord” (1964), uno de sus mejores lienzos; y el libro en cuestión de Lord. La película muestra un saludable rechazo a los clichés del cine biográfico, pero técnicamente peca en la repetición de situaciones, espacios, y encuadres, que no salen de lo convencional, y para quienes no conozcan al artista, será una película aburrida, monótona y nada interesante, porque su narrativa es muy personal a modo de una obra de teatro que bien pudo ser hecha solo por los 2 personajes principales. Del reparto, solo sobresale la interpretación de Geoffrey Rush, y los demás son más estereotipados que bien pudieron ser recortados. Como dato decir que Giacometti fue uno de los escultores más importantes del siglo XX; su trabajo fue particularmente influenciado por estilos artísticos como el cubismo y el surrealismo; y las preguntas filosóficas sobre la condición humana, así como los debates existenciales y fenomenológicos, desempeñaron un papel significativo en su trabajo. El artista, nunca acabó este cuadro de Lord, y nunca lo remató. Eso sí, recientemente fue vendido por más de $20 millones. Un filme curioso, pero no para todo el público. “La búsqueda de la perfección nunca termina”
NO RECOMENDADA
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