Nunca en mi vida me había imaginado al gran Amitabh Bachchan cagando, pero en esta película me lo he imaginado una vez cada 10 minutos. Dura dos horas y media como todas las pelis indias, así que calculad.

Bachchan interpreta al padre de Deepika (Piku), hipocondríaco y obsesionado con el déficit de atención. Por su parte, Piku es una mujer soltera e independiente cuya única y máxima distracción que la aparta de su trabajo como arquitecta es su progenitor.
Ambos realizan un viaje a la casa familiar en Mumbai, la cual tienen intención (o quizás no) de vender. Quien los llevará de viaje será el director de la compañía de taxis de la que Piku es usuaria. Algo inexplicable, teniendo en cuenta que tiene tan traumatizados a los conductores que finalmente todos la dejan plantada, teniendo que encargarse su jefe del marrón.

La situación, como en todos las películas indias, es un poco absurda, pero también hace gala de más realismo que de costumbre.

Añado un detalle que me inquietó: al hombre que cuida del padre de Piku se le trata como un esclavo durante toda la película. Se supone que tiene que ser gracioso, pero a mí me preocupó sobremanera.

Respecto a Deepika Padukone, cuantas más películas suyas veo, más fan me vuelvo. Da igual que el guión sea un bodrio. Esta mujer es una actriz de verdad. Supongo que Amitabh también....pero este papel es bastante humillante.

Me alegra un montón ver que Bollywood está modernizando sus imágenes femeninas. Cada vez veo más personajes de mujeres trabajadoras y solteras, reivindicando su libertad para estudiar, trabajar y casarse cuando quieran. Piku no es una excepción y Dil Dadhakne Do, del mismo año, y con la co-star favorita de Deepika, Ranveer Singh, de protagonista, confirma la tendencia.

Excelente banda sonora para la primera película hecha con casting, producción y dirección totalmente indios que tuvo distribución internacional.

Los personajes son adorables y el argumento es interesante, aunque la imagen permanente del padre se hace una metáfora cansina, en el sentido de que, con semejantes personajes, hubiese molado una road movie hecha y derecha, no de ir a la caravana del medio del desierto de tu padre, conocer a su vecina, hablar de pan frito y volver. Si le hubiesen dado más vueltas y hubiesen explotado más la chicha de todos estos personajes habría sido una película genial. Hasta me alegraría de una segunda parte.

Pero bueno, está bien, no me quejo más.

Porque la tal Three Nations Reservation no existe, les dio por inventarla por no elegir entre las 400 que tienen en todo el país.

Es una película interesante: En primer lugar porque el tema de la población nativa no se toca todavía demasiado y se ha empezado a tratar desde el punto de vista indio recientemente, casi a finales de los 90 y sobretodo en películas independientes y más bien poco conocidas del director cheyenne Chris Eyre.
Hasta entonces la única participación de los indios en el cine ha sido siempre ambientada en el Western y recibiendo tiros de John Wayne o lamiéndole el culo a "indios" blancos como Kevin Costner o Daniel Day Lewis. Y si no dándole por culo a Robert Redford.

Eso sí, de la situación de todas estas naciones en sus reservas de mala muerte, la industria cinematográfica no decía ni mú.

Esta película está bien además, porque le da protagonismo a las mujeres indias, y en un ámbito muy interesante y copado en gran parte por los hombres: el deporte. Concretamente el baloncesto. Sólo por tratar este tema, merece la pena verla.

Sí, como buena película americana, todo sale de la nada. Un negro en territorio hostil. Un instituto en plan Mentes peligrosas. Y unas pavas que no tienen pinta de haber botado una pelota en toda su vida de repente quieren jugar al baloncesto como posesas. Y la coña es que se les da bien.

No es una película que haga reír o llorar...los actores no destacan en su papel especialmente (el papel de Irene Bedard es bastante sobrante - no se cómo hace pero parece que la ponen de florero en todas las películas) pero creo que es recomendable de todas formas.

¿Por qué? Pues porque es igual...PERO es diferente.

Yo ya no se qué realidad retrata ni qué deja de retratar esta cinta, pero os juro que nunca en mi vida he visto tan explotado el recurso del CHAN CHAN CHAN!

Llegó a ser tan recurrente que conté cada cuánto lo repetían y calculo que cada 3 minutos escuchabas sin descanso un ascendete: PLAN.-.....Pi-lu-pi-lu PLAN ...CHAN CHAN CHAN CHAN CHAN

Personajes de encefalograma plano como la base de una pizza, y tópicos que pretenden seguir el rollo gangsta, estilo fresh cool urbano, y se quedan en cani poligonero.

El mayor ejemplo: un tío que tras haberle hecho un bombo a dos lurpias de forma indeseada CLARAMENTE no sabe lo que es un condón. Además lo que te fastidia de estos personajes es que, joder, suelen ser redomadamente feos. Pero de cojones. Que es plan...en serio, en serio, ¿cómo has logrado reproducirte?

¿Qué más? Diálogos absurdos de no más de tres frases, peleas aleatorias que no vienen a cuento y total marginación y estereotipación de los personajes femeninos. Novias embarazadas, hermanas con pintas de yonkie y madres frustradas. Ni una sola hembra pintando paredes.
Otro tópico: dar por hecho que en el mundo del graffiti no hay mujeres. EEERK!! Craso error.

Quizás lo que más me molesta de la película es esa manía puñetera que tienen los alemanes de llevar a su cine lo que sólo funcionaría en el norteamericano. El resultado: un Frankenstein hecho de corta y pega.

Lo mejor: pues los grafitis, la dirección artística y la banda sonora muy bien escogida.