Un regreso espectacular a la primera línea celuloide el que ha filmado el denostado
Mel Gibson. Una obra que va desde el gore sangriento visceral hasta el testimonio religioso pacífico (por obra y gracia del esfuerzo del los Adventistas del Séptimo Día).

Con unas grandiosas escenas de batalla (de lo mejor nunca rodado en el género) retrata con interés y brillantez la vida principal hazaña de un personaje real que versa entre el titán anti belicoso al mesías pacifista.

Una película de épica visión rodada con enorme poderío y empaque, con el que Gibson nos deleita con su particular y contundente discurso pacificador; algo osado y bizarro para una figura tan polémica y poco sutil como el director australiano.

En definitiva, un regreso que todos debemos celebrar, tanto como el final de cualquier guerra.

O rodando videojuegos, que tanto monta… Duncan Jones ha conseguido rodar un film digno sobre el denostado mundo de los videojuegos de éxito. Una película de aventuras fantásticas que no defraudará a los fans enfermizos de los videojuegos, ni aturdirá demasiado a los vírgenes espectadores medios.

Una obra legítima y fidedigna que se merece ir mas allá de innecesarias comparaciones (Lord of the Rings, Avatar, Game of Thrones, …) Veracidad con diferentes perspectivas rodadas. Escenas enlazadas sin descolocar demasiado, hilvanado con unos sublimes efectos visuales. Accesible, sincera y honrada, que no es poco.

Animales inconformistas para empezar este año. Un film de animación sorprendente y extraordinario, en su factura técnica y en sus mensajes preeminentes a reflexionar (solo hay que temer al miedo, cualquiera puede ser lo que quiera en Zootrópolis, etc.)

Una película original y acertada para el goce y disfrute de todos, desde niños emocionados con su ritmo trepidante hasta adultos encantados con sus guiños emocionantes (Breaking Bad, El Padrino…) y sus referencias sociales audiovisuales (funcionarios perezosos, club nudista animal…)

Una obra genial de mensaje positivista con un ingenioso guión, unos personajes transcendentales y logrados y una impecable puesta de escena. Una gran manera de abordar el año.

Bella, singular y aséptico drama rural caracterizado por sus pocas palabras expresados y la profunda comunicación que trasciende.

Una película minimalista dura y fría. De una sencillez quizás excesiva, exige demasiada paciencia a los impacientes espectadores de hoy en día. Poco aguantamos sin hastiarnos a la mínima de cambio.

Una obra en la que brilla la cotidianidad rural, la rutina laboral y la vida simple; aspectos que en ocasiones nos convierten en marionetas sin apenas existencia vivencial. Un trabajo sereno y mesurado, escenas hermosas llenas de sutilidad y elegancia.

En definitiva, un film con un sobrecogedor final que no llega a emocionar como pretendía, padeciendo la tibieza del resto del metraje. Rams, un mundo en extinción, estirpes familiares de difícil supervivencia, ante la insolidaridad presente

Un crucero con mucho lujo y decorado. Un crucero muy bien planteado de inicio, sin reparar en gastos, pero un crucero que en realidad es un viaje nimio y olvidable, anodino en su diversión. Un regalo con un envoltorio muy lujoso pero con un contenido poco valioso. Palmeras en la Nieve, un viaje muy muy largo pero con poco regocijo.

Un film que no consigue emocionar ni fascinar como en un principio pretendía. Una película con aspiraciones mastodónticas que se queda en agua de borrajas. Una película con una base potencial muy atrayente que no llega a pasar del empacho edulcorado para público mancebo.

Pretendiendo ser la Memorias de África made in Spain, se queda a Kms. de distancia, no le llega ni para ser colonia a Leyendas de Pasión. Ni Adriana es Meryl, ni mucho menos Mario es Robert, la comparación ya ofende de por sí.

Sin embargo, algo se puede salvar del naufragio. Su excelente apartado técnico, fotografía y banda sonora pueden disfrutarse por momentos. Aunque su excesivo metraje y sus inconexos saltos temporales, condenan sin remiendo a este proyecto a3media.

En conclusión, casi tres horas de “excursión”. Una “aventura” muy muy cara, tan larga y pretenciosa que aburre sin remedio.