Interesante película, pero que necesita concentración. Hay muchos detalles que si se va al cine con palomitas y refresco pasan desapercibidos y que acaban siendo básicos para la comprensión de la trama. Una visión superficial puede resultar decepcionante, por lo que es recomendable verla dos veces. El director juega con el espectador, con los clichés a los que estamos acostumbrados y parece llevarnos en una dirección que al final vemos que no es la correcta. La historia es compleja y un poco prendida con alfileres, pero está resuelta con dignidad y, sin duda, resulta prometedora para un director novel.
Lo mejor: Que por momentos resulta desconcertante (en el buen sentido), algo que hoy en día no es muy habitual en el cine, por desgracia.
Lo peor: Que es demasiado ambiciosa y a veces da la impresión de que se desmadra un poquito.

Esta película se puede resumir en unos primeros cinco minutos visualmente llamativos, cinco minutos finales interesantes, sin más, y una hora y cincuenta minutos de relleno que, excluida toda su morralla, muy bien podrían haberse simplificado en otros cinco minutos tomando un poco de acá y otro de allá. En total se salvarían quince minutos, que darían para un corto curioso, pero el largometraje que nos presentan es un producto errático, desigual, incoherente y con unos personajes que no enganchan porque nada encaja en el conjunto. Como han dicho otros aquí, toda la interminable parte central se convierte en un culebrón aburrido y sin chispa que uno espera que se resuelva de alguna manera medianamente lógica. Infructuosamente. Las interpretaciones dejan bastante que desear, particularmente la de Portman, convertida en protagonista absoluta, empoderada, pero que en ningún momento conecta con su personaje y, en consecuencia, ni convence ni consigue darle la expresividad que necesitaría. Aunque lo peor, en mi opinión, es un guion desorientado, deslavazado y que va avanzando en círculos sin llegar a ninguna parte. Una película mal hecha, no creo que se pueda decir mucho más.

Si estás aburrido de ver películas con personajes estúpidos, graciosillos sin gracia, magos de pacotilla, niñatos haciendo bullying o héroes cantamañanas salvando al género humano, te recomiendo que te sumerjas en esta película, no te arrepentirás.Cine de verdad, sin artificios pero con alma. Si comienzas a poner en duda que el cine es el séptimo arte, esta es tu vacuna. La historia de una madre camella que rechaza a su bebé recién nacido y los esfuerzos de sus dueños para reconducir la situación. El desierto de Gobi, sus atardeceres anaranjados, la familia que sobrevive anclada en esa frontera imprecisa entre el pasado nómada y la modernidad, los camellos que miran al horizonte con melancolía a la espera de que los ciervos les devuelvan sus cuernos, la música de las esferas recomponiendo el orden natural de las cosas. Sí, señor, esto es cine de verdad. Que alguien haya escrito por ahí que se aburrió viendo esto escapa a mi capacidad de comprensión. Película muy inteligente y muy bien llevada, que nunca decae y mantiene el interés desde el primer instante.

No pensaba escribir una crítica de esta cosa, pero como quiero que le baje todavía más la nota media, me he decidido. Sencillamente, esto es un insulto a la inteligencia, y lo digo de verdad, porque me molesta cuando me tratan como a un imbécil. No voy a decir aquí que yo sea un genio, pero es que hasta un orangután con pocas luces sentiría vergüenza ajena y una cierta dosis de mala uva al ver cómo le toman el pelo plano tras plano durante hora y media. Desde el minuto uno se nota que nadie, ni el director ni los actores, creen en lo que están haciendo, se nota que están ahí por algún compromiso contractual o para hacer caja de forma rápida, pero da la impresión de que ni han ensayado las escenas. El guion lo podría haber escrito mi sobrina de dos años, los chistes (¿?) sencillamente no creo que estuvieran ni escritos en ese guion. Hasta en las películas más flojas hay algo que salvar, aunque solo sea un plano o una escena, aquí, pura y simplemente, no hay nada; es el truño elevado a su máxima potencia, la basura irreciclable, la materia oscura del universo plasmada en celuloide, la Belén Esteban del cine. Abstenerse todos, hasta los tontos.

No pensaba comentar la película, porque generalmente no comento cuando no tengo nada sustancioso que decir, pero he leído tantas tonterías entre los comentarios que me preceden que he decidido decir algo, al menos para que los que no hayan visto la película sepan a qué atenerse, porque leyendo cosas que se escriben por aquí, poco van a sacar. Vamos a ver, esta película es muy difícil de juzgar porque parte de un material base cuyo disfrute es muy subjetivo para el espectador. Te gusta Abba o no te gusta. Conoces a Abba o no los conoces. Muchos de los que critican aquí lo hacen desde puntos de vista bastante distorsionados. A ver, Abba tienen unas cien canciones, la inmensa mayoría de las cuales tienen un nivel parecido. Algunas son más conocidas que otras por diversas razones que tienen poco que ver con su calidad. Pero dejémonos de digresiones y vayamos a la película. Lo primero que hay que decir es que si no te gusta Abba lo mejor es que te ahorres la entrada porque te vas a aburrir. Aunque es un poco estúpido ir a ver una película basada en canciones que no te gustan, así que supongo que los que leeréis esta crítica será porque os gusta. En fin. El producto está cocebido para fans, eso de entrada; su música suena constantemente, bien en las canciones que cantan los actores o bien como arreglo orquestal de fondo, así que Abba hasta en la sopa. Al contrario de lo que se dice por aquí, para cualquier fan medio de Abba no hay ninguna canción rara aquí, porque si alguien cree que Angeleyes, Fernando, Knowing me, Knowing you, Andante Andante, My Love My Life, The Name of the Game, When I Kissed the Teacher o Waterloo son raras, apaga y vámonos. Si eres fan, la película te resultará entretenida. Está mejor hecha que la primera, menos alocada y más trabajada. La fotografía es muy buena, las coreografías, sin ser top, están más curradas que en la anterior. Es más melancólica, más nostálgica, más humana que la primera, menos light. Personalmente, los personajes me resultan más cercanos, más adultos. Yo iba al cine con pocas pretensiones, porque ya la primera no me gustó demasiado, pero la verdad es que salí satisfecho. No, no es una obra maestra, ni de lejos, es una película para fans que no os decepcionará.