La película promete mucho, intenta sumergir al vidente en un contexto histórico importante, pero así mismo mediático. A partir de ello, considero que el actor hace énfasis en la tristeza y usa como herramienta un amarillismo cínico. Puede ser entretenida para mucha gente, pero a lo que a mí respecta, debo decir que me distanció de toda manipulación que intenta pasar por universal, cuando no debe ser así, el nazismo, fascismo los repudiamos, es verdad, y debe seguir siendo rechazado, cada vez con más fuerza, pero hay otras formas de mostrarlo sin querer entrar en el mundo de la farándula suciamente.

Al ver esta película se descubre lo indignante que son algunas producciones de Hollywood, puesto que Il Mare es la versión anterior (quizás la original) a la pobre y aburrida Casa del Lago de Keanu Reeves y Sandra Bullock lanzada en 2006.
La cinta coreana es interesante, con una hermosa fotografía y una música agradable para cada momento, Para ser una historia de amor, es muy recursiva, cosa que personalmente considero que hace pobre este estilo de cine.

Con una excelente fotografía, con un majestuoso manejo de sonido, Monos es una historia sin idiología que aunque toma elementos de la guerra sufrida en Colombia, plantea unas situaciones que han alimentado el odio y con las cuales se ha generado un rechazo a otras maneras de terminar el conflicto que no sean las del brazo armado. Estos lugares comunes del discurso han permitido generar campañas de desprestigio y ofensa a un tema que va más allá de lo monetario y responde a complejidades históricas y sociales sobre cargadas, por eso la cinta tiene desaciertos como que unos niños cuiden una secuestrada que tendría "tanto valor" para el movimiento armado sin un acompañamiento de un alto mando y alejados de la concentración del resto del grupo militar, (además que es un fetiche pensarla a ella como la extranjera, no se indaga mucho por el personaje de ella, ni se desarrolla realmente) el papel que Wilson Salazar ex combatiente de las FARC cumple en la película hacia creer que él permitiría que a la altura de grandes directores colombianos como Ciro Guerra, se realizará un trabajo de campo o una investigación a fondo de las dinámicas y roles a desarrollar en la trama (en este caso de la guerra), la historía se cobija en elementos que son lugares comunes para generar odio y desvirtuar un conflicto que aunque no deja nada positivo, tiene unos matices más fuertes que solo la extorsión (como se ven en algunas escenas) y el enriquecimiento de unos cuantos a costa de unos niños, al final parece que los héroes son la fuerza armada, a pesar que lo último que se dice en la película los ubica en el marco de la ilegalidad, pero solo si uno piensa en las posibilidades de sus acciones y no es tan evidente para el público (Ver Spoiler).
La primera parte ubica la historia en el páramo, la fotografía y una locación entre las nubes, los colores neutros y de juegos de a tres y en pocas ocaciones de a cuatro la hacen visualmente mágica, poderosa, luego viene la segunda parte donde la locación pone la historia en el oriente colombiano, dando así un campo amplio para pensar que cualquier movimiento guerrillero puede ser el que esta reflejado, pero para la gran mayoría en la FARC quien utilizó el secuestro o capturas de guerra para conseguir recursos y presión política, y por supuesto no lo dicen pero es evidente que es guerrilla y no paramilitares.
Se hace referencia a historias que alimentan el morbo del conflicto, como los "pisa suaves" (equipo elite entrenado para moverse por horas, días, sin ser detectados) la extranjera que no es una captura militar ni política, solo por ser extranjera y ni siquiera se desarrolla como personaje.
Contiene excelentes actuaciones, fotografía y sonido pero viéndola Incluso como historía ficcional, Monos es incómoda y ofensivamente borrosa con las dinámicas del conflicto colombiano, va hacia los lugares comunes del morbo más en un momento de odios y rechazo a esa paz que busca la no repetición.

Los páramos son de los ecosistemas más importantes en colombia, su importancia para la vida difícilmente tenga competencia, luego del proceso de paz y la desmovilización de las FARC, el turismo regreso a lugares como Sumapaz y las empresas mineras y de explotación de recursos naturales han tenido vía libre, existen varios informes entre ellos los de la ONU, tesis de maestría que informan sobre la acelerada destrucción, no solo de esto sino de lugares como la amazonia.
En ese orden es cierto que en Colombia existen en 59% de páramos del mundo, es verdad que los campesinos han tenido que reorganizar sus comunidades para la defensa de ello (nuevamente lo del páramo de Sumapaz es de admirar, es un gran ejemplo, además por lo cerca que se encuentra de Bogotá, la capital del país y su fácil acceso) pero el documental se queda corto en mostrar los mecanismos que utilizan los campesinos para defenderse y organizarse, el 90% de él se centra en la actividad electoral de un campesino que se lanza a la gobernación del departamento de Boyacá, actualmente congresista por el departamento de Boyacá, existiendo tantos mecanismos de organización, de relacionarse con el páramo, la forma en que fueron criados, sólo apunta a un par de referencias, pero en las zonas donde he podido compartir con ellos, su relación y su proceso de crianza tiene mucho de donde poder sacar historias, pero eso acá queda vago.
Es importante apoyar estos procesos y desear que se realicen más, es una denuncia importante que comienza con el paro agrario que aún hoy no ha podido ejecutar sus acuerdos, aún así no se aborda más el tema, solo se usa como excusa para trampolin politico del personaje principal.

La teoría que habla sobre la locura del hidalgo don Quijote de La Mancha y la pregunta a si ¿este se hacia el loco, realmente lo estaba o quizás era el ser más cuerdo de todos? permite en esta película trazar una linea en la que juegan la literatura, la música y la memoria.

Colombia es un país donde todos tenemos algo que contar; un familiar asesinado, una anécdota detrás de esa bomba, un recuerdo de una masacre, un familiar desaparecido, un conocido militante o que cometió algún crimen o perteneció algún movimiento. Lo que nos falta aún es poder articular una buena historia, con una buena producción. Por un lado, tenemos historias como la película Monos, que es desacertada, malísima, juega con lugares comunes y carece de investigación, parte de una idea básica y vaga con muchos huecos argumentales pero que tiene un manejo del color, fotografía, encuadres espléndidos y ésta, que, aunque hay que agradecerla al ser un film gratuito a causa de la pandemia, que hace un relato que cruza la Universidad Nacional de Colombia (aunque yo estudie en los Andes, la considero la más importante del país), juega con la literatura y sus metáforas, música, memoria, conflictos sociales, tribus urbanas, carece de una buena producción, tienes escenas que sobran, otras que se extienden más de lo necesario, por momentos es tediosa y lenta, con muy malas actuaciones (dejando a fuera Alvaro Rodríguez que es gigante). como lo es una pelea entre dos estudiantes en defensa de dulcinea (No es spoiler y no me acercaré hacer más)
Y es que no le podemos pedir pedir a los directores que sean Kubric y usen los elementos que tienen a su alrededor, como las tomas por la calle 26 de Bogotá que podrían tener más fuerza con los murales de la memoria de fondo jugando con los elementos del entorno (aunque si lo hacen cuando recrean los 80's), o las muchas paredes que hay en la universidad nacional, a pesar que es realizada por estudiantes de cine quienes uno creería son más dados a lo simbólico.
Aun así, es una de esas películas necesarias, y lo es porque se debe agotar todos los recursos, divulgar y divulgar desde el arte el dolor que nos hemos causado con tanta guerra y como ello invade todo nuestro entorno y nuestros gustos y emociones, ya lo diría el escritor Bolaño víctima de la dictadura en Chile, lo haría en su momento el Nobel colombiano Garcia Marquez y lo sigue pidiendo un cine que en este país por mementos pareciera crecer y en otros estancarse, ese que siempre le falta el centavo para el peso, pero no desiste en crear y hacernos creer.