En mi opinión ocurre una cosa (bueno ocurren bastantes) en la mente cuando se ve un producto basado en otro anterior, y es que el nuevo puede llegar a tener la propiedad de empañarte la experiencia previa y tu recuerdo de la misma. Al menos, en mi caso. Por ese motivo a los quince minutos o poco más de ver el primer capítulo, me negué en rotundo a ver ni un minuto más.
No quiero recordar ni remotamente esos elfos, ni esos hobbits, porque esta obra no se ha hecho ni con cariño, ni con rigor, ni con mi mimo, ni con más ganas que hacer caja.
Malas interpretaciones, una caracterización exagerada para compensarlo, unos diálogos de una retórica ridícula, que produce un sopor insoportable.
Hay personas que son capaces de pasar por alto que es un auténtico bodrio y obviar todo lo que a mí me produce almorranas mentales, y tragarse esto para después comentar "un poco mala pero entretenida". Ser capaz de entretenerse con bodrios es históricamente el motivo de que el 99% de lo que se produce sea una porquería. Si tienes el superpoder de entretenerte con cualquier cosa, dale a play, si no, no malgastes tu tiempo.

JA Bayona es para mí un director especial, cuenta con una sensibilidad particular que se deja ver en sus obras y esta no es menos. El relato me parece absorvente ya no por lo increíble de la historia, sino por la forma en que realmente te lleva al momento y al lugar que sus personajes están viviendo, haciéndote sentir sus emociones, y vivir sus angustias. Esto no es algo que pueda conseguir cualquiera, ni que me ocurra facilmente viendo una película. Más allá del relato está la cuestión existencial que despierta, al plantearte una vez más, como hace el buen arte, las motivaciones que nos llevan a luchar, a vivir, y a sobrevivir.
La fotografía es muy bonita, todo importa, lo que se dice y lo que no. El casting me parece súper acertado y el maquillaje y la caracterización sublimes. Hay grandes actores de hablar hispana y es una maravilla disfrutarlos en un mundo cinematográfico liderado por los americanos, solo por eso ya deberías verla!

Esta es una historia sobre unos determinados actores a los que al final les coges cariño. Es una película que habla sobre películas, metacine en todos los sentidos.
No puedo decir que no me haya aburrido en algún punto, desde luego sería mentir, pero entiendo que todo el recorrido era necesario para rendir homenaje, y para llegar a ese final sorprendente.

Bien podríamos haberlo visto como un capítulo más, como el verdadero final de la serie. Es una película totalmente centrada en Jesse, en su experiencia secuestrado y en como, al contrario que en el caso de Walter, él sigue siendo la misma persona que no quiere hacer daño a nadie. De esta película solo cabe esperar ver efectivamente el camino que Jesse recorre desde que es liberado por Walter, hasta el digno final. No esperes más, no es una película de acción trepidante.

Se estrena Joker con una gran campaña de Marketing a su alrededor y las expectativas muy altas. Todo lo que se dice de la película se dice de Joaquin Phoenix, como si lo que fueras a ver es su interpretación, y nada más. Estás viendo la película y te das cuenta de que efectivamente eso es lo único que da fuerza a la cinta. No vas a ver Joker, vas a ver a Joaquín Phoenix haciendo un gran papel, de una persona con trastornos mentales y muy mala suerte. Podría haber sido Joker como podría haber sido cualquier otro, igual da. Aquí no se ha contado una historia perfectamente integrada en el universo Batman, se ha dado un papel a Joaquin (que lo ha bordado) y se ha metido con calzador en el universo Batman. Ha quedado apretadito pero con esto ya le podemos pintar la cara y decir que es el mejor Joker de la historia.
Honestamente, llega un punto que te cansas de su risa/llanto y de sus bailecitos. Da tanta pena y tanta grima que cuesta creer que pueda moverse por ningún sitio sin que nadie salga corriendo.
El desequilibrio entre la actuación de Joaquín Phoenix y el resto del elenco es insalvable, el hace un papelón y el resto se limita a hacer su papel, hay una gran diferencia. Es como si pones a la mesa un plato insuperable con una presentación impecable rodeado de saladitos Made in Hacendado. ¿Es Joker? No, es Joaquín dándolo todo y poco más.