Película con rasgos de documental que retrata la sociedad afgana bajo el régimen Talibán. Narra la historia de una familia formada sólo por mujeres que para sobrevivir se ven obligadas a disfrazar a la niña de niño. Está rodada en Afganistán, y a pesar de la falta de medios para rodar una película en un país como este, Osama se ha convertido en una obra de arte, tanto por la historia que cuenta, como por la manera de hacerlo.

La dirección sublime de Kim Kiduck convierte una película con una idea muy original, en una obra maestra. La historia comienza cuando un joven ocupa casas mientras sus dueños están de viaje. A partir de aquí se construye una hermosísima historia de amor. Magnífica pareja protagonista que, sin necesidad de hablar, nos demuestran la evolución de su relación con miradas y gestos. Películas así explican la gran expansión del cine oriental en los últimos años.

El guión de Entre copas, junto a un magnífico reparto, hacen que este producto de cine independiente americano haya llegado hasta nuestras pantallas y la podamos apreciar como la pequeña joya que es. Entre copa y copa, los personajes evolucionan, conversando sobre el amor, sobre la vida, aunque, quizás, parezca que solamente lo hagan sobre vinos.

Maravillosa historia de amor contada de forma magistral por Sofia Coppola. En mi opinión, el romance que viven Bill Murray y Scarlett Johansson (impresionantes ambos) es uno de los más reales que se ha visto en los últimos años en el cine americano. Una joya que perdurará muchos años en la memoria.

Las espléndidas actuaciones (mención especial a Ben Kingsley) han hecho que esta película quede grabada en la memoria de muchos aficionados al cine. Aunque la intensa vida de Gandhi no justifica las tres horas de duración de la película.