Otro ejemplo más del tipo "la izquierda es buena y la derecha mala".

En esta película en concreto cuando muere un anarquista es un asesinato y cuando muere un cura o un soldado nacional un hecho necesario de la revolución ("alguien tiene que pagar los platos rotos", dice el personaje de Ana Belén en una escena).

Considerando el aspecto cinematográfico en sí, la imperiosa necesidad de transmitir el maniqueísmo anterior provoca que varios personajes queden huérfanos de un propósito claro. El mejor ejemplo es Miguel Bosé: no se sabe quién es, de dónde viene, qué piensa y dónde va a terminar. Con la protagonista principal iba a ocurrir algo parecido, ver spoiler.

Destaco entre los intérpretes a José Sancho, como siempre.

Por cierto, poco tetamen para ser una película de Aranda. Se notaba que quería "tocar las conciencias".

Un 5 y gracias.

Paré el reproductor en el minuto 35 de esta película por las siguientes razones:

1. Me importaba un pito (no sé si de 20 cm o menos) lo que le ocurriese al tal Adolfo o Marieta.
2. Estaba harto de numeritos musicales salidos del 1, 2, 3 que no aportaban nada a la trama.
3. La presencia de Pablo Puyol en cualquier representación escénica debería estar prohibida por ley.
4. Las uñas de Monica Cervera me empezaban a dar arcadas.
5. Estoy harto de frikis, enanos y bichos raros en las comedias españolas. ¿Es que no las pueden hacer sin ellos?

Bodrio.

Sobrevalorada película de un director que, como se atreve a hacer cosas distintas del resto de la caspa nacional, parece un genio.

Muy bien Fele, haciendo de colgao. La verdad es que el papel le viene al pelo. De hecho cuando me imagino un colgao me viene a la mente el Fele con su mochila.

Ana Torrent consigue un personaje creible.

Eduardo Noriega, ni puta idea. Ni antes, ni ahora, ni nunca, porque no es actor.

Tengo que ver más películas de De la Iglesia, porque francamente de lo visto en ésta no termino de entender cómo pudo rodar tanto.

Es cierto que hay que poner la película en su contexto. Se rodó en 1980-81, en medio de un clima social de resentimiento y temor que poco tiene que ver con el actual. Sólo así entiendo que la policía sea rastrera, cruel y tonta, y los delincuentes pobres víctimas arrastradas contra su voluntad al delito.

Me creo la historia, pero no las burdas licencias del guión como los tiros sin sentido. Parece efectivamente rodada con pocos medios, pero caramba si quieres poner escenas de luchas y no tienes para profesionales, ensaya algo antes de rodar. Me da la impresión que se aceptó lo primero que se rodaba. O eso o es que aquí nadie tenía ni idea.

Mención aparte merece la interpretación. Lo único salvable es José Sacristán, que aparece pocos minutos en pantalla y como siempre José Manuel Cervino. Verónica Castro es una broma pesada y de Isela Vega sólo diré que igual que siempre: a enseñar las domingas y el potorro.

En definitiva, se trata de una película que ha envejecido fatal. Un 3 y gracias.

Vi "Año mariano", como tantos otros, esperando revivir los buenos ratos de Airbag.

Mi gozo en un pozo. La historia es aburrida y abusa de presuntos tópicos (como por ejemplo los católicos somos gilipollas, y la guardia civil más) para arrancar la risita fácil.

En otra crítica dije que Berlanga hizo lo mismo en "Los jueves, milagro", pero con arte. Porque Berlanga es un artista y éstos no tienen ni puñetera idea, claro.

Hasta los más integristas defensores del tandem Elejalde-Guillen Cuervo saldrán decepcionados.