Analizamos que la carrera en carricoches made in USA que se realiza para ganar una cabaña encantada se disputa al comienzo de verano, así los niños que salen victoriosos pueden disfrutar de esta en sus días de vacaciones.
Hasta aquí todo correcto. El verano de sus vidas bien podría ser en el que ganan la cabaña y pasan en ella el verano, pero... Aquí no pasa esto.

Aquí vemos como los niños se reúnen a comienzo de verano, van un día a la playa, vemos como un niño tiene problemas en casa y como le da un beso a otra niña. También vemos como reclutan a un compañero nuevo que no cae bien a nadie y sufre bullyng.
Luego, justo antes de celebrarse la carrera, uno de los niños muere atropellado por un camión, y... ya está.

¿Puede ser el mejor verano de la vida de nadie ese en el que tu mejor amigo de la niñez muere atropellado por un camión a la semana de llegar al pueblo y debido a su falta no puedes competir por la casa árbol y en el que no pasa absolutamente nada más?

Sinceramente, si este es el mejor verano de tu vida, no me cuentes el peor porque posiblemente lo pasaras en un campo de concentración o no sé. Puede que yo no tenga mejor verano de la vida, pero mis veranos eran sumamente mejores que este.

Imaginaos de adultos contando vuestro mejor verano de vuestras vidas “pues mira, me fui al pueblo, a la semana se murió uno de mis mejores amigos, no pude participar en una estúpida carrera y... ¡Ah sí! el agua de la playa estaba estaba buena”.

PD. La pelea justo antes de la muerte... ¿De verdad era necesaria? ¿Aumenta de alguna manera el drama por esta?

Pongámonos en el lugar de los personajes del film:

-Soy un peligroso líder de una guerrilla que trafica con oro robado, y con toda naturalidad dejo que un tipo del que al parecer no acabo de fiarme, cargue su helicóptero con todo mi metal precioso, confiando ciegamente en que luego más tarde, ya si eso, me pague o me enseñe que tiene dinero con el que responder.

-Ahora soy una chica que acaba de perder a su marido, pero como tengo vocación de cruz roja, me desvivo poniendo constantemente mi vida así como las de mi compañeros en peligro para proteger a una chica indígena embarazada, porque después de todo, si no fuera al helicóptero para rescatar a esta muchacha no habría trama. Además le daré parte de mi oro, y hasta estaría dispuesta a sacrificar mi vida si es necesario cuando ella se ponga de parto para poder asistirla.

-Soy el héroe de un grupo de aventureros, del cual se sabe irán muriendo todos sus integrantes uno a uno, estoy en medio de la selva amazónica, y mi mejor idea es arrastrar entre los árboles 600 kilos de oro, ¡oro puro! Que caben a 120 kilogramos por cada persona. ¡Somos tíos fuertes!

-En esta ocasión soy una chica con un embarazo de 8 o 9 meses, y soy capaz de correr a toda leche una moto, entrar en un helicóptero en vuelvo, saltando ojo. Luego andarme unas cuantas de decenas de kilómetros por el medio de la selva mientras un ejercito de traficantes nos pegan tiros. No solo eso, si me pongo de parto, tendré a mi preciosa bebé, y sin puntos ni nada, reanudaré la marcha. Puta ama.

-Sigo siendo el líder del grupo, de mirada severa, pero me da un poco de pereza caminar, por eso cuando el sol pega fuerte paramos a descansar. Total solo me persigue un pequeño ejercito.

-Soy un tipo que a todas luces va a traicionar a sus compañeros aventureros, y todos me parten la boca cuando digo algo raro, yo primero tengo muchos humos y chulería, para que se note que soy el individuo que puede desestabilizar al grupo, pero nada más me han pateado, me levanto como si nada, ¡en verdad me lo merecía!
Luego empiezo a comer oro en polvo, y claro me sienta mal, me da el chispazo, mato a Victor Sulivan que estaba de guardia, pero no al tipo que dormía la siesta. Y me voy río abajo como con el oro que me ha sobrado de la merienda.

-Soy un crack disparando, pero me estoy quedando ciego, eso no importa y donde pongo el ojo pongo la bala, salvo cuando disparo por equivocación a Nathan Drake claro, ahí fallo. =)

-Soy un militar y te tiendo una emboscada, pero en lugar de aprovechar el factor sorpresa, doy una pasada de reconocimiento para que me veas y así te tomes el tiempo de escapar, ojo, solo si te apetece. Que sino a la segunda vez, cuando se hayan ido las chicas, ya si eso te mato.
Una vez asesinado el aventurero que me ha robado, que lo mato antes de que me diga donde ha escondido el oro, pues una vez muerto, ya dejo de perseguir por la selva a la chica y la mujer recién parida, después de todo son mujeres, seguro que no saben utilizar el GPS para encontrar lo que es mío equisdé equisdé.

No ya enserio... Chuck Norris dando tiros, Nathan Drake es mierda a su lado.

Comentaba antes que este tipo de films tratan de justificar a sus protagonistas en sus actos por detestables que sean, ya sea por un buen fin como salvar a alguien, o por la propia moral del asesino, eliminando solamente a seres indeseables.

Si bien al comienzo y por la abundancia de gags inverosímiles que se nos presenta pensamos que aquí también se va a pecar de esto, finalmente queda muy lejos de la realidad. Realmente el fin de conseguir volver a hablar es un hecho egoísta de Killa, está matando para lograr un objetivo que es meramente prescindible y que no justifica en el fondo ninguna muerte. Y en segundo lugar, los objetivos que elimina, si bien no son totalmente inocentes como esa chica que se niega a matar en cierto momento del metraje, no son tan tan malos y en ningún momento se demuestran motivos fehacientes para que sus finales estén justificados, y el propio Killa lo reconoce en la parte final del film.

Por otro lado quiero destacar la fantástica escena final, con ese Bella Chiao cantada casi como un susurro, y ver el cuerpo muerto de Killa bajo esa tela roja que se puede asemejar al capote del toreo con el que soñaba ser un matador (en lugar de con la pistola ¿Se compara la muerte del animal con la del ser humano?), acompañado con la chica de su niñez, hablándole feliz como si estuvieran un sábado en la mañana trasnochando. Realmente es un final muy vistoso.

La escena de el asesinato de la familia me ha gustado especialmente, no tanto por como se desarrolla sino porque uno a uno, se van viendo retazos de todas las apariciones fantasmales previas, dándole cierta explicación al asunto, como el porque de la frase de "sí, ahora voy que estoy ocupada" (misteriosamente perturbadora estas sencillas palabras cuando comienza a repetirse), a la señora del balón de baloncesto (que la primera vez que lo ves te preguntas que mierdas pinta ese balón ahí) o incluso al taxista y el joven vestido de santa claus que pasa en una motocicleta de reparto frente al taxi de este.