Este tipo de películas de risa fácil, no son las que suelen sacar buenas críticas a el buen aficionado al cine, como yo no me considero como tal, me suelen gustar, sin embargo, esta sobrepasa incluso mis límites.

Cuando apenas ha avanzado un poco la cinta, te das cuenta de que esos gags previsibles dejan de serlo, convirtiéndose en algo pocas veces visto, “chistes” lamentables que te dejan con una expresión de asco y vergüenza, junto a la incógnita de como puede gustar eso a alguien.

La historia conocida por todos en los innumerables trailers y anuncios que tenemos que tragarnos día a día, es bastante pobre, un súper agente antiterrorista que sueña con ir a América y trabajar como peluquero.

Sin embargo, de cierta forma esto puede ser un poco el reflejo de los muchos homosexuales que están saliendo en el ejercito creando debates nacionales y políticos al respecto, el gran militar antiterrorista es llamado “Mari-cuchi” continuamente por querer ser peluquero, además, él se siente muy mal, por que no le gusta pelear y si peinar.

La interpretación por parte de Adam Sandler está bastante lograda, el personaje no es extremadamente complejo, pero te consigue hacer creer el papel que interpreta, un "Mari-cuchi" potente militar antiterrorista, con un gran paquete que adora peinar y revolcarse con señoras mayores.

Cuando la película parece que comienza a centrarse un poco más, en una trama un poco mas tranquila, e incluso te llega a arrancar alguna sonrisa llega el momento en el que entra el politiqueo en juego, teniendo finalmente un buen mensaje de fondo sobre el conflicto israelita-palestino.

Buena forma de dar un mensaje positivo a las masas, ¿que mejor forma que hacerlo en cines abarrotado de jóvenes que buscan la risa fácil?.

La película es bastante pobre en general, con muchos gags para reír aunque pocos lo consigan, dejando muy de fondo un toque positivo para la paz en una región tan castigada por las guerras como lo es Israel.