Ya no hay tiempo. El fin está aquí. Martin, que tanto te preocupas a la hora de que tus fieles cinéfilos vean tu obra de la manera en que la pensaste... ay Martin querido, estás batallando contra molinos de viento, o de tiempo, porque estos últimos cambiaron, y mucho, pero no tu, Martin, no tu.

¿Qué es El Irlandes?, ¿la mejor película de la filmografía de Scorsese?, la verdad que no. ¿Su ultima película?, probablemente. ¿Su magnum opus del siglo 21?, sin lugar a dudas. Por que The Departed era una remake, Martin, y Shutter Island es menor aunque es muy buena, y esa con Daniel Day Lewis (a pesar de Daniel Day Lewis) hacía agua por todos lados, como El Aviador. Como extrañase a Schrader, Martin, lo extrañaste y mucho.

En fin. Aquí están los tiempos en que los espectadores hacen guías para ver El Irlandes. ¿Qué es muy larga?, ¿Qué si me duermo?, ¿Qué si la veo en tres partes?. Pensar que hubo un tiempo que los espectadores miraban Titanic, la versión extendida del Señor de los Anillos o Braveheart sin siquiera pestañear. En fin. Luego dicen que decir "todo tiempo pasado fue mejor" es puro onanismo nostálgico, pero si no fue mejor, se le parece.

¿Qué es El Irlanes?. El Irlandes es una carta al cine, como suele decirse. Es tan perfecta que no logra la perfección de otras obras de Martin. Es que, Martin lo sabe, la obra maestra no se busca; sale por error.

El Irlandes es Robert De Niro dando cátedra de actuación durante 3 horas y media. En una de esas actuaciones típicas de De Niro, donde el bueno de Robert no pone un pestañeo de mas.

El Irlandes es Al Pacino y su incontrolable verborragia que lo lleva al limite de la sobreactuación, pero como Kurtz, Pacino se desplaza por el filo de una navaja, y siempre sale bien parado (vamos, que es Pacino).

El irlandés es una demostración de que Joe Pesci puede hacer una actuación magistral sin gritar y sin patear a nadie.

El Irlandes es la prueba final de como contar una historia de tres horas y media y que ésta no decaiga en ningún momento.

El Irlandes es un film echo para las bibliotecas. Quizás no nos provoca como si nos provoca el Joker. Quizás no tiene los momentos memorables de locura que si tiene Once Upon a Time in Hollywood. No. Scorsese hizo aquí una obra introspectiva, con escenas interminables de diálogos en los que la cabeza se va a otro lado y vuelve, pero aun así, que majestuosidad.

El Irlandes es, finalmente, CINE.

Tiene destino de clásico, como Once Upon a Time in América, de Leone. Y si, al igual que sugiere Martin, busquen el momento y véanla sin interrupciones. La experiencia merece la pena. Alguna vez, en la vida, hay que hacer esfuerzos.

Está claro que de la Matrix no se sale indemne. Si Keanu Reeves no pudo abandonar jamás su pasión por las patadas y las motos, también hay que ser honestos y decir que desde que se tragó la pastilla roja, Lawrence Fishburne a.k.a Morpheus vive en un estado de sopor increíble sin importar cuantas palomas lo estén rodeando.
De Sion a New York con alguna escala aquí y allá, John Wick es Matrix sin filosofía.

Esta ¿película? tiene una trama mínima, mas mínima que la secuela, mas mínima que la original (al menos en la primera todo era por un perro) y todo el peso recae en las coreografías de peleas.
Si entregaran un Oscar a la mejor película coreografiada, John Wick Parabellum se lo llevaría, y si bien es entretenimiento sofisticado desde el minuto uno, el hecho de saber que Wick/Reeves le va a dar una paliza a sea quien sea que se le ponga adelante, sin importar si es uno o cien, hace que a medida que avance el metraje el truco de las tomas y el karate o lo que sea pierda efecto.

La primera coreografía de pelea entusiasma y llama la atención, para cuando llegamos al final y pasamos dos horas de puros golpes, el entusiasmo decae y lo que parecía nuevo se torna sumamente repetitivo.

Para dar un ¿aire fresco? suman a Halle Berry en otro papel femenino básico creado por la mente masculina mas básica (es decir, un papel de relleno), Quizás lo que le falta a esta saga es un villano a la altura de John Wick. Por que el tío es indestructible y para indestructible tenemos a Rambo, que hizo del "yo contra todos" una marca, y lo hizo hace 40 años y mejor.

La película es buena y punto. Si te gusto la uno y la dos, ésta no hace nada distinto como para que no te guste. Pero no le pidas nada nuevo, porque bajo el sol de John Wick, solo crece la maleza.

Es cierto que Nicolas Cage ha hecho tantos bodrios que cuando se estrenan sus películas uno solo puede esperar a piratearlas -a menos que sea millonario y no le importa tirar dinero a la basura-. Pero también hay que decir que el bueno de Nick nos regala una buena película por lustro. Y Joe es la película que nos regalo comenzada la década del 10.

Joe es una gran película de cine independiente. Esto es cine rural con toda su dureza y su decadencia. Es, de alguna manera, una película crepuscular y triste. Todas las actuaciones son convincentes, empezando por la de Gary Poulter, que hace de viejo borracho (algo que fue en su verdadera vida, ya que no es actor profesional), Tye Sheridan (que hizo otro gran film durante esos años, Mud) y por supuesto, Nicolas Cage. Aquí mas contenido. Con mas actuación y menos histrionismo.

La banda de sonido. Algunos pasajes narrados que muestran el abandono de las zonas rurales de Estados Unidos y especialmente la relación de amistad que surge entre Nick Cage y Tye Sheridan, son los mejores momentos de este estupendo film basado en la novela de Larry Brown (conocedor de estos temas).

Muy recomendable.

Ya sabemos que Breaking Bad es simplemente Breaking Bad. Y que Los Sopranos fue "la primera". Y que Dr. House, Dexter, Six Feet Under, Game of Thrones y por supuesto "The Wire", entre tantas otras tantas series que han salido a lo largo de los últimos veinte años presentando una gran calidad tanto visual como narrativa.

Pero entonces está The Knick. No hay mucho para decir acerca de la serie, porque es excelente. Actuaciones, guion, desarrollo de la trama, personajes, ambientación, la forma endiablada en la que Steven Soderbergh hace ciertos planos a la hora de filmar una escena estática. Todo es perfecto. Pero no esa clase de perfección sin sustancia, aquí la perfección es sucia, como lo era la vida en el 1900s, Es sangrienta, como las cirugías de principio de siglo 20.

Clive Owen como el Dr. Thackery es brillante. Su mejor rol y su mejor actuación lejos. El personaje interpretado por Juliet Rylance (Cornelia) es uno de los mejores roles femeninos que yo vi alguna vez en una serie. Su arco en la línea de tiempo está perfectamente trazado.

Y de pronto... algún descerebrado decide cancelarla en su segunda temporada solo Dios sabrá por qué. Junto a Deadwood, Quarry y Lodge 49, forma parte de ese tipo de decisiones inexplicables. The Knick estaba para cuatro o cinco temporadas, pero con la veintena de capítulos que tenemos, es más que suficiente para alcanzar la prodigiosa gloria de la medicina moderna.

No importa el argumento de esta película hecha para el mercado de VHS. No importa que a Stallone ya no le queden ganas ni de ponerse extensiones y ahora parezca mas un Rambo Cowboy de Texas que un Rambo de la guerra de Vietnam o alguna guerra en algún lugar perdida de Oriente. No importa que los críticos puritanos digan que es pura basura (como si esperasen ver en Rambo una de Paul Thomas Anderson o al menos una de James Mangold). Rambo es Rambo y se acabó.

La trama es inexistente. Si Stallone quiere transmitir la decadencia y el cansancio de un personaje (es decir, si lo de él fue una actuación actoral y no que realmente la filmó con ese "ánimo") lo logró con creces. Rambo está hastiado y en la ultima parte del metraje se lo lleva entre fuego y sangre, casi como si no le quedara otra. Rambo, admitámoslo, no trabaja para nadie, o en todo caso, trabaja para el público que paga las entradas.

Muerto su amigo el Coronel Trautman allá por la tercer película, básicamente se suma a cualquier "causa justa" que le permita desempolvar las metralletas. Rambo, como mucho de nosotros, está a la deriva. Es un migrante. No tiene casa. No tiene donde ir, ni a donde volver. Es un paria social. Si Stallone fuese Todd Phillips, Rambo seria el Joker, pero no. A Rambo/Stallone, las complejidades mentales, políticas y sociales le traen sin cuidado. ¿Para que explicar el pasado y el contexto para justificar los crímenes?. Rambo va al núcleo del dolor, o de la acción, y a diferencia del Joker, no hay que esperar una hora y media de película para que se decida a explotar en contra de todo aquel que considera enemigo (en este caso, unos narcos malos malos).

Entretenimiento plano por donde los haya, pero entretenimiento al fin. No es la tomadura de pelo que nos jugaron con Terminator Dark Fate, pero tampoco podemos decir que Rambo Last Blood va a pasar a la historia como Cine Arte.

Y atención, porque el film fue mas que rentable en la taquilla y tal vez la última sangre no sea definitivamente la ùltima.