En primer lugar debo decir que tengo mis reservas hacia a las series y el cine español. Hace al menos diez años que no veo una serie española, pero alguien me había hablado bien de esta serie y decidí darle una oportunidad. Y para mi sorpresa me encuentro con algo absolutamente extraordinario. Con un panorama audiovisual saturado de contenidos, la mayoría de ellos mediocres y repetitivos en sus planteamientos, resulta casi un milagro encontrarse una serie tan original y revolucionaria como esta. Vergüenza, incomodidad, risas a carcajadas, pena... es lo que el espectador inexorablemente experimentará al ver las peripecias del dúo protagonista, brillantemente interpretados por Javier Gutiérrez y Malena Alterio. No se puede sino reconocer la genialidad y valentía de esta serie que transita por territorios casi inéditos dentro de las ficciones televisivas y lo hace con rotundo éxito.

Los que recordamos con mucho cariño aquella joya de los 80 llamada Flash Gordon, tenemos en este nuevo Thor un más que digno sucesor. La película es colorista, juguetona , desenfadada, espectacular y muy muy divertida. Como digo recoge todo el espíritu de aquel Flash Gordon, con música de Led Zeppelin donde antes la había de Queen, y es una juerga espacial por todo lo alto. Si queremos sacarle fallos pues los hay, sobre todo de tratamiento del personaje central que, siendo probablemente el más poderoso de todo el universo cinemático Marvel, hay momentos de la película que está ridículamente desvalido y resulta bastante incoherente. Pero bueno, no es una peli para ponerse muy purista y riguroso sino para disfrutarla.

Passengers es una acertada mezcla de ciencia ficción y película romántica, con algún toque de comedia. A partir de una premisa bastante ingeniosa se desarrolla una historia que, si bien podría haber dado mucho más de sí, resulta en conjunto muy satisfactoria. El interés por los protagonistas se mantiene en todo momento muy arriba, consiguiendo transmitir bastante bien su angustia y sus dilemas. La nave espectacular, tanto el exterior como el interior, y las escenas de ingravidez son todo un alarde técnico. Ciertamente en desenlace es algo decepcionante, usan recursos algo simplones y poco convincentes y eso le resta valor al resultado final. Con un final más acertado sería un sobresaliente alto, pero se queda en un 7,5 u 8, que no está nada mal. Muy disfrutable en cualquier caso.

The Fighter narra la historia, o una parte de ella, de un boxeador, una historia real además, y lo hace con muchísimo acierto.
Empezando por unos actores formidables, todos, empezando por Wahlberg, que compone un personaje muy carismático, una Amy Adams, guapísima y adorable como novia del protagonista que intenta arrancarlo de las garras de una familia tóxica que está destruyendo su carrera, y, desde luego Bale, formidable sencillamente, de Oscar.
La historia es buena y la dirección de O. Russell eficaz y muy contenida, sin caer en sus excesos estilísticos en los que se pasa un poco de listo.
Así que una magnífica película, dentro de ese subgénero, tan agradecido cinematográficamente, que es el mundo del bóxeo.

Sorprende esta película que, sin salirse mucho de la línea de su protagonista, supone un salto considerable de calidad.
La historia es bastante sólida si bien no esperen nada muy especial ni sorprendente. El personaje de ladrón bueno sirve para que Statham despliegue todo su carisma y, una vez más, se muestra insuperable en las escenas de acción, que esta vez están bien medidas y dosificadas a lo largo del metraje.
Pero lo que definitivamente eleva la película a otro nivel es el personaje de Jeniffer López. Está magnifica interpretando a una especie de Jackie Brown, todavía maciza aunque apunto de pasarsele el arroz y con ganas de coger el primer tren que la saque de un futuro que se adivina deprimente. La química entre ambos es estupenda y muy creíble.
Muy buena película, sorprenden las notas tan bajas.