Film político sobre la vida, proceso y ejecución de Salvador Puig Antich, joven anarquista perteneciente al grupo MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) el cual para autofinanciarse se dedicaba a robar bancos con fines solidarios hacia huelguistas y obreros encarcelados. Llegó un 25 de Septiembre de 1973 donde hubo una redada por parte de la policía franquista (rama brigada político-social) en una calle céntrica de Barcelona y, en la cual, salió malherido el prota y muerto uno de los policías.
Es ingresado en la cárcel Modelo de la misma ciudad, donde será procesado por un tribunal militar y, poco después, concretamente el 2 de Marzo de 1974, será ejecutado sin perdón, sin indulto, sin revisión.
Manuel Huerga vuelve a la dirección once años después de su primer largometraje ‘Artántida’, thriller dramático donde reflejaba la búsqueda del paraíso imposible de una pareja, donde se dedicó a otros menesteres como dirigir galas y eventos televisivos, entre ellos una gala de la entrega de los Goya en Madrid, el Centenario del F.C. Barcelona, etc. Nos muestra a través del guión adaptado de LLuís Arcarazo sobre el libro de Francesc Escribano (actual director de TV3, televisión autonómica de Catalunya) Cuenta atrás: Historia de Salvador Puig Antich, cómo actúa una dictadura cuando se ve ya en su ocaso particular y querer dar una imagen férrea ante la población juzgando inapelablemente una persona que solamente quiso defenderse ante la brutal paliza que recibió en un portal y disparos posteriores.
Imágenes sobrias, emotivas, profundas, con un guión muy estudiado y muy interesante, hacen de esta peli que hagamos un punto de inflexión ante las injusticias de la vida, de lo que pasó en España en aquellos tiempos y, como consecuencia, también de las barbaridades que vemos y, desgraciadamente, asentimos ante lo que vemos por TV en el mundo.
Pese a escenas digamos un poco cómicas como la del atraco al banco en Mataró, con muy poca preparación por parte de los personajes, casi se hace difícil de creer como la relación que tiene el carcelero con Salvador, de odio total a admiración y odiar el régimen por parte del carcelero excelentemente interpretado por Leonardo Sbaraglia, aquí mis queridos compañeros cinéfilos, un servidor quedó un poco decepcionado que, aunque podría ser verdad, esas escenas jugando al basket con el prota, no sé, lo dejo en duda, ya que se convierten digamos en escenas acarameladas cuando la seriedad de la trama no lleva ese camino.
Y, sobretodo, destacar la gran interpretación del actor Daniel Brühl, medio alemán medio catalán, sabiendo llevar el personaje (e incluso casi coincidiendo con su edad real: Salvador tenía 25 y Daniel 27 durante el rodaje) con sus expresiones de paciencia, desespero (la última media hora, la de la espera con sus hermanas ante la inminente ejecución y un posible pero falso halo de esperanza del indulto) y convertirlo en uno de sus mejores papeles de su corta carrera.

El 9º pasajero

Ventura Pons nos vuelve a demostrar que es un gran narrador de historias, en este caso, adapta la novela del escritor catalán Jordi Puntí ‘Animals tristos’ donde nos introduce en tres historias basadas en el amor, el desamor, las fidelidades, las infidelidades, los sueños imposibles, otra vez el amor y el desamor.

Este director catalán que se inició en el cine con la excelente ‘Ocaña, retrato intermitente’, pasó a dirigir comedias delirantes siempre ambientadas en una Barcelona cañí, hizo un giro radical y empezó a ser un estudioso del comportamiento del ser humano, iniciándonos con ‘El por qué de las cosas’ film que nos narraba en 15 historias de todo tipo pero con un frente común, la voluntad, nuestra propia voluntad ante las cosas, siguió con ‘Actrices’, ‘Caricias’, ‘Amigo/Amado’ y ‘Morir (o no)’ donde en este enumerado de films nos explica la muerte, el amor, más desamor, su propia imperfección, haciéndonos partícipes de una metáfora sobre la propia vida.

El film en cuestión nos relata tres historias entrelazadas, la primera protagonizada por José Coronado, nuestra Aitana y la actriz argentina Cecilia Rossetto, ellas dos están fabulosas, Coronado se convierte en un mero comparsa. El amor, las infidelidades, las apariencias y la obsesión florecen en esta historia.
La segunda historia está interpretada por Marc Cartés y Cristina Plazas donde siguen las infidelidades, causadas por la monotonía de la pareja, y nuestra reacción ante tal situación. Esta historia me dio mucha pena.
La tercera está protagonizada por la actriz mexicana Patricia Arredondo y el actor peruano Gerardo Zamora donde se nos relata a una pareja que vive un sueño imposible, viven en un mundo inalcanzable y que no les toca vivir.
Todos los personajes de estas historias, absolutamente todos, nadie se salva de la quema, mis queridos compañeros cinéfilos, todos son animales heridos, tristes, grises, casi inocuos, desesperados.

De estas tres historias está claro que la primera es la más importante, la que se le da más énfasis y más larga también, muy bien interpretada por las dos actrices mencionadas antes. Aitana es cómplice total de Ventura Pons (ella cuando era directora de la Academia de Cine él era el vicepresidente), se compenetran muy bien, espero que repitan experiencia.

Destacar del director su gran actividad detrás de la cámara, le sale a casi 1 peli por año, casi como el incombustible Woody Allen y que no pierde ni un ápice de interés con cada film que hace y que espero que siga así por muchos años.

El 9º pasajero

Film perteneciente al cada vez menos creíble cine independiente norteamericano donde se nos relata con armonía las aventuras y desventuras de un transexual a punto de operarse cuando recibe la ‘bomba’ de que su hijo que, naturalmente, él/ella ignoraba de su existencia, ha sido capturado por tenencia de drogas. Así empieza esta aventura en la cual conocerá a su hijo emprendiendo un viaje de ida para cumplir el trámite y de vuelta de reencuentro de sentimientos y descubrimiento de otros.

Road movie donde emergen dos personajes desconocidos entre ellos, él/ella lleva una vida ordenada y correcta cuyo único deseo en su vida es costearse y poderse hacer una operación de cambio de sexo y el chaval que, hasta ese momento, llevaba una vida deshechada, con una infancia y adolescencia muy dura cargando sobre sus espaldas y, podríamos decir, que también tiene su propio deseo: triunfar como actor.

Una road movie más con pocas sorpresas y un final obvio, me explico, personajes de entrada y salida que van surgiendo durante el viaje, que van aportando ritmo a la narración, el sentimiento mutuo que van receptando día a día, aunque dichos sentimientos tienen fines diferentes y que aquí no voy a explicar.
Las interpretaciones en esta peli son la clave, son el fundamento para tirar adelante el proyecto y que, a continuación, os detallo:

Para empezar nombrar a la omnipresente Felicity Huffman (imparable desde la notable serie ‘Mujeres desesperadas’) ganadora del Globo de Oro y súper candidata al Oscar, ella es el peso del film, ella lo es todo, esa finura, esos andares tan rectos, ese glamour, y….esa voz, qué tremenda voz, me llegó al alma (imprescindible en V.O.) tan rompedora, tan sensible, la escena donde rompe a llorar, nos inunda la sala y nosotros nadamos en ella, qué gran mérito, una actriz interpretando a un hombre que se quiere convertir en mujer y lo hace excelentemente, de hecho, es mi favorita al premio.
De los actores secundarios destacaré a Fionnula Flanagan (la ama de llaves de ‘Los otros’), haciendo de madre y que a mí me pareció un poquitín drag queen con esos vestidos snobs, la hubiese nominado y a Burt Young (el cuñado de Rocky Balboa).

El 9º pasajero

La saga de los mutantes más conocida del planeta parece que toca a su fin (o no), en este film los tenemos a todos juntos, buenos y malos, malvados y benévolos, perversos y bondadosos. Enfrentados unos sí otros no contra los humanos en una inevitable guerra por una causa, un motivo: la curación para esta raza mutante.
Asistimos al debate entre si ser mutante es una enfermedad o un don, el ser humano por sí mismo tiene determinada la decisión, pero la otra raza (mutante) tiene sus dudas.

La comparación con las otras dos pelis es forzosa, en la primera ya asistíamos a la obsesión del humano en la que la raza mutante era una amenaza, marginada y estando a escondidas a espensas de una esperanza para un futuro mejor de convivencia.
En la segunda parte, más profunda, los antihéroes siguen su lucha ante la sociedad por su gran desconfianza generada por un ataque manipulado por un perverso humano e indaga más en la personalidad de los componentes de los X-Men, sobretodo Lobezno, intentando buscar sus orígenes.
Esta tercera entrega busca la acción total dentro de esa guerra que parece inevitable, posiblemente sea la consecuencia de los dos films, aunque personalmente, no diría para tanto. Entretenimiento por todos los poros, aunque los lectores o los que hemos sido lectores (en mis tiempos lozanos leía a la ‘Patrulla X’ en aquellos formatos de libreto de Ed. Vértice que se publicaban en España antes de llegar al formato original de la Marvel) pueden estar disconformes (y no me extrañaría en absoluto) ya que varios hechos que ocurren durante el transcurso del film son bastante dudosos, aunque el guionista es libre y puede adecuar, según su criterio, para la posterior adaptación.

Lamento que Bryan Singer no haya dirigido esta tercera entrega ya que, magistralmente, lo hizo en las dos anteriores, un director que sorprendió en su momento con ‘Sospechosos habituales’, ya que, de haberlo hecho, creo que la historia hubiera crecido en calidad. Ha preferido dedicarse a revisar la historia del hombre de acero y de inminente estreno. Brett Ratner, el director de encargo del film, viniendo de dirigir comedietas como ‘Family man’, las dos ‘Hora punta’ y ahora inmerso en la tercera de ese film con Jackie Chan y su amiguete Chris Rock o la precuela de ‘El silencio de los corderos’, cumple con el papel sin muchas exigencias.
Destacar al siempre omnipresente, nuestro Gandalf Ian McKellen como Magneto, pletórico, más protagonismo (porque así lo exigió en su contrato) para Halle Berry como Tormenta y si he de destacar alguna escena, me quedo con la persecución atraviesa-rompe-paredes entre Juggernaut y Kitty (interpretada por Ellen Page, la Hard Candy), muy espectacular.

El 9º pasajero

Grandes clásicos sobre pelis de aventuras marinas con piratas se han hecho durante la historia del cine, sobretodo en la década de los 40-50 e incluso antes. Clásicos como ‘La isla del tesoro’ (‘Treasure island’) de 1934 basada en la gran obra de Robert Louis Stevenson, con el pirata por excelencia Long John Silver y magistralmente interpretado por Wallace Beery; ‘El Capitán Blood’ (‘Captain Blood’) de 1935 basada en la novela de Rafael Sabatini con un inconmensurable Errol Flynn o la misma ‘El cisne negro’ (‘The black swan’) de 1942 basada en otra novela de Rafael Sabatini y con el súper actor de las aventuras marinas románticas que fue Tyrone Power.
Sólo por citar a tres que me han venido a la mente, pero bien sabemos que hay cientos y todos clásicos y casi todos ellos con guiones adaptados a novelas. Que no es el caso que nos lleva con ‘Piratas del Caribe. El cofre del hombre muerto’ (‘Pirates of the Caribbean: dead man’s chest’). De este film, ya bien sabíamos que los guionistas, y que repiten, Ted Elliott y Terry Rossio, no se basaron en ninguna gran obra en particular sino en una atracción de parque situado en Disneyland, hombre, no es por quitar mérito a la cosa, pero hay que estrujar mucho la mente para sacar una buena historia para poder sacar adelante un film de esta parafernalia y lo consiguieron, dirigida por Gore Verbinski (‘The ring’, ‘The Mexican’) llegó ‘Piratas del Caribe. La maldición de la Perla Negra’) y salieron muy airosos, a mí me sorprendió y pasé muy buen rato, con un magistral Johnny Depp y con piratas malos malosos que se convertían en zombis a la luz de la luna (ah! Qué imaginación) de la mano de un no menos gran Stephen Rea.
Tal fue el exitazo de esta peli de la Disney, que hubo que preparar secuela, pero no una sino dos (la cual ésta la podremos disfrutar el 2007) y la cosa se ha desahogado por completo, los personajes se han desinflado, tanto Depp como Bloom o como la Knightley parecen caricaturas sólo para agradar al público infantil, escenas muy pero que muy largas, como la escena de la lucha entre el Capitán Sparrow, Will Turner y James Norrington en la playa y posterio súper rueda que no choca con nada y, por medio, un payaso total Sparrow, de espectacular se tendrá lo que quiera, pero verdaderamente empezaba a cansar. Y sólo por comentar una.

Un inciso, el final a un servidor no le gustó, no hay otras maneras de decir, lo que ya harto sabemos, que habrá continuación?

El 9º pasajero