Es la clásica película que lleva intrínseca en su existencia alguna o varias nominaciones a los premios americanos. Con su cruda historia reciente, abordando un tema social trascendente a través de un par de personajes singulares, en este caso, un gangster negro (singular para la época) y un policía honrado (singular a secas). Unos cuantos famosos de prestigio se apuntan al bolo sabiendo que apuestan sobre seguro. De esta manera un 'parkinsoniano' Ridley Scott dirige al prota más lógico y previsible, un Denzel Washington que sinceramente no me emociona en absoluto, es el actor stándar. Su éxito reside en que tiene un nombre 'molón' y que para ser negro parece bastante blanco.
Dándole la réplica al malo con valores, tenemos al mujeriego poli incorruptible que no es capaz de extrapolar sus bondades al campo de su vida afectiva, papel en el que destaca Russel Crowe, un actor cuya sola presencia no me lleva a las pantallas, no me seduce, no me atrae saber que sale él en una película, pero que es un señor que innegablemente gana en las distancias cortas. Y te lleva a rendirte a su calidad y fuerza interpretativa cada vez que le enfoca la cámara. Seguro que usa Brumel el tío...
No puede faltar en este tipo de cintas una buena banda sonora para que no parezca un producto demasiado comercial y unos cuantos secundarios de lujo que en este caso impactan mas por su fama que por sus actuaciones.
Una nominación a la mejor actriz de reparto a una señora mayor y otra para la mejor dirección artística demuestran que ni siquiera a la academia consiguió enamorar esta buena chica con estudios que no es que sea mala ni fea, pero que tal vez hay demasiadas como ella.

Mucho más interesante que la estúpida película Epidemic es la crítica que nos regala sobre la misma Daniel Andreas en ésta, nuestra comunidad. Creo que es el modelo idóneo para mostrar en todas las escuelas, si las hubiera, de lo que debe de contener y lo que no, una auténtica crítica profesional.

Quizás la próxima vez deba de ponerme a escribir mi crítica sin leer ninguna otra para que no me vuelva a pasar como en esta ocasión, que esa otra crítica acaba con toda posibilidad coherente y natural de añadir algo nuevo.

De este modo, para no caer en el patetismo de intentar sin éxito resultar tan interesante como el que sabe de verdad, confesándome como admirador vitriólico que epitomiza las entrañas de la esencia de un panfleto de lo más maniqueo, resulta pretencioso aunque haya sido tildado de connatural sin zigzaguear, con unas actuaciones más que correctas tras el segundo visionado intrínseco que reitera su metatextualidad implícita e inherente, he de reconocer que es una cinta altamente recomendable.

Prefiero, para no parecer periodista deportivo de contraportada, mostrar humildemente mi admiración hacia la crítica del Sr. Andreas, con cuya opinión me identifico plenamente, y tratar de aprender y mejorar para alcanzar algún día la misma calidad y sugestión en mis escritos.

Pd: Ni me he follao al Sr. andreas ni quisiera, ni me ha pagado para que escriba esto, ni soy familiar suyo, ni le debo dinero. Únicamente me ha gustado su crítica y la comparto. (Aclaración necesaria en ésta, nuestra sociedad).

Es Mr. Nobody una de esas pelis que consigue engañar al espectador medio. Y al bajo. Es una película al más puro estilo Aronofsky de mira mira pum pum con su violín de fondo, aunque todavía muy muy lejos de la inalcanzable pretenciosidad chabacana de este.

Mucho más digno es Van Dormael, pero nunca excelso y mucho menos genuino a pesar de que puede resultarles quinta esencia nunca vista a aquellos entretenidos de palomita y nacho cuyo bagaje cinematográfico no ocupa más allá de Cameron y Spielberg.

Y es que a algunos de estos mirapelis les gusta mucho y a otros, se creen que les tiene que gustar. Y les tiene que gustar porque no la han entendido pero les ha entretenido y las cosas raras que hace la cámara les han parecido originales porque en transformers 2 no hacen nada de eso. Entonces imaginan que es una película buena, de culto, diferente, que merece la pena apreciar y admirar.Sin embargo es autenticidad, identidad, rúbrica, adn, aquello de lo que más carece esta peli sin alma cargada de buenas intenciones, ñoñería y una técnica solvente.

Y es que al repasar las críticas de los demás `affinities´ he descubierto que no soy al único que mientras veía esta, no dejaba de pensar en otras películas. Con tanta influencia y tanto guiño, Jaco, seguro que dilatas el culito a muchos hipster facilones, pero a mí no me seduces con una simple impostura. Aunque insisto, no llegas a hacerme vomitar como otros. Te reconozco que tienes gracejo. Sí, no me caes mal a pesar de esa ristra de frasecitas moñas que tanto te gustaría que fueran lapidarias y aunque me arrepiento de haber visto el montaje tuyo. Muchos dicen que los 133 de la versión comercial ya se antojan largos, con que imagínate los ciento cincuenta y pico de tu factura.

Bueno, ya estoy deseando acabar esta crítica. Ya he perdido bastante tiempo con esta obra tan irrelevante así que para despedirme voy a citar la cuantiosa lista de films en los que pensaba mientras tenía mi aventura con Mr. Nobody:

- Olvídate de mí, El curioso caso de Benjamin Button, Matrix, El efecto mariposa, Desafío total, 2001: Una odisea del espacio, Amelie, Johnny cogió su fusil, Forrest Gump, El show de Truman, El elemento del crímen y El crepúsculo de los dioses.

Y otras historias en las que pensaban otros compañeros criticones de esta página:

- El club de la lucha, Kill Bill, My sassy girl, Corre Lola corre, Memento, Regreso al futuro, Dark city, Dos vidas en un instante, Blade runner, Los amantes del círculo polar, Atrapado en el tiempo, La fuente de la vida, La celda, Buscando a Nemo, ¿Y tú qué sabes?, 2046, La paradoja de Farnsworth de Futurama, La ciencia del sueño y Réquiem por un sueño.

¿Es eso original?

Cuando ví­ esta pelí­cula tení­a 16 años, no sé si actualmente me causarí­a el mismo impacto, pero tengo que decir que es la historia que más sensación en el pecho me ha dejado jamás. Aún tengo muchas pelí­culas que ver de Michael Haneke pero de momento ésta es la que más me ha gustado y gracias a la cual deseo ver todas las demás. Me fascinó por aquel entonces su genialidad para relamerse en el ensañamiento de la más violenta crueldad y su atrevimiento para reflejar la mayor amoralidad posible. Buscando un ejemplo idóneo para que me entienda todo el que haya visto aunque sea una peli en su vida... entonces dirí­amos que este director, consigue que nos corramos con su pelí­cula dotándola de un tono extremadamente erótico, sin llegar a ser pornográfico. Queda la duda de si ahora con 26 años sigo opinando lo mismo o ya no me ´excito´ tan fácilmente.... Apuesto a que sí y que además ahora valoraré ciertas metáforas y detalles técnicos que en mi bisoñez no fui capaz de apreciar.
Prometo volver para contar mi reencuentro. Buah! encima ahora sé quien son Ulrich Mühe y Arno Frisch... qué ganas de verla otra vez!!!!

Aún me queda alguna duda de que una persona pueda ser buena, y a la vez gustarle la 'fiesta de los toros'. Alguna posibilidad existe de que en algún lugar haya alguien metido en política con la intención de generar bienes para los demás y no para uno mismo. Quizá sea posible hasta que lleves un piercing en un lado de tu labio y no seas una choni. Incluso creo en la posibilidad de que haya uno que coleccione discos de Mónica Naranjo sin ser gay.

Pero la prueba de la fiera de mi niña es científica.

Si te enfrentas ante la habitual duda de si tu acompañante es una persona que juzga las cosas por sí mismo con criterio propio o es de esos que vendería a su madre en el rastro si su madre sale en filmaffinity con un suspenso.

Si crees que el de al lado pudiera pertenecer a esa especie dominante de seres pululantes que solamente obedecen a la inercia de las masas, no lo dudes haz el test de la fiera de mi niña.

¿Insinúas que todo aquel al que le guste ''La fiera de mi niña'' es alguien de cuyos comentarios has de huír?

No, digo que alguien al que le gusta esta película tiene un problema. O bien de presión social o bien de estupidez profunda. Suele ser el primero de los casos.